"Quiero el divorcio"

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Lauren aún tenía presente ese día como si fuera el único recuerdo que giraba en su mente.
Quería hacer lo que fuera para olvidar esa noche.
Iban a cumplir 2 años de casados Sebastian y ella.
Ellie, su bebita, tenía 1 añito.

(...)

Estaban en su departamento en la Ciudad de Nueva York, era una de esas noches dónde Robert y Sue pedían estar con Ellie, decían que por que querían pasar más tiempo con ella, pero todos sabían que era para consentirla como nunca con muchos juguetes y ropa.
Sebastian y Lauren acababan de disfrutar de una sencilla y linda cena.
Estaban acostados en su sillón, envueltos en una cobija.
—¿Qué te pareció la cena?—preguntó Seb acariciando la punta de su nariz
—Estaba muy rica—sonreía la morena—Deberías de cocinar más seguido.
—Ambos sabemos que no queremos que la cocina se queme
—Tú tienes menos probabilidad de hacerlo, yo siendo de un país dónde eso es arte sólo hago cagaderas—reía sonrojada.
Sebastian le robaba un beso tierno.
—¿Te he dicho lo mucho que me gusta que digas tus cosas en español?—preguntó
Ella asintió tontamente pues el tan solo tenerlo ahí, frente a ella, la dejaba sin sus 5 sentidos.
La chica recorría las mejillas ligeramente pobladas de barba de su esposo muy suave, como si se tratara de algo que no quisiera lastimar.
—Te amo—le dijo sonriendo
—Te salió tan natural...—sonrío el chico sonrojado
—Cómo es realmente—respondió la morena casi en un susurro.
Ambos se juntaron en un beso tierno y soltaron un ligero suspiró.
—Tengo que ir al baño—se quejó Sebastian hundiendo su nariz en el pecho de su chica.
—Pues ve, antes de que nos mojes a ambos—reclamó ella
—Uh, me gustaría ejecutar esa acción—gruñó travieso él mientras le robaba otro beso más profundo. Lauren sólo le dió una nalgada y él siguió su camino.

Ella aprovechó para estirarse sobre el largo sillón, en esos movimientos sintió que uno de los celulares vibraban debajo de su espalda, tomó el de ella, no, era el de Sebastian, un número no registrado.
Tomó la llamada y antes de que ella pudiera averiguar la identidad detrás de la línea, alguien habló.

—¿Ya se fue la sugar baby de Downey?—reía coqueta la línea contraría, su risa era la típica de esas mujeres que lograban conseguir lo que querían con una llamada como esa.
A Lauren se le sumió el estómago y temía por hablar; pero ella seguía hablando—Yo sé que no debía llamar ahorita, pero mierda querido, te extraño tanto....Rusia pide a gritos tu tacto...

Con lágrimas estancadas por fin habló.
—¿Quién carajos eres?
Hubo un silencio dónde ella puede jurar que la otra mujer tembló al oírla.
—¿Sebastian?
—No te hagas idiota ¿Quién eres?
La llamada se terminó y Lauren comenzaba a sentir toda su atmósfera diferente, cada detalle le resultaba ridículo.
Negó por un momento intentando asimilar que eso no pasó, no acaba de pasar....
Empezó a derramar lágrimas y a ocultarlas entre sus manos y sus mejillas.
—¿Ahorita que película quieres ver amor?—preguntaba Seb llegando del baño, aunque se detuvo en seco al verla jorobada entre las palmas de sus manos—¿Qué pasó estás bien?
Ella no contestaba y no creía lo que acababa de ocurrir.
—¿Cielo estás bien?—volvió a preguntar intentando acercarse a ella, pero solo consiguió que ella lo manoteara de repente.

—¡No me llames así!—explotó dejando ver las lágrimas que se juntaron en sus cuencas—¡Acabo de entender por que estuviste ausente todo el año pasado!
Sebastian la miraba asustado.
—¿De qué hablas?
—¡No me quieras ver la cara de estúpida Sebastian!—se paró ella molesta emcarandoló—Te acaba de llamar una mujer con la voz más resbalosa y asquerosa que yo jamás haya escuchado.
Seb se quedó estático y negaba con la cabeza.
—N-No,ella es una amiga solamente que conocí en el rodaje—dijo sin dejar de verla nervioso
—¡Me queda claro que la conociste ahí!—le gritó entre lágrimas—Sólo has hecho rodajes fuera del país para una película
Ella cubrió su boca después de darse cuenta que el tarado no negaba no conocerla
—¿¡¡Por esa mujer faltaste al primer año de tu hija Sebastian!!?
—No Lauren...
Ella negaba destrozada, ahora todo tenía sentido.
—¿¡¡¡Por eso me hablaste todo despeinado en tu cama de hotel?!!! Para pedir disculpas a mi y a la niña?!?!
—Lauren entiende por favor ¡NO PASÓ NADA!—explotó él también
—¡NO TE CREO!—estalló ella casi rompiéndose la garganta, pero el dolor que estaba sintiendo era más que el físico—CASUALMENTE UN NÚMERO DESCONOCIDO TE MANDABA FOTOS SIN ROPA-ella negaba entre lágrimas—¡M-Me hiciste creer que era un virus y hasta cambiaste de teléfono...!
—Eso no significa que me metí con ella—le dijo él con voz cortada.
Lauren tomó aire y con mucho dolor pensó lo que estaba apunto de decir.
—Jurame por el amor que le tienes a tu hija, ya ni a mi. ––decirlo era como si alguien la estuviera torturando - ¡Si amas a Ellie, juráme que no me has estado engañando con esa tipa!

Todo se derrumbó cuándo él se le quedó viendo en silencio y en como sus ojos se llenaban de lágrimas poco a poco y esas mismas amenazaban por resbalar sobre sus pómulos...
—Lauren...
—Te di todo—le dijo sollozando y negando-Nadie me había hecho sentir lo que siento por ti. Te entregué mi corazón. Mi cuerpo de una manera sincera. Te di una hermosa niña. Quize estar contigo. Sólo contigo.
Él empezó a llorar
—¿Que hice mal?—preguntó mientras su maquillaje se corría—¿No soy lo suficiente?
—No, no digas eso, n-no hables en pasado. Yo te amo-le dijo ahogando sollozos
La morena negó con todas sus fuerzas
—¡Ni siquiera piensas en Ellie...!
—¡LAS AMO A LAS DOS!—grito llorando Sebastian acercándose a ella—¡USTEDES DOS SON LO MEJOR QUE ME PUDIERON HABER PASADO! ¡USTEDES SIEMPRE ESTÁN CONMIGO!
—¿¡Y TU HIJA ESTUVO CONTIGO CUÁNDO TE REVOLCASTE CON ESA ZORRA?!—se volvieron a quedar en sielncio y ambos estaban colorados del esfuerzo que implicaba llorar— ¿¡PENSASTE QUE MIENTRAS TÚ ESTABAS CON ALGUIEN MÁS COGIENDO, TU HIJA ESTABA ESPERÁNDOTE EN SU PRIMER CUMPLEAÑOS?!
El chico desvío la mirada y se pasó las manos por el cabello.
Lauren cerró los ojos tratando de calamarse.
Se alejó de él y como pudo hizo una maleta con lo que pudo encontrar, tanto de ella como de la niña. La cabeza comenzaba a punzarle y a jugarle a los mareos.
Sebastian la llamaba desde la sala y ella hacía caso omiso mientras terminaba de hacer la maleta improvisada.
Cuándo se dirigió al marco de la puerta para cruzar al pasillo, Seb se posó enfrente, con los ojos hinchados y aún con lágrimas, el color de ellos era más real....más azul,más profundos. Aquellos ojos que la hicieron sentir...
—No quiero volver a verte...—sollozó molesta agarrando la maleta y empujándolo.
—No Lauren no te vayas...—la tomo él de la mano que tenía libre.
—Quiero el divorcio—le soltó de golpe Lauren volteando para manotearle-No quiero que me busques. Que te pares en mi casa. Para mi ya no existes. Vete con ella,al fin y al cabo,por lo que me di cuenta, yo te aburro...
—¡Lauren, no!—la volvió agarrar pero ahora de los brazos, pero ella de un jalón le soltó una bofetada, tan fuerte que ella sintió un dolor punzante en su palma.
Le vió mientras se tocaba la mejilla llena de lágrimas.
Con una última mirada de odio, azotó la puerta y salió escaleras abajo. Dejando un departamento lleno de recuerdos, risas y besos.
Tomó el primer taxi al aeropuerto. Y pagó el primer vuelo a Canadá.
Definitivamente ir a California a casa de sus padres no era una opción, le mando un mensaje rápido a su papá, lo entendería, además, él jamás cuestionaba cuando se iba con Annie.
Estaba destrozada y literalmente en pijama, sólo se puso una chamarra larga sobre ella;su maquillaje estaba regado entre sus chapitas que seguían encendidas.
Sebastian marcó varias veces, y ella terminó por bloquearlo. En las largas horas de vuelo, Lauren no dejaba de llorar. Y creía que no iba a poder dejar de hacerlo en mucho tiempo.

(...)

¿Nσɾƚҽ σ Sυɾ?- || Sebastian Stan & Luke Hemmings ||EscribiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora