Mina fue sorprendida cuando el cuerpo de Heungmin se encontró con el de ella en un recibimiento. Sus manos prendían en el aire sin saber si debía retribuir al gesto. Chaeyoung le había dicho que ellos no acostumbraban a distribuir afecto. Sus ojos brillaron. Su mamá había hecho de su vida un infierno los últimos días, pero ahí estaba ella, envuelta en un abrazo con un casi desconocido. Un desconocido que, al contrario de la persona que le dio la vida, la crió y educó. La aceptaba.
-Vamos a comer, las pizzas llegaron un poco antes que ustedes - Dijo Heungmin después que soltó a Mina, dirigiéndola una mirada orgullosa a la hija.
Una sonrisa contenida se apoderó de los labios de Chaeyoung mientras veía a su papá dirigirse hacia la cocina. Ellos lo siguieron y se acomodaron en sus lugares. Chaeyoung acomodó a Mina a su lado. Hablaron poco mientras se servían y comían.
- ¿Tú siempre fuiste así?
El tintilar de los cubiertos se detuvo cuando la voz de Chan interrumpió el silencio en la mesa.
Chaeyoung alzó la mirada hacia Mina, mientras Heungmin miraba a su hijo con reprensión.
Mina sonrió en dirección a la voz.
- ¿Así cómo? ¿Japonesa o ciega? - Preguntó ella, su voz alegre informándole a todos que no había sido una pregunta incómoda.
Chan le sonrió.
-Ciega - Respondió él.
Mina asintió.
-Sí, desde que nací - Respondió ella, volviendo a comer.
Los demás la acompañaron.
- ¿Y todo bien? - Preguntó Chan nuevamente refiriéndose a la deficiencia.
Mina tragó y se encogió de hombros.
-No siempre. A veces me da un poco de rabia con el mundo, ¿Sabes? Pero todo el mundo se queja, por algún motivo u otro - Respondió ella.
Chan asintió en compresión y volvió a comer, Chaeyoung acarició el muslo de Mina por debajo de la mesa, tan solo en forma de apoyo.
-No sé que haría yo si fuera ciego - Comentó Chan en voz baja.
Mina alzó la mirada del plato y le sonrió al chico.
-Te acostumbrarías - Respondió ella.
- ¿Tus papás ya buscaron una cura? - Preguntó Heungmin.
Mina asintió hacia él.
-Cuando era más niña ellos creían que durante mi desenvolvimiento podrían encontrar una cura, como si no fuera algo permanente - Comenzó Mina luego de terminar su cena - Yo ya estaba cansada de escuchar que era imposible. Cuando tuve una cierta edad les pedí que se detuvieran, mi mamá insistía en continuar pagando médicos para que les dijera lo obvio; que era ciega, y nunca podría ver.
-Lo siento mucho - Dijo Heungmin.
-No lo sientas. Si no fuera ciega no hubiera estado ajena al mundo una mañana cualquiera, Chaeyoung no hubiera hablado conmigo y no estaría aquí - Dijo Mina encogiéndose de hombros - Y ser ciega no es del todo malo.
- ¿Cómo así? - Preguntó Chan.
Mina bebió de su refresco.
-Recibes muchos favores - Respondió sonriente.
Heungmin retiró su plato y se recostó a la silla.
- ¿Cómo actuaron tus papás a esto? - Preguntó refiriéndose a la relación de las dos.
Mina bajó las manos hacia su regazo y encontró la de Chaeyoung todavía posada ahí. Ella la tomó entrelazó sus dedos.
-Mi papá es fantástico. Creo que él ve todo desde un ángulo diferente. Ve a alguien con quien voy a poder contar siempre y que me va a cuidar tanto como él lo hace - Dijo Mina, sonriendo orgullosa. Después de una pausa, suspiró - Mi mamá está en negación.
Chaeyoung presionó su mano, después acarició los nudillos de sus dedos.
- ¿Tengo que conversar con ellos o algo así? - Preguntó Heungmin.
Mina frunció el ceño.
-No lo sé, creo que ustedes en algún momento tendrán que conocerse. Es solo que mi mamá está intentando lidiar con muchas cosas, creo que sería mejor esperar un poco para eso - Dijo Mina melancólica.
Heungmin se inclinó sobre la mesa, apoyando la barbilla en su mano.
-La entiendo - Dijo en comprensión.
-Ustedes son diferentes de que lo pensé - Comentó Mina alegre.
-Te dije que te probaríamos que no eramos tan malos como Chaeyoung dijo - Dijo Chan sonriendo - Y es recíproco, mi papá estaba seguro de que tendrías todo el cuerpo perforado y una parte rapada de tu cabeza.
