OBSESSION (Obsesión o quizá...?) [Sehun y Tú]

IV

El pensamiento es la actividad mental, y, por tanto, cerebral, que tiene lugar en ausencia de la cosa misma sobre la que se piensa. El cerebro no se para nunca pues, mientras funcione, estamos pensando de un modo u otro, o procesando información de manera inconsciente. Una mente sin pensamientos tiene poco sentido, sería algo así como un recipiente vacío y, por tanto, un mero adorno.

°|Ignacio Morgado Bernal|°

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Lo intenté.

De verdad siento que lo hice. En serio traté, traté con toda mi fuerza. Pero no pude. Al final no pude.

Por eso seguía saltando la cuerda en mi jardín, bueno empecé ahí no veía nada de malo continuarlo en el jardín en que me encotraba justo ahora. Justo cerca a "ella".

Hice lo posible y lo sabía mientras sudaba sin parar. Hacer ejercicio generaba en mí perder el tiempo de una forma recompensadora, demostrar que no era necesario desperdiciar mi tiempo en ella. Suena tan contradictorio en mi cabeza que sentí que el ejercicio si funcionaba. Debía reconocer que después de un par de horas subía a mi cuarto y el cansancio me dejaba dormir como muerto sin pensar en nada mas que en ponerme en forma.

Extrañar el baloncesto estimuló que pusiera más entusiasmo. El siguiente curso regresaría al equipo después de todo un año sin práctica. Buscar estímulos diferentes hacía la diferencia un poco. Y funcionaba para mí, en parte.

Hice todo lo posible en no incomodarle pero fué inevitable no cruzarme en su camino de vez en cuando. Además era "inevitable" también para mí, para ella... bueno supongo que era lo contrario.

Caminé en dirección a mi habitación después de una tarde muy extensa y axhaustiva debo admitir y como varias veces que sucedian estos cortos y pequeños momentos en los que cruzábamos miradas al percatarnos de nuestra presencia, apareció frente mío llevándose una pila de panqueques en un plato que sostenía con ambas manos. Me detuve esperando que se adelantara al subir las escaleras, no dijo nada como siempre y sospeché que se metió uno a la boca a propósito para evitar decirme algo. Rodé los ojos, "¿Cómo si quisiera hablarme?" "Claro que no. Imposible". Comencé a subir detrás de ella cuando retrocedí un par de gradas por su repentino giro.

-Acabo de hacerlos, si quieres puedes tomar algunos para comerlos. Hice varios-siguió mordiendo el panqueque después de aquello y siguió su curso.

Levanté una ceja sorprendido. Pasó como dos semanas desde el incidente de "la tregua" pero en ningún momento nos dirigimos la palabra, hasta ahora. En frente de Abu un saludo y ya. Pero a solas nada, al menos de su parte.

(+)(+)

El vapor llenó todo el baño y yo continué parado en la misma posición de hace diez minutos sintiendo el agua tibia correr por mi cuerpo refrescándome por completo, pero mi mente aún cansada no dejaba de recriminarme.

La necesitaba, la necesito. Verla ya no era suficiente. Esa tranquilidad que emanaba cuando la miraba no era nada bueno en mí. Era como depender de su imagen y eso no tenía ningún sentido a este paso. "¿Qué ocurre?" No sólo era eso. Con sólo verla también regozigaba mi ser en saber que se encontraba bien, sana y a salvo bajo este techo. Bajo la supervisión de Abu. Significaba en palabras simples que no quería que le pasara nada malo. No sólo verla me bastaba y de nuevo el pensamiento surgió.

"Quiero más"

La única solución estaba flotando justo entre al agua y el azulejo frente a mis ojos cuyas gotas que salpicaban de mi cuerpo hacia ellas empezaron a verse tan lentas que pensé que el tiempo se detuvo. "No lo pienses". El sonido desapareció en ese instante. Cerré los ojos para no leer esas letras imaginarias que se formaban con las gotas. "Me volví loco" pero no por lo que se me vino a la cabeza, por el contrario, por lo que implicaba hacer que sucediera aquello.