Life's too short to be sitting around miserable.
Rihanna - Cheers
Traducción: "La vida es demasiado corta para estar sentado rodeado de miserables"Decir que el camino en tren ha sido bueno, es mentir. Me la he pasado viendo mis zapatos para no mirar a Iliana comerle la boca a James y a Rose reír con Marcus. Esta última lleva puesto un vestido largo que se ajusta a cada curva de su precioso cuerpo y que me tiene reviviendo viejos recuerdos. Recuerdos en los que ella estaba desnuda en mi cama, jadeando mi nombre y sonrojandose cuando llegaba al orgasmo.
Afortunadamente el viaje no dura más que una hora y unos cuantos minutos. Bajamos del tren en orden. Primero las parejas, después Rocío con su hija, George de la mano con Nana y de último, Arianna con su brazo enrollado al mío. Caminamos un poco hasta llegar a la playa y elegir un buen lugar para todos.
Apenas nos organizamos, Arianna e Iliana corren a quitarse la ropa para entrar a la playa. Suspiro, desviando la mirada del diminuto hilo que tiene por traje de baño. Para mí desgracia, la desvío tarde y veo cuando James palmea su trasero, ganándose una risa de parte de ella.
Rose demora más en cambiarse porque primero se encarga de los mellizos, pero cuando lo hace, me quita el aliento. Está usando un traje de baño entero, pero de puras tiras. Tiras que me encuentro deseando ser para abrazar su cuerpo de la manera en que lo hacen. Entra al mar junto con Rocío, Luisana, Marcus y los mellizos. A diferencia de las demás mujeres, ella se queda en la orilla, mojando a los niños junto a Marcus. Ambos se ven felices. Son felices.
—¿Entrarás al mar o qué? —cuestiona James, sacándose la camisa por encima de la cabeza. George lo imita.
—En un momento iré —digo. Ambos hombres se miran a la cara y luego me toman por las manos, haciéndome levantar.
—De una vez, hombre —declara George. A regañadientes, me quito la camisa y los zapatos para seguirlos hasta el agua.
Por supuesto que James se va enseguida con Iliana, levantandola para después besarla.
—Hacen buena pareja, ¿no? —interroga George, viendo a su hermano. Asiento de mala gana.
—¿Y tú cuándo piensas buscarte a una novia? —pregunto, cambiando de tema.
—El mismo día que tú lo hagas, ¿te parece? —se burla. Reímos y así las horas pasan lentamente. Viendo a las mujeres que enloquecen mi mundo, siendo felices con alguien más.
Después de unas horas, regreso a donde están nuestras cosas y me acuesto en una de las sillas plegables. Cierro los ojos para aprovechar de broncearme un poco. Además de que esta es una buena idea para que no me hagan volver al mar y no ver a Iliana y Rose.
Escucho pasos a mí lado, por lo que abro los ojos justo para ver a Iliana inclinarse a unos metros de mí, dandome una buena vista de tu trasero. Suspiro.
—Es de mala educación mirar el trasero de otros —habla bajo.
—Estás en una playa, es hora de que sepas de que todos los hombres aprovecharán de ver tu trasero. Si no querías que yo lo viera, no debiste ponerte ese traje de baño —respondo, sin mirarla. Mantengo mi vista en el mar.
—Eres un idiota, ¿lo sabías? —Sonrío.
—Sigues queriendo que este idiota vuelva a cogerte —sentencio. Siento su mirada fija en mí, así que la miro. Puedo ver la molestia ligada al dolor en sus ojos—. Para ser alguien que no sabía si casarse o no, parece que decides muy fácil, ¿no? —Las palabras salen antes de que piense en detenerlas.
—¿Qué esperabas?, ¿qué te esperara eternamente? Pues, no. No pienso posponer mis planes por alguien que ni siquiera es capaz de aceptar sus sentimientos por mí. Cuando estés decidido en admitir que para ti soy más que un entretenimiento, quizás estaré lista para darte una oportunidad. Quizás —declara y con eso, se marcha.
Suspiro. Como siempre, el pateado fui yo. Cierro los ojos una vez más y para mí buena suerte, me quedo dormido. Despierto por agua que me echan en la cara. Me levanto aturdido.
—Ya estás muy viejo, hermano —sentencia riendo James. Deduzco que fue el quien me echó el agua, porque lleva en las manos la cubeta de los niños. Lo miro mal.
—¿Ya nos vamos? —respondo en cambio al ver que todos están vistiendose de nuevo.
—Sí. Y tendrás que aplicarte mucha crema hidratante. Pareces un cangrejo —se burla Arianna. Miro hacia mi torso y es cierto. Incluso cuando lo toco, arde.
Me levanto y me seco con mi paño para volver a colocarme la camisa. Dejo los botones de arriba sin abotonar.
—Por cierto, no creí que lo usaras alguna vez —admite James, señalando mi ropa. Sonrío.
—Siempre hay una oportunidad para todo —declaro. Ambos sonreímos y caminamos junto a los demás para tomar el tren de regreso.
Escucho como siguen haciendo planes para la cena e incluso para mañana. Me detengo cuando escucho a Iliana hablar.
—No hagan planes para el sábado —pide. Busco en mi mente algo que me de una pista, al no encontrar nada, espero a que explique—. Quiero adelantar nuestra boda para el sábado. Me encantaría que después de graduarme el viernes, casarme con el amor de mi vida y que ustedes estén presentes —dice, enviando un cuchillo directo a mi tórax.
—¿De verdad, amor? —cuestiona James, claramente emocionado. Ella asiente mirándome brevemente y luego a él. La besa y los demás aplauden, diciendo miles de cosas que no escucho del todo.
Menos mal e iba a esperar. Pero, ¿qué me molesta? Ya yo tuve lo que quise y siempre supe que esto sucedería. Es lógico que solo era cuestión de tiempo. Así fuese en un mes o solo seis días, iba a casarse con él.
Por más que lo pienso, no deduzco quién fue el entretenimiento de quien.
ESTÁS LEYENDO
Mr. White. [Completa]✨
RomanceDécimo mandamiento: NO CODICIARÁS LA MUJER DE TU PRÓJIMO. Pero, ¿qué pasa cuando ella desea ser codiciada? ¿Qué sucede cuando el deseo entre ambos es imposible de esconder o evitar? ¿Quién dice que lo correcto es siempre el abstenerse? A veces, es m...