Mina y Chaeyoung rieron.
- ¿Es enserio? - Preguntó Chaeyoung a su papá.
El hombre se recostó en la silla avergonzado y asintió.
-Oh, la verdad es que estoy pensando en hacerme un tatuaje de un pingüino aquí - Dijo Mina señalando su hombro - Una lágrima aquí - Apuntó un poco más abajo del ojo - Y me dijeron que pueden dejar el esclerótico negro. Eso suena excelente - Terminó animada.
Heungmin tosió en su lugar. Parecía aturdido.
Chaeyoung y Chan rieron.
-Ella está bromeando, papá. Mina es del tipo vieja precoz que escucha música clásica - Explicó Chaeyoung.
Heungmin se relajó.
-Es el mejor tipo de música que existe - Argumentó Mina.
-Bueno, eso es porque todavía no escuchas mi playlist - Dijo Chan convencido, levantándose y retirando la mesa.
Mina también se levantó al escuchar movimiento, tomando su plato para ayudar al chico.
-No, déjalo que yo me llevo esto - Dijo Chan retirando el plato de la mano de Mina. La chica le sonrió.
Chaeyoung también se levantó tomando el vaso vacío de la mano de Mina.
-Te voy a traer más refresco - Dijo dándole un beso en la mejilla.
Mina rió entre dientes.
-¿Qué pasó? -Preguntó Chan al ver su risa.
-Favores - Explicó Mina, aún sonriendo.
[...]
Mina y Chaeyoung caminaron hasta el auto. Una sonrisa radiante inundaba la boca de cada una.
-Yo te llevo a casa - Sugirió Chaeyoung.
Los ojos de Mina brillaron cuando se detuvo cerca del portón y la tomó para un beso, tan solo una caricia de nostalgia en sus labios.
-La noche todavía no acaba - Susurró ella cerca de la boca de Chaeyoung. Sus ojos brillaron en emoción.
Bambam salió del auto cuando las vio.
- ¿Nos vamos, señorita Myoui? - Preguntó él abriendo la puerta de atrás.
Mina asintió y tomó la mano de Chaeyoung llevándola dentro del auto también.
- ¿A dónde me van a llevar? - Preguntó mirando a Bambam.
El chico dejó a la vista una sonrisa maliciosa en sus labios como respuesta.
Chaeyoung la llevó dentro del auto, pero fue impedida por Bambam que sujetó su brazo.
- ¿Y ahora qué? - Reclamó ella.
El joven sacó una venda negra de su esmoquin.
-Tienes que ponerte esto - Dijo, entregándosela a Chaeyoung.
- ¿A dónde me llevan?
Bambam rió.
-Ya vas a ver... O no -Respondió burlándose, mientras se dirigía hacia su asiento.
Chaeyoung se acomodó al lado de Mina y se puso la venda.
-Esto es horrible - Se quejó ella.
Mina levantó las manos y acarició el rostro parcialmente cubierto. Los dedos trazaron la venda que privaba a Chaeyoung de ver cualquier cosa.
-Sí, lo sé - Dijo con pesar.
Bambam condujo por la ciudad en medio de quejas y reclamos de Chaeyoung.
-Llegamos, Mina -Dijo el chico después de unos minutos conduciendo.
Chaeyoung sabía que no estaban muy lejos de la casa de Mina, pero aún no tenía idea de dónde estaban.
-Ve allá - Le dijo Mina a Bambam.
Chaeyoung lo escuchó abrir la puerta y esperó a que abriera la suya para ellas salir, pero eso no pasó. Ella sintió a Mina inclinarse sobre ella y buscó su rostro ciegamente. Chaeyoung acarició los labios que se curvaron en una sonrisa cómplice antes de unirse a los suyos.
Coco y menta. Una mezcla que entraría en combustión instantánea, como ella y Chaeyoung cuando se unían. Ese era su sabor, y Mina lo saboreó. Chaeyoung sujetó su cabello profundizando el beso, perdida en los suaves labios de la chica, perdida en su olor que parecía embriagador ahora que no podía verla. Sentía el crudo deseo crecer en su nuca, bajar por su espalda y alojarse en su vientre cada vez que Mina la acariciaba y hundía su lengua en su boca.
-Sexo en el auto, eso parece divertido - Dijo Chaeyoung agitada, alejándose un poco en busca de la parte de abajo del vestido de Mina.
La chica suspiró al sentir las manos calientes subir por sus muslos y acariciar el encaje de su ropa interior.
