Ti odio, Mi manchi, Sconosciuto

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Cuando pude ver ese rostro, lágrimas empezaron a nublar mi vista, no era él, malditamente no era él y yo solo me estaba aferrando a algo que no iba a suceder; ya era hora de aceptar que el no volverá jamás, esto fue una lección, la entendí, sé que no lo veré de nuevo.

- Hey, chica estás bien?- preguntó el chico preocupado por mi, con una cara confusa.

Digo, quién no estaría confundido después de que una tipa le tomara del hombro y empezara a llorar luego de ver a la persona, sería algo extraño, ¿No?, Bueno, soy extraña.

- S-si lo siento, es que te pareces mucho a un amigo que perdí- dije limpiando las lágrimas que habían resbalado por mis mejillas.

- yah, Tranquila, mejor vamos a sentarnos y hablar un poco hasta que estés bien, ¿ok?- sugirió guiándome a una banca que estaba cercas, me senté e intenté calmarme para irme de ahí rápido, me sentía avergonzada.

- No llores, las niñas bonitas se ven mejor sonriendo, no sé cuál sea tu situación, pero creo que una sonrisa se vería mejor en ti- dijo intentando animarme, viera por dónde lo viera, todo me recordaba a él, aquellas palabras eran casi las mismas que alguna vez me consolaron, y era tan extraño que incluso .se sintiera familiar de alguna manera...

-En verdad te pareces mucho a el- dije riendo un poco.

- Ja, porque?- dijo sonriendo.

- Te preocupas por los demás, aunque no los conozcas, e intentas ayudar enseguida- comenté mirándolo

Mirando al piso aún con una sonrisa dijo - Mi hermano me enseñó a ser así... Él es un ejemplo a seguir para mí...- miró al cielo, el chico parecía haber recordado algo sensible.

- le pasó algo a tu hermano?- ahora era yo quien se preocupaba por el chico.

- si.. el, el no recuerda gran parte de su vida, hace tiempo que tuvo un accidente de auto que le costó casi la vida y la mayor parte de sus recuerdos, el... El solo recuerda nuestros nombres, pero no los momentos que pasamos, es horrible- agachó la cabeza- porque a diario lo veo sufrir intentado recordar algo, le dan jaquecas y empieza a maltratarse por no recordar, es frustrante- rió amargo- es extraño que te cuente esto de la nada, ¿Verdad?- comentó con una muy leve risa.

- N-no, no, Tranquilo, por una parte te entiendo... Mi amigo, con quién te confundí... El murió, y.. no se porque pensé que... Volvería a verle- suspiré agachando la cabeza, ahora los dos estábamos decaídos.

- si... Es un poco raro que dos extraños hablen de cosas así sin conocerse, pero supongo que es más cómodo cuando no conocen nada de ti- comentó.

- Es verdad, a veces puedes confiar más en extraños que hasta en tu familia- y vaya que sí.

- Hay razón en tus palabras- se quedó callado por un momento y continuó- tu compañía fue grata, ¿Podrías dictarme tu número para futuras pláticas?

- o podría darte este papelito con mi número- respondí dándole el boleto de camión con mi número escrito, el chico me había resultado bastante agradable.

- está bien, muchas gracias, chica de cristal- se paró de la banca frente a mí- bueno, ese es mi camión, y me temo que tengo que volver a casa, pero te mandaré mensaje en cuanto pueda, lindo día chica de cristal- sonrió un poco y se fue a su camión.

Yo me quedé ahí por un poco más de tiempo pensando en lo que acababa de suceder. Había conocido a un extraño por Alex, y el ni siquiera seguía vivo, ese tarado me hacía socializar incluso estando muerto.

Me pare de esa banca cuando vi que mi camión llegó, corrí hasta él y afortunadamente no había muchas personas, así que había alcanzado un asiento individual; en mis audífonos empezó a sonar Name of love de martin Garrix con ella, el viaje comenzó.