Aullidos a la luna

Azkaban

Lucius rugio con dientes afilados y ojos azules brillando con fuerza mientras el agua que caía mojaba su cabello, rostro y ropa. Regulus y Severus lo mantenían bajo el chorro de agua que hacía charco en el suelo del lujoso baño de la Mansión Malfoy.

-¡MÁS FRIA! -dijo como pudo entre gruñidos, ambos hicieron caso cerrando más la llave del agua caliente.

Lucius soltó otro rugir mientras las garras de sus manos se volvían uñas y sus ojos perdían brillo al sentir el agua helada empaparlo más.

-¿Mejor? -preguntó Regulus

Lucius asintió y cerraron el agua, los 3 se secaron. Generalmente el rubio podía manejarse y auto controlarse de maravilla sin necesidad de medidas así para calmarlo, pero la situación lo a merito, ¿la razón? por una noticia: Habían encarcelado a Barty. Karkaroff había dado su nombre cómo mortífago y lo habían mandando a Azkaban.

Draco se abrazo a Narcissa cómo si fuera una tabla a la mitad del océano desde que se entero, el niño le había agarrado tanto cariño a Crouch desde qué estaba ahí todas las lunas llenas (y casi todo el mes) para jugar con el y molestar al patriarca, que solo se lamentaba de que su amigo estuviera arruinando a su pequeño cachorro. Pero ahora ya no estaba de golpe, tenía que sacarlo de ahí, rápidamente, si bien había aceptado la marca, Barty no le era leal ni a las reglas de la naturaleza, vivía en su propia realidad y pensó que sería divertido entrar a una secta clasista a más no poder, aunque fuera como el y Severus, un espía....sólo para ver que se sentía,así tal cuál, se ganó varios zapes de sus amigos pero no lograron hacerlo cambiar de opinión, así que sin darle su lealtad al lord y solo buscando adrenalina, daba información, le hiso hervir la sangre que el viejo director no dijera nada en su defensa pero tenían que guardar apariencias para ambos lados, si los mortífagos se enterraban de que Barty pasaba información bajo el agua podrían matarlo estando en Azkaban. Draco no había dejado de llorar, era alguien muy importante para el, una variant en su vida, lo sacarían de Azkaban si o sí, su cachorro lo deseaba, el lo deseaba, su mejor amigo lo deseaba y se lo debía. Se lo debía por no repudiarlo cuando se entero de la mordida en su costado, se lo debía por ayudarlo a  controlarse y quedarse con el, no importaba que, Bartemius Crouch Jr no iba a estar en Azkaban mas que unas semanas, un mes si se retrasaba.

****************

Bien, fue difícil pero valió la pena todo el esfuerzo al ver a su cachorro reír y abrazar a Barty, que insufrible cómo siempre lo levantó en brazos para prácticamente hacerlo volar, a Lucius le iba a dar algo si Barty seguía retando a la gravedad con su hijo.

-¡Sabía que era mejor tío! ¡EN TU CARA REGULUS!

-¡Te estoy escuchando! -dijo Regulus entrando a la habitación- ¡Esto aún no se acaba!

-Sisisi-minimizó cómo siempre Barty- ahora deja, que la pulga y yo tenemos asuntos importantes que tratar.

¿Que tipo de complot tenían esos dos que apenas Barty salía se prisión ya tenía asuntos con su cachorro?.

Draco se rio y se transformo el lobo, sólo para saltar de los brazos de Barty al suelo y pegar la carrera.

-¡PEQUEÑO RUFIÁN! ¡ESO ES TRAMPA! -grito Barty antes de transformarse en un puma nebuloso e ir detrás del cachorro.

Okay, no se sorprendió en lo absoluto, en la realidad de Barty, Draco se mueve a la sintonia casi sin querer, si alguien podía estar con Barty y divertírse en vez de asustarse o irritarse, sin mencionar que era una especie de traductor de la realidad a la realidad de Barty, ese era Draco.

*****************

Draco abrazaba fuertemente a Lucius, no quería irse, pero tenía qué. Su carta de Hogwarts había llegado y el niño tenía que partir, aunque este no quería soltar a su padre y Lucius, si bien jamás lo admitiria en voz alta, tampoco quería soltar a su cachorro.

-Te extrañare papá- dijo Draco soltando finalmente a su padre

-También te extrañare mucho, dragón- acariciandole el cabello- pero tu padrino Severus va a estar ahí contigo- le dijo con una sonrisa esperando que eso le sirviera de consuelo tanto a Draco cómo el

-¿Estaré solo con mi padrino en luna llena?

Lucius casi pudo escucharse a sí mismo aullando de tristeza cómo lobo ante la ausencia de su cachorro, casi podía escuchar a su cachorro llamándolo una y otra vez sin obténer respuesta. No.

-Ire a verte cada luna llena, y así estarás con Barty- "de todos modos necesito matalobos" agregó mentalmente.

Draco sonrió y asintió.

Junto con Narcissa vio a Draco entrar al tren, saludo a algunos compañeros y se perdió en el vagon, no pasó mas de unos segundos hasta que lo ubicaron en la ventana de uno de los cubículos. El tren hecho a andar y Draco se despidió de sus padres con la mano.

-No se cual de los dos llorara primero- se burló Narcissa

-¿Estará bien? ¿Se llevó todas sus cosas? ¿Y si se le olvidó algo? ¿Y si necesita algo? ¿Y si se asusta y pierde el control y sale lastimado? ¿Y si-

-Lucius- lo llamo Narcissa tomando su brazo, cortando su pequeño ataque de paranoia- estara bien, Severus esta ahí para cuidarlo.

Lucius suspiro y emprendió a caminar con su esposa tomada de su brazo y su temple frío e indiferente, al fin y al cabo no tenía nada que temer. Su licantropia debería mantenerlo durmiendo con un ojo abierto, pero después de años de tenerla, después de aprender a tener conciencia y control sobre si mismo, no hacía más que darle seguridad en las noches, por que si algo pasaba, lo que fuera, no necesitaría buscar su varita para proteger a su familia, podría proteger a su cachorro y a su esposa mejor que si la tuviera. Eso que un seguro de vida que se recorría a esos momentos, la acumulación de olores eran molestos sí, pero fáciles de ignorar.

Una incomodidad en un mar de ventajas, precio justo si se lo preguntaban.