-No, Chaeyoung - Susurró Mina en un tono convencido de su pedido - Bambam va a regresar.
Chaeyoung le dio un último apretón en la parte interna de su muslo, antes de deslizar la mano fuera de su vestido.
- ¿A dónde fue? - Preguntó contra el cuello de Mina. Su cuerpo todavía erizado.
Su atención fue desviada cuando la puerta se abrió.
-Listo, Mina - Dijo Bambam sujetando la puerta para que Chaeyoung pudiera salir.
Él empujó a Chaeyoung levemente fuera del auto.
-Cuánta brutalidad - Se quejó la coreana.
Ella sintió la mano de Mina en la suya, después escuchó el bastón ser extendido.
Chaeyoung sonrió cuando Mina tomó su brazo.
- ¿Qué pasó? - Preguntó ella guiando a Chaeyoung.
-Nada, hoy en la mañana pensé que confiaba en ti ciegamente - Respondió.
Mina sonrió, Chaeyoung podía escuchar el bastón deslizarse de un lado a otro mientras ellas caminaban. Ella frotó su nariz cuando la venda comenzó a causarle comezón.
-Y entonces pensé que no parecía algo muy inteligente confiar ciegamente en una ciega. Pero aquí estoy - Completó Chaeyoung, sonriendo.
Chaeyoung frunció el ceño cuando la risa de Mina hizo eco en un ambiente cerrado. Llegó a la conclusión de que habían entrado a un lugar con techo alto y un gran espacio. Ahora, si ella prestaba bastante atención, el derrapar y golpear del bastón también podía ser escuchado.
-Confía en mí. Caminar en la oscuridad parece fácil cuando lo haces toda tu vida - Dijo Mina llevando a Chaeyoung más cerca de ella y apresurando el paso.
La coreana tambaleó, sus pies aún pisando cautelosos, como si fuera a caer en falso en cualquier momento.
Mina se detuvo, Chaeyoung la sintió alejarse un poco y luego volvió ayudándola a sentarse en un lugar helado.
-No te quites la venda - Pidió Mina.
- ¿Qué vas hacer? - Preguntó Chaeyoung cuando escuchó los pasos de Mina alejarse.
Sin respuesta, los pasos de Mina se detuvieron. Chaeyoung pudo escuchar su voz resonando un poco más a lo lejos.
-Puedes quitártela ahora - Dijo la chica ciega.
Chaeyoung llevó las manos a la cabeza deshaciendo el nudo de la venda y retirándola. Suspiró cuando la luz débil penetró sus ojos, aunque la imagen aún era medio turbia por todo el tiempo que sus ojos se mantuvieron en la oscuridad, ella podía ver a Mina sentada frente a un piano.
La coreana parpadeó varias veces para poder enfocarla mejor. Luego reconoció el lugar en donde estaban. Ella estaba sentada en la primera fila de sillas en el gimnasio.
Sus ojos brillaron de felicidad sabiendo que Mina tocaría para ella. Ella se veía hermosa iluminada por la poca luz sobre el piano. Su largo cabello caía por su espalda, el arco ya no estaba más en lo alto de su cabeza, debió haberse caído en el auto mientras se prodigaban deseo en forma de apretones y besos.
Mina retiró una mecha de cabello del rostro y la llevó detrás de la oreja dejando a la vista su mejilla suave y ruborizada que Chaeyoung deseaba tanto poder acariciar, después pasó los dedos levemente por las teclas del piano, sin permitir que ninguna de ellas sonaran, tan solo parecía localizar cada una.
-Una vez te dije que si me leías, yo tocaría para ti - Dijo Mina viendo en dirección a ella, sus ojos castaños brillando bajo la luz. Si Chaeyoung no lo supiera, podría jurar que Mina la veía en ese momento - Y no pude encontrar nada más perfecto para tocar hoy como esta canción.
Mina flexionó los brazos. Las primeras notas sonaron como en una sinfonía de búsqueda, como si Mina estuviera reconociendo cada sonido antes de tocarlo en una canción. La mayor se detuvo, el sonido del piano resonando en el techo del gimnasio. Mina esperó a que las notas desaparecieran antes de comenzar. Su voz suave sonando en armonía con el piano.
When your legs don't work like they used to before
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In Your Eyes (Michaeng)
FanficAsí como a algunos les gusta, a algunos no. Otros solamente tienen que convivir con ella. Myoui Mina va a descubrir el mundo a través de los ojos de otra persona. La historia no es mía, así que todos los créditos a su autor o autora.