7. Aclaraciones

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Draco estaba muy raro desde aquel día en Hogsmeade. Ya no se sentaba con sus amigos en el comedor, ni se unía a ellos cuando serpientes y leones se juntaban en los jardines. Hermione lo observaba en silencio sin entender su comportamiento.

Pasadas dos semanas Hermione ya no aguantaba más esa actitud y decidió que era hora de preguntarle, sí, mañana mismo en la primera oportunidad hablaría con él. En eso iba pensando cuando salió del despacho del profesor Slughorn en las mazmorras al ir sumida en sus pensamientos chocó con alguien al doblar una esquina, habría caído de bruces de no ser porque la sujetaron de los brazos justo a tiempo.

- Lo siento, iba metida en mis pensamientos, no me di cuent..- al alzar la cabeza sus ojos chocaron con esos ojos grises que tanto había admirado en otras ocasiones- oh Draco, que oportuno- dijo sonriendo.

- Oportuno? - algo se le escapaba...

- Si, justo en ti estaba pensando

-En mi? Bueno no es extraño, es difícil dejar de pensar en mi- dijo alzando las cejas y con una picara sonrisa.

Hermione rodó los ojos y le devolvió la sonrisa.

- Déjalo ya creido, solo es que quería hablar contigo.

- Pues tu dirás preciosa- esa misma tarde Draco había decidido intentar conquistar a Hermione al ver que Theo seguia viéndose con Daphne.

- Verás , te encuentro distinto desde aquel día en Hogsmeade, y no entiendo por que. He llegado a la conclusión que es por lo que pasó entre Theo y Daph. Yo... lo siento por animar a Theo a declararse, no sabía que ella te gustaba. - Soltó Hermione con una pizca de decepción en su voz- Pero debes entender que no siempre se gana, a Daphne también le gusta Theo y contra eso no puedes hacer nada Aaaah!!

En ese momento Draco, que la estaba escuchando atónito, la había levantado por la cintura, dando vueltas sobre si mismo con ella en brazos.

- A mi no me gusta Daphne tonta, no fue eso lo que me molestó, -le dijo mirándola intensamente a los ojos.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de la Gryfindor al sentir esa mirada y con la boca seca le preguntó:

- Ah no? Entonces que fue?

- A ver si lo adivinas, siempre has presumido de inteligente- dijo bajándola al suelo pero sin soltarla.

Hermione estaba nerviosa en sus brazos y al rubio eso no se le pasó por alto.

- No se que más puede ser,- dijo en voz baja tragando saliva, estaban cada vez más cerca y ella podía sentir su fresco aliento sobre su nariz.

- Todo fue por ti, Mione, solo por ti.- le dio un ligero beso en la punta de la nariz y la soltó reanudando su marcha hacia su sala común mientras sonreía satisfecho por la confusión que había creado en la castaña.- Nos vemos mañana- dijo sin darse la vuelta mientras se iba.

" Por mi" Que habrá querido decir? No entiendo nada!! Esos confusos pensamientos dejaron plantada a Hermione en mitad del pasillo. Cuando quiso reaccionar Draco ya no estaba allí. Intentando descifrar las palabras del rubio emprendió el camino hasta su torre. Cuando llegó Theo estaba leyendo un libro sobre localización de personas y tenía un mapa de Australia extendido en la mesa.

- Hola Herms, mira, he dado con un hechizo de localización que funciona tanto en magos como en muggles, solo necesitamos algo que haya pertenecido a las personas que se busca. Que tal va la poción?- decía Theo muy emocionado

- Eh que, si... Bien, la poción bien dijo Hermione saliendo del trance.

- Oye, ¿Que pasa? Estas como ida, que te ha pasado?

- Me crucé con Draco y me dijo algo que no entendí...

- Y que hizo ahora mi querido amigo...

Hermione le contó todo a Theo, palabra por palabra y acción por acción, omitiendo sus nervios al verse cerca de él y las ganas que sintió de besarlo, pues le daba mucha vergüenza.

- Entiendo, y no sabes que tienes que ver tú en esa ecuación, ¿Es asi?- la castaña asintió- ayyy hermana, es muy simple. Él creyó que yo te estaba engañando, pensaba que tú y yo estabamos juntos.

- Ohhh, entonces me estaba defendiendo de ti? Pero si tú eres su amigo y yo...

- Y tú la chica que lo trae loco, ¿o no te has dado cuenta?- la interrumpió su hermano- porque debes ser la única.

- No se que decir, esto no me lo esperaba.

-Bien hermanita, ahora me toca devolverte el favor a mi... Buenas noches, hasta mañana.- y con una sonrisa se dirigió hasta su habitación dejando plantada y nuevamente confusa a Hermione.

A la mañana siguiente Theo la esperaba para ir al gran comedor, tenía que sugerirle algo importante y si aceptaba ya sabía como hacer para que su rubio amigo y su hermana estuviesen un rato a solas.

- Buenos días, he estado pensando y creo que deberíamos decirle ya a nuestros amigos que somos hermanos. Creo que ellos nos guardaran el secreto y podrían ayudarnos.

- Buenos dias Theo, creo que tienes razón, ya es hora, así evitaremos más malentendidos y más puñetazos en tu estomago- añadió sarcástica la castaña.

- Muy graciosa, entonces quedamos en vermos a las cinco en nuestra sala común, allí nadie nos molestará. Yo aviso a los chicos.

- Vale, yo se lo digo a Harry, Ron y Ginny.

Al llegar al gran comedor cada uno se dirigió a su mesa. Draco aún no había llegado por eso Hermione no dejaba de ver la puerta.

- Herms, a quién esperas? - preguntó Ginny al seguir la mirada de su amiga.

- Oh, a nadie. Escuchadme chicos, Theo y yo queremos contarles algo importante, ¿podeis venir a nuestra torre esta tarde a las cinco?

- Caro, fin poflema!- contestó Ron con la boca llena.

- Ron por favor, traga antes de hablar!!- le dijo la pelirroja con una mueca de asco.

- Yo había quedado con Tory esta tarde, pero hablaré con ella.- señaló Harry que imaginaba lo que les querian contar.

- No creo que haga falta, ellos también vendrán, Theo se lo esta diciendo en estos momentos.

En la mesa de las serpientes, la conversación no era muy diferente.
-Entonces podréis venir sin problema?- pregunto Theo.

- Yo solo había quedado con Harry, pero si dices que él también ira, no tengo problema.- apuntó Astoria.

- No fallaré, no voy a perder la oportunidad de estar cerca de mi querida pelirroja- dijo Blaise alzando las cejas.

- Ay Zabini, díselo ya de una buena vez, o acaso te da miedo esa leona?- le retó Daphne en tono desafiante.

- Miedo no, aunque quizás si algo de respeto- reconoció el moreno- hay que reconocer que tiene carácter. Pero seguro terminaré por conquistarla, nadie se resiste a este dios de ébano que soy.

-Jajajaja - rieron sus tres amigos.

-Por cierto, donde esta Draco?- pregunto Theo, he de decirle a él también que venga esta tarde.

- Vino temprano a desayunar, dijo que debía ir a hablar con el profesor Flitwick por algo de su compañera en el trabajo por parejas.- le aclaró Blaise.

- Bueno, pues después le digo, vamos es hora de ir a clase ya.

Y así se dirigieron a sus clases, cada uno por su lado, ya que ese día no coincidian leones y serpientes en ninguna materia.

En la primera clase Theo le pasó una nota a Draco:

" Esta tarde a las 16:30 en mi sala común, es importante. La contraseña es Geminis."

Al leer la nota Draco asintió en dirección a su amigo, que sonreía satisfecho.

Restaurando recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora