Tras haber esperado poco más de media hora, había estado llegando a lugar donde acordé con mi hermano, al llegar y acercarme al estacionamiento, miré por los cristales de la cafetería buscándolo con la mirada, vaya, resulta que dos estaban ahí. Me alejé del lugar a una distancia considerable en donde pudiera seguir observando todo mientras no fuera visible, tomé mi celular y llamé esperando a que contestara mi hermano.
— ¿Bueno? ¿Ya vienes?— preguntó serio
— Como había dicho, quiero hablar contigo, no con ellos, diles que en un momento iré y quítame de altavoz— contesté claro y sin rodeos, a lo lejos vi como este quitaba el altavoz y los demás lo observaban con curiosidad — bien, gracias, ahora diles que tienes que ir a comprar algo y ven al restaurante frente de la parada de camión, ahí almorzaremos a gusto— dicho esto, colgué y esperé unos minutos hasta que finalmente mi hermano estaba a unos centímetros de mí.
— Vamos, ya se hizo tarde y esto será comida en vez de desayuno; lamento haberlos traído— se disculpó y mejor cambié de tema.
— Está bien, tengo hambre, me la pasé limpiando toda la mañana— sonreí comentando lo que había hecho mientras pasábamos al restaurante y nos daban una mesa.
— Me inquieta que te estés quedando en la casa de un amigo, te puede hacer algo por las noches, me gustaría ver dónde te estás quedando y saber cómo estás viviendo— habló cuando ya estábamos en la mesa listos para pedir la comida, después de unos minutos simplemente esperamos a que nos trajeran la comida.
— No te preocupes, yo tengo mi habitación y cierra con llave, mi amigo... No está en casa y ham, creo que vivo lo suficientemente bien como para decir que tengo una consola con la cual jugar— respondí a su comentario, no quería que supiera que a tan temprana edad ya tenía una casa.
— Está bien, pero aún así me gustaría conocer donde te estás quedando.
— No te gustaría, créeme, es un desastre— reí, estaba diciendo la verdad después de todo.
— bueno, si quieres puedo traerte algunas cosas de las casa, ropa, accesorios, yo que sé
— Tranquilo, tengo ropa en casa de mi amigo— y es que era la verdad, la casa de mi compañero estaba equipada con muchas de nuestras cosas, un armario lleno de la ropa que me gustaba usar y no la de mi casa, productos de higiene personal, aparatos eléctricos necesarios, todo lo que necesitaba estaba ahí y no requería comprar muchas cosas.
— Parece que ese amigo es muy cercano, ¿verdad?— preguntó, no quise responder nada y mejor cambié de tema.
— Tal vez; ¿Cuando llegará la comida?
— En algunos minutos seguramente.
Después de la plática, la comida llegó, no era nada más que espagueti verde con chuleta ahumada y agua de Limón, la comida fue deliciosa y me había gustado compartir la comida con mi hermano; el se fue primero excusándose de que los demás lo estaban esperando, no le di importancia y después de unos minutos me fui a la parada del camión para regresar a... Mi casa.
Luego de haber mirado por la ventana un rato, me percaté de que era la última persona que estaba en el autobús, casi no había nadie y la siguiente parada era la mía, al llegar y bajar del camión, seguí caminando a mi casa, la calle estaba sola ya que era la hora de la comida y todos estaban en sus casas, pero aún así me sentí observada, seguida. Llegué a casa y al entrar, dejé la puerta emparejada, me escondí detrás y esperé a que alguien entrara, en cuestión de segundos alguien entró, reaccioné y lo tomé por el cuello con todo el brazo, dejando sin mucho que hacer al sujeto, este al instante se quedó quieto.
— Dime quien eres y porque me sigues o si no jamás podrás volver a moverte— amenacé desde atrás esperando respuesta.
— ¡Soy tu hermano! ¡Solo quería saber dónde te estabas quedando!— habló, después de eso lo solté rápidamente y me dirigí dentro de la primera planta. No había esperado que realmente me siguiera.
— No deberías estar aquí mierda, a él no le gustaba que nadie más entrará aquí— solté enojada, esto no estaba bien, nadie debería saber.
— ¿A el? ¿Te refieres a tu amigo? Porque creo que lo comprendería teniendo una casa casi deshecha y descuidada, ¿de verdad duermes aquí?— preguntó observando todo el desastre y grafitis que la casa conservaba.
— Duermo arriba, esto solo es un lugar donde puedo tener mis ataques sin lastimar a nadie.
— Si abajo está así no me imagino arriba, empiezo a pensar que no tienes una cama donde dormir, ahora, ¿Ataques? ¿De que?— preguntó y preguntó, no respondí mucho así que solo lo dejé hablar, cerré el barandal de la casa y me fui a las escaleras que estaban al fondo, donde se accedía a la planta alta.
— ¿Porque la parte de arriba tiene puerta? Es raro— mencionó, no respondí de nuevo y dejé que se maravillara con el segundo piso.
— Entra— ordené entrando después que el.
— Woah, esto es completamente distinto abajo, todo aquí está completo, limpio y cuidado, no lo entiendo, son prácticamente los mismos muebles y cosas que abajo, solo que nada está destrozado ni grafiteado, tu amigo es un genio— hablo mirando todo a su alrededor, mientras yo cerraba la puerta.
— Tengo todas las comodidades de la casa e incluso más, hasta tengo una laptop para mí y una computadora de escritorio— pareciera que le estaba presumiendo mis cosas, pero la verdad era que quería demostrarle las cosas para que no se preocupara.
— Sorprendente, debe ser muy amigo tuyo como para hacer una casa de acuerdo a tu necesidades— reí, claramente no fue así.
— El era un tonto para eso, así que prácticamente yo diseñé todo esto— hable mientras me iba a mi recamara, de nuevo me quede observando un poco su recamara para después continuar hacia mi habitación.
— ¿Tu amigo es rico? ¡Tiene una televisión súper cara y muchas consolas, incluso tiene jacussi!, de verdad que te has de relajar aquí, ou espera, ¿Es tu novio?, eso explicaría muchas cosas— dijo apareciendo de pronto en mi cuarto emocionado, no lo culpaba, cualquiera lo estaría en una casa como esta.
— Bruno, mi amigo no es rico, el trabajaba y yo también le ayudaba a comprar todo, este espacio lo pensamos el y yo, además, el no es mi novio, el era casi como tu, casi como un hermano— sonreí recordándolo.
— ¿Entonces dices que este paraíso es como tu segunda casa?— preguntó apoyado desde el marco de la puerta.
— Si, lo es— contesté con una leve sonrisa.
— Oh, comprendo— dijo y un silencio tranquilo se instauró enseguida— bueno, supongo que ya se hizo un poco tarde y debo volver así que....
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Ti odio, Mi manchi, Sconosciuto
RandomTras una pelea de familia, una chica vuelve a su hogar, trayendo consigo eventos afortunados y desafortunados, dando color a su propia vida. ¿Qué pasará cuando esta chica se reencuentre con su amigo quien creía había muerto? capítulos cortitos actua...