14. Australia

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A la mañana siguiente Theo y Hermione ya lo tenían todo preparado. Llevaban una maleta con ropa de verano, pués en Australia hacía calor y estaban junto a un reloj de pulsera que era el traslador.

- Recordad, en una semana, a esta misma hora se activará para que volvais. Si es necesario modificar el día me mandais una lechuza y hablaré con el ministro.Recordar que esta modificado para ser utilizado por muggels, así podréis venir los cuatro. Recuerda ponerte el reloj y no separarte de él, sería peligroso.

- Tranquilo Harry, todo controlado- dijo Theo- no olvides que estás hablando con dos premios anuales.

- Uff, eso ha sonado muy Malfoy Theo! Vaya que nos has salido presuntuoso!

- Harry! No te metas con Draco! Él ha cambiado mucho- regañó Hermione.

- Es verdad, pero lo de presumido y arrogante no se le ha ido del todo, reconocedlo - les instó Harry apuntándoles con el dedo.

Ambos asintieron entre risas.

- Eso si hay que reconocerlo - dijo Hermione.

Ya era la hora, y Theo y Hermione agarraron el reloj, se hizo una intensa luz y Harry vio desaparecer a su mejor amiga junto a su hermano.

  Llegaron a Australia, allí eran las ocho de la tarde, al interior de una casita que habían alquilado junto a la que, según las investigaciones, vivían los señores Granger. Según el plan se harían pasar por una pareja de estudiantes que iban a empezar la universidad allí en Sidney. Luego ya improvisarian para acercarse a ellos y poderles dar la poción.

Se instalaron y se cambiaron de ropa por una acorde con la temperatura del lugar. Una vez listos decidieron salir a cenar pues su nevera estaba vacia, y obsevar el lugar para buscar estrategias.

Llámalo suerte o destino, pero tras cerrar la puerta de la casa, al darse la vuelta se toparon de frente con los señores Granger.

- Hola muchachos, ¿sois los nuevos vecinos?

Hermione se quedo en shock, incapaz de responder por lo que fue Theo quien respondió.

- Si, hemos venido a estudiar, empezamos la universidad el próximo semestre. Yo soy Theo y ella es Hermione.

- Oh que bien! Bonitos nombres. Yo soy Mónica Wilkins y él es mi marido George. Debe ser duro estar lejos de casa siendo tan jóvenes.¿ Sois hermanos? Porque os pareceis mucho.

Hermione y Theo se miraron, nunca nadie les había dicho que se parecían y era curiosa que la primera fuese su madre. El cambio de relación no les alteraba el plan, así que ambos asintieron.

-Ohh, debe haber sido duro separaros de vuestros padres, no quiero ni pensar cuando Nora vaya a la universidad- dijo el señor Granger, ahora Wilkins.

- ¿Nora?- habló Hermione por primera vez.

-Ah sí, es nuestra pequeña, pero aún falta mucho para eso, apenas si tiene dos años. Los cumple el próximo 19, en dos días.

- El 19, dos años... -Hermione hacía cálculos mentales. Su madre estaba embarazada cuando le hizo el obliviate, tal vez esa era la noticia tan importante que querían decirle aquella tarde.

- Si oye, ¿queréis conocerla? Podríais venir pasado mañana a comer a casa, vamos a hacer una barbacoa para celebrarlo aprovechando que es sábado.- invitó el señor Granger.

- Oh claro, nos encantaría. No conocemos a nadie aquí todavía.- respondió ilusionado Theo- allí estaremos. Y sin más se despidieron.

Sin duda la suerte estaba de su parte, llevarían la poción haciéndola pasar por un refresco casero que preparaba su familia. Su sabor a mora ayudaría mucho a que fuese creíble. La poción era inocua si no había barreras en tu mente, así que todos podían tomarla.

- Tenemos una hermana!!- exclamaron al unísono.

- Si, según mis cuentas mamá estaba embarazada cuando le hice el obliviate, ellos me lo iban a contar ese día y yo...yo...- Hermione empezó a llorar.

- Eh, tranquila hermanita, si todo va bien terminaremos de celebrar su segundo cumpleaños como sus hermanos.

- Eso espero Theo, mi mayor deseo es tener de nuevo a mi familia, ojalá todo salga bien mañana y nos recuerden.

Decidieron encargar pizza y cenar en casa, al día siguiente irían al supermercado a comprar para llenar la nevera. Comieron y se acostaron temprano, aunque no tenian nada de sueño por el jet lag.

Al día siguiente se levantaron y salieron a desayunar fuera. Como estaban en el mundo muggle Theo iba un poco perdido, y se asombraba ante casi todo. Hermione lo llevó a una cafetería, pidieron capuchino y bollos de e canela rellenos de crema y Theo quedó encantado de aquel "suculento manjar", según sus palabras.

Ya en el super compraron todo lo necesario para comer al menos durante 3 días. Hermione decidió comprar una tarrina de helado de yogurt con frutos del bosque, el favorito de sus padres, para llevarlo a la barbacoa junto a la botella de "refresco". Ambos estaban muy nerviosos, si todo iba bien al día siguiente resolverían muchas incógnitas.

Al volver a casa pasaron frente a la casa de los  Wilkins, y escucharon las risas alegres de una niña. Al girarse a ver vieron aparecer una pequeña niña castaña, de ojos azules como su padre, y el pelo liso y fino como el de su madre. Era igual a Theo, a diferencia del color de sus ojos. Al sentirse observada la niña se paró y los miró

- Hola - saludó agitando su mano - soy Nora.¿Quenes shois?

- Hola pequeña! Yo soy Hermione y él es mi hermano Theo. Vivimos aquí al lado desde hoy.

- Siiii? Yo no teno hemanitos, mami diche que no pede tenel un bebe poque e muu mayol.- dijo con un puchero la niña.- Yo teria un hemano.

- Bueno, yo si quieres te presto al mio para jugar- le susurró Hermione guiñándole el ojo.

- Beeeeennn!!Valeeee- y Nora hizo una mueca al intentar guiñar el ojo.

Los tres estallaron en carcajadas.

- Veo que ya os conocéis. Nora ¿que te hemos dicho de hablar con extraños?

- Pelo papi, ya no son extlaños, son Theo y Helminone, alemás no he salilo del jaldin y no me he acelcado a la valla.- se defendió la niña.

- Eso es verdad, ni siquiera se ha acercado a nosotros- la apoyó Theo guiñandole ahora él un ojo.

- Papi, papi, Heminone dice que plesta a Theo pala jugal. ¿Pede menir po fi?- suplicó la niña uniendo las palmas de sus manos y poniendolas frente a su cara.

- Claro! Les hemos invitado a comer mañana!!!

-Beeeennn jugal, jugal!! Manana teno un hemano plestado pala jugal!!- exclamó corriendo en círculos muy alegre.

Lo que no sabía la niña es que a partir del día siguiente, si todo iba bien no tendría un hermano prestado, sino dos y muy reales.

- Preparaos, es incansable. Mónica y yo ya estamos mayores para esto, le vendrá bien gente joven para jugar. Por cierto, traeros ropa de baño mañana. La barbacoa será en la piscina.

- Muy bien señor Wilkins, hasta mañana entonces. Dijo Theo.

- Llamadme George por favor, si no me hacéis sentir viejo!!- se despidió.

- De acuerdo, hasta mañana George- se despidió Hermione, y en voz muy baja, casi para si misma - hasta mañana papa.

Restaurando recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora