Capítulo X: Monster

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Al salir del hogar de Katsuki, Izuku se dirigió hacia el negocio de Shinso. Sólo con pensar en volver a ese lugar le producía náuseas, pero tenía que hacerlo para mantener a salvo al rubio.

Estaba deambulando por las calles puesto que no sabía exactamente dónde estaba. El día en el que Katsuki lo sacó de ahí estaba tan sorprendido de lo que pasó que no puso atención al camino.

Pasó por varias calles, incluso dio vueltas innecesarias más de una vez. Era de madrugada y tenía frío, y la sudadera que llevaba no le ayudaba mucho. El frío viento se colaba entre su ropa, provocándole pequeños escalofríos. Se abrazaba a sí mismo y frotaba sus manos con sus brazos para intentar calentarlos un poco pero era en vano.

Lo único que sabía de la ubicación del prostíbulo era que estaba a unas cuantas calles cerca de su antiguo departamento, pero ahora ni siquiera sabía dónde se encontraba este.

Tuvo la idea de preguntarle a alguien dónde estaba, pero todos lo miraban con temor y caminaban más rápido así que esa idea fue descartada.

Detuvo su caminar un momento, y sin importarle se apoyó en una pared y se dejó caer. No sabía cuanto tiempo había estado caminando, y al no estar acostumbrado a ello sus piernas ya dolían así que ecidió descansar un poco.

Mientras tanto, varios pensamientos cruzaban por su mente. ¿Qué fue lo que sucedió con Hitoshi luego de que huyeron? De seguro estaba furioso por todo lo que pasó. Tenía miedo de llegar y que le hicieran algo.

Las escasas veces que un Omega huyó de ahí siempre lo encontraban, pero Hitoshi era precavido, así que dejaba que transcurrieran varios días, semanas e incluso meses para luego buscar a ese Omega. Dejaba que se acomodaran y que formaran una nueva vida, donde no se preocupaban por ese lugar, haciéndoles creer que eran libres de sus cadenas para luego destruirlo todo.

Una de esas Omegas fue Ochako Uraraka. Ella tenía muchas cicatrices en todo su cuerpo, mayormente en el abdomen y muslos, además, tenía dos cicatrices enormes que llegaban desde sus regordetas mejillas hasta su frente cruzando por sus ojos. Fue gracias a Tenya, otro Omega, que no quedó completamente ciega.

Cuando ella escapó se aseguró de no dejar rastro por ningún lado, ni siquiera indicios de dónde había ido. Trabajó durante cuatro años en ese lugar sin descanso para así poder obtener suficiente dinero para comenzar una nueva vida lejos de ahí. Viajó a otra ciudad, obtuvo un trabajo mejor que ese, en el que no tenía que denigrarse para poder sobrevivir y en el que la paga era mejor, además de que en su lugar de trabajo le otorgaban los tres tiempos de comida, le daban atención médica y tenía un buen horario con jefes amables.

Los nombres de sus jefes eran David y Melissa Shield, padre e hija. David era un científico Beta con fama mundial por investigaciones sobre la biología de los Alfas y Omegas, ayudando así a la mejora de las atenciones que se recibiría para ellos, y Melissa, igualmente Beta, seguía los pasos de su padre. Era estudiante

Era.

Eran.

Después de unos meses de que comenzara a trabajar para ellos como su ama de llaves Shinso logró localizarla, y al momento de encontrarla todo pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Dos de los hombres que trabajaban para él llegaron al lugar y tocaron la puerta. Quien abrió fue Melissa, y al momento de hacerlo recibió una apuñalada mortal pero discreta. El sujeto que lo hizo la obligó a entrar, y cuando ambos sujetos estuvieron dentro la dejaron caer. David no estaba en ese piso, y Ochako estaba ocupada en el jardín. Al no escuchar nada decidió bajar y ver por sí mismo quién había llamado a la puerta, y al momento de hacerlo, el otro sujeto le cortó la garganta matándolo en el instante.

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⏰ Última actualización: May 09, 2020 ⏰

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