VII

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—¿Y? ¿Cómo te ha parecido hasta ahora?—pregunta Bárbara curiosa mientras servía un trago y se lo entregaba al cliente.

—Bueno, hasta ahora nada nuevo... Es divertido la verdad, la gente aún no está tan borracha...

—Ah, pero espérate que luego se pone bueno—se ríe—. Oye... Constanza me comentaba que tú te ibas a tomar la foto hoy, ¿cómo estás con eso?

—Bien, o sea, no es seguro, me dijo que dependía de cómo lo hiciera ahora así que aquí estoy poniendo mi mejor cara... ya me duelen las mejillas de tanto sonreír—se quejó con una falsa sonrisa mientras terminaba de servir su vaso—. ¿Con Sprite me dijiste?—se dirigió a la persona tras del bar y este asintió.

—Te va a ir genial—aseguró la morena mientras recibía el ticket y tomaba una botella—. Mi consejo es que nunca demuestres estar nerviosa, porque han pasado muchas chicas dónde estás tú ahora pero no las vuelven a llamar, Constanza es muy estricta ¿sabes?

—Entonces que bueno que ni siquiera conozco al que canta ahora, porque si me traen al papasito de Lenny Tavarez no sé qué haría...

—Uff, cuando estuvo Dalex le tuve que decir a Vicky que fuera ¡te juro que lo amo!

—Me sorprende que esa otra se haya podido controlar—ríe. Las personas dejaron de hacer la fila y comenzaron a amontonarse más pegadas a la tarima. Renata miró la hora en su teléfono, quedaban apenas cinco minutos.

—Oye Rena ¿y tú qué haces normalmente en tu vida?

—Estudio periodismo, ya estoy haciendo mi tesis ¿y tú?

—Gastronomía, estoy ahorrando para irme pa' los Europas y perfeccionarme en Francia o Italia, me gusta ese estilo.

—Mira tú, qué rico, ¿te gustaría tener un día tu propio restaurante o algo así?

—¡Es mi sueño! Me falta poco sí, espero a fin de año ya tener todo listo para irme... Oye, ¿y cómo es que no conoces a Rauw Alejandro? ¿Qué clase de música escuchas?

—¿Rauw dijiste?—cuestiona sorprendida.

—Sí ¿qué tiene?

—No, nada. Solo que me recordó a un apodo...

—¿Te decían Rauw?—. Levanta las cejas sorprendidas—.  ¿Acaso por la R de Rena? Me gusta más Rex en ese caso...

—No, no, pasa que una vez tuve un ex que le decían así y me acordé porque no es común, pero hace años sí, fue mi primer ex.

—Uff, nada como ese ex que te marca toda la vida ¿o no? El mío me sale hasta el la sopa, te juro que fijo me lo topo una vez por mes... igual por eso me dan ganas de irme lejos, ¿te imaginas me lo encuentro allá?—ríe mientras le pasa un paño a la barra.

—Ah, yo no sé nada de este desde que lo dejé—se encoge de hombros—. Es que yo vivía en Puerto Rico y ahí anduvimos, pero cuando me devolví de di block para no saber más de él—mira de reojo a Bárbara, quien sostenía el trapo  en su mano.

—Auch, eso sí que tuvo que estar feo—enarcó una ceja—. Bueno, nunca me dijiste que música te gustaba... te ves un poco indie con los colores de tu pelo—dice y Renata ríe. El animador entra en el escenario y se nota cómo la gente comienza a acelerarse, el show está pronto a empezar.

—No, soy más clásica—grita para que la otra chica la pueda escuchar sobre el animador—. Me gustan los Beatles, Queen, Guns N' Roses y ese estilo...

—Vaya, escuchas lo mismo que mi papá—bromea la morena—. ¡Me caes bien, ojalá Constanza te deje!

En ese momento las luces se apagaron de golpe y se escucharon fuertemente los gritos de las mujeres.

Cuando se encendieron nuevamente iluminaban a un chico en medio del escenario rodeado de otras dos personas, parecían bailarines. Era moreno, estaba usando gafas y tenía el cabello trenzado, los tatuajes sobresalían por su cuello y sus manos descubiertas. Era tan extraño, tan diferente y tan familiar a la vez. No lo podía creer.

—¡Bárbara agárrame que me va a dar algo!—grita y toma de la mano fuertemente a la morena.

—¿Amiga estás bien? Pensé que no te gustaba Rauw Alejandro

—Es él—asegura, su compañera la mira expectante y con confusión. Hace una pausa para recuperar el aliento que no se dio cuenta que había perdido—. Él es... ¡mi ex!

***

—¿Rena, estás segura que estás bien?—pregunta preocupada, había pasado aproximadamente media hora desde que empezó el concierto.

—Sí, estoy bien, solo que me tomó por sorpresa—dice mientras saca dos vasos y comienza a vertir el vodka sobre estos—. Voy a pretender que no es él, no lo voy a mirar y cuando llegue la hora de la foto voy a actuar como si nada hubiera pasado...

—¿Pero cómo vas a hacer eso? Si quieres le decimos a Constanza que te sentiste mal y yo me la tomo.

—No sé si funcione Barbs, porque mañana es el día dos y asumo que ahí me hará ir a mi. Prefiero que sea ahora y que acabe de una nomás, no sé cómo lo haré pero tengo que... me la puedo—la mira antes de entregarle los vasos a sus clientes. Las voces se detiene por un segundo, pero la música sigue.

—Bueno, si tú lo dices... No es por nada pero creo que te está mirando...

—Ay no webees—agacha la cabeza y sirve más pedidos frenéticamente.

—Si quieres evitarlo, no mires, pero si quieres un momento de conexión míralo ahora ¡dale, ahora!

Renata sentía la necesidad de mantener la mirada clavada a la barra, tenía miedo. Pero las ganas de saber, todas las noches sin dormir en que se cuestionaba "¿que hubiera pasado si?" la hicieron mirar, pero ahí estaba él, sonriendo tomando un brasier que alguien había lanzado a la tarima y lo miraba, leyendo las cosas que ahí tenía escritas.

—Demasiado tarde amiga—dice la morena mirándola de reojo y la castaña baja la mirada—. Lo pensaste mucho.

Renata suspiró y continuó su trabajo, no volteó ni una sola vez a mirar nuevamente al puertorriqueño, ni siquiera por mera curiosidad hasta que finalizó el concierto. Entonces aparece Constanza a paso firme y apurado.

—¡Renata! ¿Estás lista? Hiciste un buen trabajo hoy—afirma—. Te veías muy concentrada, me encantó esa actitud.

—Gracias—dice mientras retoca su labial. Bárbara estaba preparando una bandeja con un par de botellas de diferentes marcas de vodka parte del mismo holding y la castaña la toma.

—Vamos, sígueme—dice Carlos, quien portaba una cámara. Le da una última mirada nerviosa a Bárbara, quien le sonríe y le levanta un pulgar sin que Constanza se de cuenta.

Intentaba mantener su respiración tranquila. Tampoco era para tanto, solo se iba a encontrar con una persona que no veía hace mucho. Bueno, a eso se le suma que se podía arrepentir de un par de cosas, pero la verdad es que ya han pasado varios años. Quizás Raúl no guardaba muchos rencores.

Sea como sea, se armó a sí misma y se demostró segura y firme, aunque por dentro sintiera que podía botar la bandeja en cualquier momento.

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Bueno, no es mucho pero es honesto. Lo escribí con cariño y espero que les guste! Pronto estaré actualizando nuevamente. Cariños! Muchas gracias por leer, votar y comentar 😍🥰

3AM | Rauw Alejandro |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora