Capítulo #2 Mi amigo Luis

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A veces mi hermana y mi madre me dicen que hay momentos en que me quedo atontado, pero  pienso en lo que hicimos mi amigo y yo. Y no llego a creermelo. No me arrepiento de nada, me lo estoy pensando si repetirlo o no...

Para ese entonces yo tenía una gran disputa conmigo mismo sí seguir con mi vida y mi novia como hasta ese momento debido a la gran polémica religiosa que se vivía en mi casa. Yo tenía una novia llamada Margarita con la cual podía decir que vivía una relación bastante estable. Pero en mi cabeza no dejaba de ronda la idea de disfrutar de mi amigo Luis y sentir la locura del éxtasis que el me hizo sentir. Para mi realmente era una locura porque tenía algo formal con una mujer pero nunca dejaba de pensar en lo bien que me sentía con mi amigo. Con él tiempo las cosas con Luis se tornaron muchísimo más fuertes de lo normal, lo visitaba con más frecuencia, salíamos muchísimo. Ya hasta mi novia para esos tiempos(Margarita) estaba bastante celosa porque no le dedicaba el tiempo suficiente como para suplir la relación que tenía con ella. Los encuentros con Luis empezaron a tornarse bastante picos ya lo besaba con pasión, lo acariciaba con placer, lo abrazaba con ganas de meterme dentro de su cuerpo, susurraba que me gustaba, me refregaba contra el porqué mi cuerpo me lo pedía, sentía todo su cuerpo entero, parte por parte mientras estaba allí junto a él. Él deseo a veces era tan grande que gemía de puro gusto y placer, me sentía como en un sueño lleno de placer y pasión, de ternura amor y relax… Así pensaba yo durante todo él tiempo que tuve junto a Luis.

Recuerdo una vez que estuvimos de paseo con una amiga para uno de los paramos de la ciudad en donde vivimos. El paseo desde que partimos hasta que llegamos al parque nacional fue lo máximo. Hablamos y hablamos hasta aburridos nosotros... Yo, como siempre y él más enamorado de todo no dejaba de mirarlo porque realmente me encantaba Luis aunque yo no sabía los planes que tenía en ese momento mi supuesta amiga. Total, llegamos al parque y empezamos a subir la montaña, yo realmente por equis cuestiones nunca me atreví a agarrarle la mano, pero mi amiga no lo soltaba y como toda persona que siente, sentí celos por un momento.. En fin, cosas que pasan, y cosas que realmente tenían que pasar.. Luego te todo este viaje llegamos a casa de Luis, nos encerrados en su cuarto, y yo no tuve más que que acercarme a él poco a poco y besarlo como nunca había besado a alguien. Todavía recuerdo esos labios suaves y encantadores. Era perfecto él agarre de sus labios con los míos...

Pero en medio de todo su susurro en mi oído me hizo abrir los ojos; y con locura pedía que me acostara con él.. Yo sin palabras no tuve más que  quedarme sorprendido de su vena poesía y de su homosexualidad….

Curiosamente él  pensaba que yo también era homosexual porque ¿que tetero iba a disfrutar como yo lo estaba disfrutando?…. Las ganas de tenerlo cerca eran enormes que sobrepasaban mi propia voluntad. Todo empezó y cada uno de nosotros se fue hundiendo en un mar de pasiones desenfrenadas. Con Luis fue totalmente diferente, mi pene entro suave y despacio mientras el disfrutaba y gemía de gusto, era evidente que ya no era virgen…. Note como su estrecho culo se abría y dejaba paso libre a la locomotora de carne caliente de mi cipote, las paredes de su culo me apretaban la polla y me hacía sentir gran placer mezclado con unas cosquillas que me hacia gemir con la sonrisa en mi rostro, ¡dios mío que locura!, ¡dios que placer tan inmenso!, estaba disfrutando del sexo como nunca antes lo disfrute..

Luis disfrutaba y yo disfrutaba, el se incorporo un poco, se puso de pie pegado a mi, sus manos apretaron mi cuerpo contra el suyo, yo que enseguida aprendí a disfrutar del cuerpo de Luis, me pegue a su cuerpo y con mis brazos lo abrace, mis manos tocaban sus pezones, sus testículos y lo pajeaba, su pene dura en mi mano apretándole el miembro. Mis labios lo besaba en la espalda, en el cuello en los hombros y le decía cosa…

Mi cara se refregaba en sus hombros, mis labios besaba su cuello, el se giro y nuestras bocas se besaron…..disfrutamos como dos locos de amor, de sexo, de pasión, de ternura… Disfrute como nunca, mi pene dentro de Luis, mis manos en su cuerpo, mi lengua en su boca, y el placer tan intenso que estaba teniendo no me apetecía que se acabara nunca, deseaba estar así siempre, cerré los ojos y disfrute de su cuerpo entero….. Me corrí…… Me corrí dentro de su cuerpo con gran placer, mis piernas temblaron mi vello se me puso de punta. La piel se me puso de gallina y mi grito de puro placer creo que lo escucharon los vecinos, pero me dio igual, el gusto que sentí era por primera vez sentido en mi persona, en mi cuerpo…Muy despacito abrazado Luis y gimiendo, sintiendo verdadera divinidad, el se aparto y me empujo con las manos en mis hombros hacia abajo, me arrodille y sin más preambulos le practiqué sexo oral.

Mi cuerpo estaba todavía en estado de placer, ni siquiera abrí los ojos, el se zafo de mi, me agacho y me introdujo su pene en mi boca le hice sexo oral gimiendo del placer que tuve. Cuando cada vez esa hermosura de cipote entraba y salía de mi boca, cada vez más deprisa, hasta que note como salía un chorro de rica leche caliente pero como la polla de Luis inmensa metida en mi boca hasta tocar mi garganta, sentí como su semen se resbalaba en mis dientes y como salía de mi

El se corrió en mi boca, en mi cara, como yo hacía con Margarita y yo me corrí en su culo…Y ambas cosas me dieron placer…

Se agacho y me beso en la boca, me lamio las gotas de semen de la cara y me la dio con su lengua, dios que locura de placer pues mi cipote estaba palpitando más duro que el mármol y apenas me lo toque y volví a correrme otra vez, Los besos de Raúl con la boca con la lengua y la cara llena de semen, me puso fuera de mi y me corrí otra vez. Dios bendito que polvo más rico…..

Nos acostamos en su cama y estuvimos besándonos y amándonos toda la noche, follamos de todas las formas que me enseño, y por primera vez en mi vida disfrute del sexo…

Al día siguiente nos llama su madre que recién llegada de guardia en él hospital

-Vamos dormilones a comer que ya está la mesa lista con la comida..-

Nos levantamos y nos dimos cuenta de que la sabana de Luis estaba manchada de sangre, nos quedamos mirando el uno al otro y el la recogió las sábanas de las dos camas y las llevo a la lavadora.

Días mas tarde folle con Margarita y nada que ver en como lo pase aquella noche con mi amigo…

Después de días de todo esto cosas seguían cambiando, ¿tal vez mas tranquilas? No lo se...

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