Avanzaba por los pasillos aislados del instituto, era obvio todos estaban en el acto de bienvenida, lo único que se escuchaba eran mis zapatos de tacón sonar y así producir un eco. Estaba un poco preocupada, Britany no había ido al instituto, seguramente se quedo dormido o se ha pescado alguna enfermedad. Cuando llegue a la sala de música esta estaba deso
lada, con un profundo silencio, debo admitir que amo el silencio, la soledad, la tranquilidad...etc. Me acerque a uno de los pianos de la sala, roce mis dedos con unas de sus teclas provocando un sonido agudo mezclado con uno grave. Me senté en la pequeña silla frente del piano, para ahora empezarlo a tocar, algo lento, suave, tocar el piano era como perderme en mi mundo, en donde solo estoy yo y mi amigo el piano, ¿Amigable no?, aveces pienso que los instrumentos son mi mejor amigos, simplemente ellos me hacen sentir lo que las personas no son capaz de transmitir en mi. Algo inexplicable.
*
- Iré a mear Emily, vuelvo altiro - le dije.
-Valla Justin, cada vez mas educado para hablar, me impresionas - articuló sarcástica.
-Iré a orinar querida amiga - dije ahora muchas más educado y saliendo del teatro, ahora la gran pregunta era, ¿Donde mier.da se encontraba el baño?, soy nuevo aquí, no se ni en donde estoy parado. Camine por los pasillos abriendo cada puerta. No era ninguna.
Un sonido me saco de mi concentrada búsqueda, ese sonido que con tal solo escucharlo era obvio que alguien tocaba el piano, y debo admitir que lo hacía de una manera impresionante, tiene bastante talento para hacerlo.
¡Okey! la curiosidad me consumía, necesitaba saber quien tocaba así de perfecto.
*
Tocar era lo único que me hacía olvidar de mis problemas.
Estaba demasiado inspirada, hasta que el ruido de la puerta me saco de mi inspiración ¡Quien se atrevía en molestarme!, giré mi cabeza para ver quién había sido.
Me encontré con el rostro de un chico, jamás lo había visto..¡Esperen!..si..si lo he visto, ¿El es uno de los nuevos, los que son becados?.
-Que haces tu aquí - pregunté - antes de entrar a un lugar se toca.
-Perdón - dijo aquel chico de ojos color miel entrando a la sala - estaba buscando el baño.
-Ves alguna inodoro aquí - extendí mis manos para que el observara el lugar.
-Me ha encantado tu simpatía - ¿Se esta burlando de mi?
-A si, me alegro - dije sarcásticamente.
-Vale, nos vemos - se despidió y salió de la sala.
¿Es que ahora tenía que convivir con gente desagradable como el?, quien fue el inteligente que se le ocurrió esa maldita beca.
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