El Que Busca, Encuentra

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Harry no separaba su vista de la mesa de las serpientes, viendo a una en especificó, una serpientes rubia, de ojos grises y piel realmente blanca. Esa serpiente que sabe...oculta algo.
Lo ve reír y conversar con sus amigos de casa, pero no se le escapa el pequeño detalle con Pansy, él rubio alzaba la cabeza cerrando los ojos e inhalaba profundo, sólo para señalar un lado del cuello de la chica, que feliz sacaba una botella de perfume y se colocaba un poco, ¿que demonios?

Esos ojos grises no se le quitaban de la mente, ojos grises que debajo ocultaban un azul intenso, un mar que por el momento estaba congelado pero que apenas el rubio quisiera, tomaría fuerza y sobre pondría al frío del color, prácticamente una fuerza que por el momento estaba dormida.

Tenía que saberlo, lo sospechaba, venía sospechandolo desde hace dos años, desde esa vez en el bosque que vio a un lobo blanco gruñirle y luego Malfoy se le mostraba más arisco que de costumbre, otra cosa que lo hacía sospechar era qué en luna llena jamás sabía donde estaba, todo eso mas él trató que tenía con el profesor Remus Lupin eea inusual. Remus era cómo un tío, desde que Sirius había tenido que esconderse y sólo venía una vez al mes para hacerle compañía a Remus en la luna llena era difícil tener la misma cercanía con él.

Pero la forma tan familiar en la que Malfoy se acercaba sin deberla ni temerla al mayor empezaba a picarle un poco, cómo también las miradas que el menor de los Malfoy le dedicaba al profesor cuando parecía estar acorralado, lo oportuno que era la interrupción del maestro cuando Malfoy estaba por meterse en problemas y sobretodo ¡Malfoy dejaba a Lupin acariciar su cabello! ¡Su cabello, por Merlin! ¡¿Hay algo más extraño que eso?!

****************

Harry seguía a Draco bajo su capa de invisibilidad, en realidad no había querido seguirlo, pero el rubio se adelantó y casualmente tomó la ruta en la que iba a correr.
Llegaron al mismo tiempo al despacho del profesor Remus Lupin.
Draco tocó la puerta, vaya, desesperado pero pulcro. Ante la positiva respuesta dada desde adentro, Draco entró, Lupin estaba empacando sus cosas. Pero apenas voltear y ver la expresión del cachorro pauso su tarea y se acercó un poco.

-Draco...

-¿En serio.....te irás?

A Harry ese tono le supo lastimero, la forma en la que se abrazo a Bartemius y a Snape recurriendo a su mente al escucharlo hablar así, cuando se fue Crouch algo había dicho sobre que no podía dejarlo igual que alguien más.

-Umbrige esta poniendo todo muy difícil.

-Pero si tu te vas, ella....

Remus corto la distancia entre el y Draco, tomando con ternura el hombro del último.

-Créeme, ella no se atreverá a indagar contigo.

-¿Por qué estas tan seguro? ¿¡Y si me descubre?! ¡¿Obligándome a tomar Veritaserum!? ¿¡Que tal si quiere a obligarme a usar esa maldita pluma y después no entiende a donde fue mi herida?! ¿¡O si intenta de nuevo darme una bofetada?! ¡Mi padre no siempre estará cerca para evitarlo!

Okay, eso era difícil de creer para Harry ¿la sapo rosado había intentado abofetear a Malfoy? ¿Que era suicida? Además ¿que podría haber hecho Malfoy que ameritara esa sanción?

-No lo hará.

-No lo sé

-Tu padre no deja ni a una hoja tocar tu mejilla, menos va a dejar a esa mujer, estuve presente....estuvo feo.

****Flash Back****

La mano de Umbrige se dirigía a toda velocidad al rostro de Draco, que si bien no era un niño indefenso y no era la primera bofetada que le darían (la Tía Bellatrix no tenía mucha paciencia que digamos) no se esperaba para nada el movimiento de la profesora.

Aullidos a la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora