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«Vamos por partes»

Aidan

—Estoy bien deja de preocuparte tanto —le hago saber mientras recorro aquel departamento, después de todo no esta tan mal.—Acabo de llegar necesito instalarme adiós.

—¿Seguro estas bien? Después todo lo que paso.

—Oye enserio estoy bien ¿si? no quiero recordar nada, tal vez acá vuelva a iniciar de nuevo.

—Bien bien, antes de que cuelgues déjame decir que te conseguí un empleo ya mismo te mando la dirección, y por favor Aidan no la cagues.

—Lo siento pero si no la cago sufriré de estreñimiento.

—No te quieras hacer el gracioso, en serio te lo estoy diciendo no me hagas pasar vergüenza. Ah y otra cosas, no vuelvas a hacerlo porque la próxima no estaré yo allí para salvar tu trasero entendido.

—Si si ya entendí, cagar y volver hacerlo copiado capitán.

—Aidan estoy hablando enserio....

—Adiós.—le colgué sin darle mas oportunidad a sus reproches.

Espero empezar de nuevo, realmente la situación en mi antigua ciudad no es favorable quiero olvidar todo, quiero hacer como si nada hubiese sucedido o nada haya hecho.

No recuerdo en que momento paso todo.

No recuerdo en que momento empecé a cogerle gusto a todo esto.

No se que en que momento me perdí.

Siempre me he preguntado porque las personas que siempre buscamos el bienestar de los demás nos va mal, quiero decir que entre mejor intentemos de hacer bien las cosas se empeora la situación y ni que hablar de las personas malagradecidas.

Me dan ganas de Matarlas por malagradecidos y desperdiciar oxigeno.

Siempre me preocupo por las personas que considero importante en mi vida, odio el hecho de pensar que les hagan daño, al menos que no sea yo ahaha no se crean yo no mato ni una mosca.

En fin sigo recorriendo mi nuevo hogar que no está nada mal, me gusta lo sencillo y acogedor que es, pero como sabemos hogar no es hogar sin comida.

Ahora que lo pienso no conozco nada de aquí, tal vez si use el GPS podré llegar al supermercado más cercano pero ¿y si me pierdo ?.

Desecho rápidamente ese pensamiento de mi mente, lo peor que me puede pasar es no llegar a donde quiero ir o que me maten, pero ya saben hierba mala nunca muere.

Antes de que se haga más tarde comienzo mi rumbo al super, pero ya saben el resto de la rutina, salir, cerrar, bajar y saludar la casera.

—Es usted un joven muy apuesto, tenia tiempo sin ver tanta belleza. Cualquier cosa no dude en decirme que yo le entrego todo, absolutamente todo usted nomas pídame -me dice la señora.

Vaya ser guapo si que es un sacrificio.

—Emmm gracias, ya regreso.—le hago saber, no vaya a ser que me reporte como desaparecido después en caso de que no regrese.

—Te estaré esperando guapo —dice mientras me guiña el ojo.

No espero y salgo lo más rápido, de verdad la señora tiene razón soy muy apuesto y no es que tenga el ego grande o bueno no es lo único grande que tengo picaronas.

Vengo de muy buenos genes, normalmente un chico apuesto como yo obvio tendría miles de chicas tras de mi, pero lo cierto es que yo desecho esa idea. Siempre he sostenido la idea de ser chico de una sola persona y que ella sea mi centro de atención, darle lo mejor de mi y protegerla como se lo merece.

SECRETSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora