¿Nσɾƚҽ σ Sυɾ?- || Sebastian Stan & Luke Hemmings ||Escribiendo

"Aprende a soltar Lauren"

—Oiga ni que fueran los Oscares—reclamaba Lauren estupefacta por teléfono, el precio del salón era DEMASIADO, claro que tenía dinero, pero definitivamente le querían ver la cara de estúpida—Están dementes. No, no, no, ni que fuera el único salón en Londres. Adiós.

—¿Cómo va la búsqueda?—preguntó su papá llegando de repente y llendo directo a cargar a su bebé y tomarla para llevársela a escondidas.
—De la cola, gracias por preguntar–le respondió sarcástica la chica  echándose en la silla del estudio sobándose el tabique nasal—Todavía falta la iglesia. Madre mía.

Cerró los ojos, esperando a que su estrés bajará y se dejó llevar por el aire que entraba por el ventanal e intentó relajarse.
Su celular comenzó a vibrar en el escritorio. Era Bárbara, su abogada.

—¿Aló?—contestó fresca—Sí, sí, dime... De acuerdo—dejó caer su cabeza hacia atrás de golpe conteniendo las lágrimas—Ahi estaré. Gracias Barb...
Colgó y sin más, se dejó caer sobre la mesa.

Se recostó en sus brazos mientras sus dedos se aferraban a sus chinos y tiraba ligeramente de ellos, implorando piedad y ayuda.
Ni siquiera estar distraía servía de nada, siempre regresaba a  lo mismo, llorar, beber, vomitar y dormir entre su húmeda almohada.

—Mami—la llamó de pronto su bebé
Se levantó y la vió paradita con su mamila llena de leche y sus ojitos tan confusos—¿Por qué estás llorando?

Lauren se secó las lágrimas avergonzada y negó tomándola para subirla a sus piernas.
—Por cosas de adultos—evadió ella el tema—A veces, mamá tiene días raros...
—Tía Annie dice que la tía Cara es rara—dijo la bebé
—Exactamente, así de locos son esos días
—Qué feo—ambas rieron ligeramente—Pero no me gusta que eso pase mami
—Lo sé mi amor...pero no siempre uno controla esos días ¿sabes?

—¿Cuándo volveremos con papá?

Jaque.

—Deja que arreglemos él y yo un asunto y te prometo que tan pronto como tú crees, estarás con él—sonreía si mamá

—¿Tú no?
—No cielito, quiero mucho, mucho a tu papi, pero, por una cosa, él y yo ya no vamos a vivir juntos.

La nena se quedó en silencio y se balanceaba en su lugar sin despegar su boquita de su mamila.

—Perdóname—se lamentó la morena tocando el pelo rizado de su bebita—Pero esto no afecta nuestra relación hacia ti... Ambos te amamos demasiado y no te vamos a dejar solita ni aquí ni allá.
—Yo sé, que mi papi, te ama mucho, él me lo decía todas las noches antes de dormirme

Lauren sonreía entre lágrimas.

—Me consta—dijo—Pero mira, ya me cansé de andar buscando lugares para la boda de tu tía, ya me harte. ¿Qué quieres hacer?
—¿Jugamos al Aplauso Escondido?
—¿Ay, el de la película de terror? Tu tía Cara realmente se esta ganando unas buenas patadas en el trasero—se quejó la morena haciendo un puchero
—Tú tienes más trasero
—¡Oyéme enana traviesa!—reclamó agarrandola para hacerle cosquillas y provocando que ella se retorciera entre sus brazos.

Ambas entre carcajadas cayeron a la alfombra y sin soltarse la una a la otra.
—¡Ya mamá ya! ¡Mi pancita esta dura!
—¡MUAJAJAJAJA! —una voz extra y grave las asustó a las dos provocando que ambas soltaran un grito
—¡AHHHHHHH!
Chris soltaba una carcajada retorciéndose en el marco de la puerta.
—¡Ay pedazo de idiota!—gritó la morena con el cabello en la cara—Ellie, sólo mamá dice eso
—¡Sí mami!—carcajeó la bebita en el piso y poco a poco se levantó para ir a los brazos de su tío favorito—¡Tío, nos asustaste!
Chris la tomaba en brazos y la llenaba de besos, sin esperar a que su ahijada recuperará todo el aire que se iba en sus risas.
—Ay preciosa, te juró que no pensé asustarlas a ambas—sonreía ampliamente y estrechando aún más a Ellie—¡Uy cuánto te extrañé pedazo de amor!
Bajó la vista y vió a su mejor amiga tendida con un brazo sosteniendo su cabeza y mirándolo muy, muy sarcástica.
—Difícil de creer, pero a ti también te extrañe Downey—sonrío
—No sí, ya veo—dijo ella seria
—Ya pues, ven aquí—Chris con un brinco la levantó del piso y la abrazo, acción a la cuál Lauren no pudo resistirse, hace cuánto que no lo veía, tanto que contarle.
—Yo también te extrañé—sonrío ella aferrándose a él.