Decidida

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Ala estaba experimentado algo que ya había sentido antes, en medio de la torrencial lluvia que caía sobre su cabeza, percibía en su interior una sensación que le carcomía, que la dejaba congelada, miedo, quizá sea miedo, pensaba ella mientras se secaba un poco la frente, deseaba que fuera miedo, sin embargo, se trataba de una sensación de terrible curiosidad, e impasible voluntad de averiguar qué estaba pasando. Ala había heredado no solo el amor por el diseño arquitectónico y la voluntad para hacer las cosas de su padre Jack Walker, sino también el alma y espíritu inquieto de su madre Sarah quien fue investigadora en neurobiología del Laboratorio Cold Spring Harbor hasta que decidió dejar el puesto y retirarse para dedicarse a cuidar de su hija.

Ala voltea a ver de lleno a Zoey y con una mirada seria, casi penetrante le dice -Algo raro está pasando en Aubery town...-

Zoey asiente, y continúa diciendo- Tienes razón, también me resulta inquietante, estos chicos están desapareciendo y nadie hace nada.- A lo que Ala interrumpe -Es por eso que nosotras debemos hacer algo, ¿no lo crees? ¿y si esas chicos fuéramos nosotras?, me gustaría que alguien hiciera algo por encontrarnos, hay personas que llevan meses perdidas, y eso no suele ocurrir en un pueblo en donde el índice de criminalidad es cercano a cero, ¿estas de acuerdo?, cuando mis padres tuvieron que mudarse de Nueva York por trabajo y Aubery estuvo en sus opciones, no dudaron en elegir este lugar, la total paz que hace famosa a Aubery convenció a mis padres, y esto que está ocurriendo no tiene sentido.- Zoey respondió con duda -Es cierto, esto no tiene sentido y menos en una ciudad como lo es Aubery, pero... ¿Qué pueden hacer al respecto un par de chicas de 18 años?- Ala emocionada contesta- No tenemos los recursos, ni el dinero pero nadie dice que no podemos llevar a cabo nuestra propia investigación, averigüemos lo que podamos y si encontramos algo le llevaremos un reporte a la estación de policía ¿qué te parece?- Zoey acepta la propuesta algo loca de ala -Mmm está bien, de acuerdo Al, pero ahora creo que debemos seguir corriendo o no obtendremos nada que no sea una gripe.- Ala finaliza -¡Perfecto Zoey! ¡Por eso eres mi mejor amiga!, ¡Comenzamos mañana!.-

Terminando la plática ambas buscan el camino de vuelta a la calle Millbrook, y continúan corriendo su travesía bajo la tormenta hasta llegar al punto donde Zoey debe separarse de Ala, se despiden desde lejos sin parar de correr y Ala sigue corriendo ya cansada, mientras la lluvia comienza a detenerse lentamente, pasan los minutos y Ala finalmente llega a casa.

Empapada de pies a cabeza se quita los zapatos y camina cuidadosamente para no enlodar demasiado, lo cual se vuelve una tarea imposible. Su madre le esperaba en la sala con una expresión de preocupación y le cuestiona -¿Dónde estabas?, estas no son horas de volver a casa, y menos con una lluvia torrencial ahí afuera.- Ala le reprocha a su madre -Si tan solo te dignaras a ir por mí...- dice en voz baja, aquello molesta a Sarah quien la envía a su habitación y le grita enojada y resentida por el comentario de su hija -¡Sabes que si no tuviera que trabajar para pagar las cuentas lo haría!- Ala sube al cuarto y su madre se siente impotente, incapaz de cuidar a su hija, a pesar de sacrificar incluso el trabajo de sus sueños para poder criarla, sabe que la mala época pasará pronto, se esperanza en que su padre pueda algún día ser recontratado en Nueva York sin embargo aquello no es más que un simple espejismo, una idea falsa, un engaño, que se repite a sí misma para poder sobrellevar la crisis acompañada de un vino barato del supermercado y un chocolate de un dólar, las copas pasan por las manos de Sarah como si de agua se tratara, hasta que la noche cae.

Ya en su habitación Ala comienza a hacer los planes para el día siguiente, sabe que no tienen recursos pero ella está decidida a encontrar respuestas, recuerda que el primer desaparecido del que tuvo conocimiento se encontraba en el sur, cerca de casa en la colonia Aunts y se trataba de una chica, entonces saca su cuaderno y se pone a escribir los datos, continúa con el chico del que Zoey le habló al norte de la ciudad por la Avenida Bertrand, y finalmente el cartel que ambas descubrieron a unas calles de la calle Millbrook , Ala tenía la respuesta para identificar a 3 de los 6 desaparecidos, si es que para mañana no había aún ninguno nuevo y después de anotar en el cuaderno la poca información que pudo recordar, tituló al mismo con marcadores permanentes escribiendo en el "Investigación Criminal, el caso Aubery Town" y con ello se fijó una meta; no descansar hasta obtener algo que pudiera entregar a la policía, sin embargo, aún le faltaba resolver la mayor parte del acertijo y nunca se imaginó que en realidad estaba tocando tan solo la punta del iceberg, un iceberg de desesperación y misterios que quizá generaría más preguntas que respuestas.

DesaparecidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora