OBSESSION (Obsesión o quizá...?) [Sehun y Tú]

VII

— ¡Mi muchacho!

Bajé del coche sonriendo, caminando deprisa donde el abuelo, quién venía de la puerta principal con un bastón. Finalmente podía verlo.

— Es muy temprano para que salgas abuelo... Te enfermarás.

Sentí un golpe en la cabeza de su bastón antes de reaccionar con una mueca de dolor me abrazó para guiarme adentro.

— Seré un abuelo pero sigo moviéndome por todos lados.

— Extrañaba tu humor, de hecho me parece que despertaste muy alegre. — sonreí sobándome la cabeza aunque no dolió tanto me gustaba hacerme el mártir a veces para hacerlo sonreír. Era evidente el cambio. El abuelo tenía de nuevo esa luz en el rostro, aquel que desapareció cuando Eve se fue.

— Siempre madrugo, además es navidad. Feliz navidad.

— Feliz navidad, lamento no venir más antes.

— Sueles perderte bastante, me acostumbre— sonrió entrando a la cocina— desayunemos juntos, tu abuela sigue durmiendo, comeremos pastel. Tu madre trajo un par de su receta especial para nosotros.

— Sólo vine por algo, pero podré comer pastel de mamá un poco. ¿____ sigue estando aquí?

— Te serviré chocolate caliente. No puedes negarte — cortaba dos buenas tajadas del pastel de mi madre y dejando uno sobre la mesa me miró— si, ella y su madre se quedaron toda la semana aquí. Siguen durmiendo, nos quedamos hablando hasta muy tarde.

— ¿Entonces ella aún sigue en la habitación de Eve?

— Su madre está durmiendo ahí, _____ está en la tuya...

—Ah...

— ¿Creí que te molestarías? — negué con la cabeza, pero antes que pudiera mencionar algo más lo interrumpí.

—Abuelo subiré a dejarle esto — señalé mi mano con el obsequio— luego bajo y termino de comer el pastel contigo.

— Claro, claro sube... pero Sehun — giré en medio de la puerta para verlo— _____ habla de ti con frecuencia, desde que llegué a casa solo hace preguntas sobre tu persona después de finalizar alguna charla.

— ¿Preguntas?

— Sobre cosas que te gustan, o que hacías cuando mi niña seguía viva... No soy tonto lo sabes, pero creo que ____ siente curiosidad por ti. No preguntes como lo sé, solo lo presiento.

— Creí que me odiaba, hice que se enojara la última vez que hablé con ella.

— ¿Entonces por qué quieres dejarle algo si piensas eso?

— Porque le debo una disculpa. — asintió lentamente.

— Solo sube, o de lo contrario te daré un sermón que no te esperas.

— Enseguida bajo...

No entendí porque era que _____ estaba en mi habitación en primer lugar teniendo una habitación libre de invitados, tampoco entendía como es que le dieron permiso en que entrara ahí. Mucho menos no tenía sentido que preguntara por mí con los abuelos.

Extrañado abrí la puerta de mi habitación, mi visión chocó con _____ sobre mi cama con la mitad de la colcha en el suelo haciendo notar que llevaba puesto no un pijama normal, tenía una camiseta rasgada y hacia ver parte de su piel desnuda en la parte de su abdomen, una de sus piernas estaba descubierta notando que llevaba un short, pero lo que me llamó la atención fue el pearcing que tenía en su plano vientre. Abrí los ojos acercándome un poco por curiosidad en el intento de haber visto mal desde la distancia en donde estaba. No esperaba saber que tenía uno ahí, subí la mirada pasando por su camiseta haciendo notar parte de su clavícula, su cuello y finalmente sus labios semiabiertos. Suspiró ocasionando que su pecho se inflara llamando mi atención. Desvié la mirada comprendiendo que era mala idea seguir observando, era una buena opción despertarla pero no tenía idea de saber cómo reaccionaría al verme.