Camino a casa

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Zoey y Ala atraviesan la puerta del salón número 9 del 3°A, luego siguen caminando hasta llegar al arco principal inscrito con el texto "Aubery Public School" que supone la única entrada y salida de la escuela para los alumnos, de repente Ala se para curiosa y se detiene por un momento a ver la imponente y añejada estatua de Francis Coldberg Aubery, observa sus facciones, los detalles ya corroídos por la mugre de la intemperie y los excrementos de palomas pasajeras y se pregunta una cosa, ¿se hubiera imaginado el Sr. Aubery alguna vez que el mundo avanzara tanto? después de haber hecho historia y morir hace tantos años, ¿pensaría acaso que Aubery se expandiera así?, no es la ciudad más grande de los Estados Unidos pero rayos, que tan solo unas cuantas familias hayan logrado fundar un pueblo que más tarde se convertiría en una ciudad como la que es hoy es algo maravilloso, pero bueno, creo que en realidad todas las ciudades tuvieron que empezar así de alguna forma, reflexionaba Ala en su cabeza. Zoey le grita -Oye Al ¿no crees que debemos irnos ya? parece que va a llover pronto.- Entonces ella gira su cabeza, despegando la mirada de aquella estatua y dirigiéndola hacia el cielo, unas nubes oscuras cubren el manto azul y lo tornan gris, ruidos de tormenta se escuchan a lo lejos, enseguida Ala dice a Zoey -Creo que tienes razón, ¡rayos! después de un día de tanto correr habrá que hacerlo de nuevo.- A lo que Zoey pregunta -¿Te has traído el paraguas?- Ala ríe y contesta -Jajaja por supuesto que no Zoey, si lo hubiera traído no tendría necesidad de correr.-

A continuación ambas chicas corren hacia el sur de Aubery tomando la calle Millbrook, que tras un mes en la ciudad resulta ser para Ala una calle tan conocida como la palma de su mano, siempre acostumbra tomar esa calle para regresar a casa junto a Zoey, quien reside  hacia el sur, a tan solo unas cuantas calles antes de la colonia Portland, donde Ala vive desde su llegada a la ciudad. A mitad del camino Ala se adelanta a Zoey quien debido a eso puede notar que lleva algo atorado en una de las bolsas de su mochila, y le detiene gritando -¡Espera Al!-, entonces ambas se detienen y ella pregunta -¿Qué sucede Zoey?- Quién rápidamente le comenta -Pues tienes algo atorado en una de tus bolsas exteriores de la mochila.-

Ala se extraña y se quita de los hombros la pesada mochila para revisarla, y en efecto tenía una nota que estaba bien doblada por la mitad

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Ala se extraña y se quita de los hombros la pesada mochila para revisarla, y en efecto tenía una nota que estaba bien doblada por la mitad. En la parte de adelante se podía leer "Para Ala", entonces la saca de la mochila, la toma con la mano izquierda y al leer el título se siente mucho más extrañada pero emocionada a la vez. Sin embargo en ese preciso instante, en un segundo el clima se torna más hostil, y un gran vendaval pasa por donde estaban las dos amigas, ocasionando que aquella nota se escapara como pez en el río de las manos de Ala y se elevara hacia el cielo, sin embargo, aquel pedazo de papel aún era visible para ambas, por lo que decidieron seguirlo mientras pudieron. Tras recorrer dos calles persiguiendo desesperadamente la nota comenzó a llover, el clima se ponía cada vez más hostil, y las chicas chocaron con una pared de una construcción y no había nada más que hacer, Ala y Zoey solo se pudieron quedar mirando como aquella nota salía volando más alla del otro lado de la pared, y tras unos segundos de incredulidad dieron la nota por perdida, ¿quién me habrá dejado eso en la bolsa? Analizaba desesperada.

Sin embargo el incidente de la nota sirvió de algo, fue gracias a eso que después de un instante de decepción, Ala pudo darse cuenta que a un lado de ella en el muro colindante con aquella pared se encontraba pegado algo que no solo la dejó con un escalofrío, sino que alertó a todos sus sentidos, un letrero con la foto de un adolescente, que proclamaba la frase: "Desaparecido: Damian Park, el pasado 03 de Marzo, si lo ha visto favor de comunicarse al 9876212356." La lluvia corria por el cabello de Ala, le empapaba la cara y toda la ropa, pero ya nada de eso importaba, estaba petrificada, pero tenía un sentimiento aún más intenso que ese... ahora estaba decidida.

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