SECRETS

6

«Yo pensaba que una persona que me mirara mal había que fusilarla.»

Emma

—Emma —unas manos agitándose frente hacen que regrese a la realidad —¿Estas bien?

—Si claro, ¿Por qué no habría de estarlo?

La cierto es que no, aún no supero que el profesor este muerto no se merecía eso o tal vez si. Todo fue tan repentino, después de hablar con Aidan pensé que todo seria normal el día de hoy pero no fue así,  después de todo no he sabido nada del aquel bombón.

—Emma quieres esto —inquirió Meghan señalando tu sanduche.

—Paso, deseo terminar de comer esto —le hable señalando mi pedazo de pizza— de todas formas gracias. —mientras comía en la cafetería de la universidad me pregunto como habrá sido el sufrimiento de aquel maestro.

Me imagino que doloroso...como debe ser. En fin la hipotenusa. 

—Pff estas flaca, ojala te estés alimentando bien. Por cierto saliendo de aquí iremos al parque a tomar aire fresco ¿vienes?.

—No, vayan ustedes tengo que ir al trabajo —le hago saber a Meghan mientras esperamos a Azul.

—Sabes, quisiera saber quien tuvo la osadía de matar al profe digo, no es que haya sido malo o cosas así —eso es lo que crees querida Meghan, digo en mi mente—nadie merece morir así.

—O tal vez si —digo lo que pienso en esos momentos .

—¿Qué cosa?.

—Nada, mira allí viene Azul ...con un chico— digo esto último en un susurro.

—¿Eh? Un chico ...

—Hola —Azul se nos acerca con gran efusividad— chicas les presento a Mark

No-puede-ser

Es...Él...

Tierra-trágame

—Hola chicas un gusto conocerlas —comenta él con una voz sexy...seguro ya estoy babeando.

—Hola mucho gusto mi nombre es Meghan y el de ella Emma un gusto conocerte —termina de decir con efusividad como es normal en ella al igual que en Azul.

Acaso la suerte nunca estará de mi lado,  dudo que eso algún día pase.

—Chicas, Mark me contó que estuvo en la fiesta pueden creer —hay diosito ahora si has que me trague la tierra.

—Si, pero no estuve mucho tiempo una chica embarro mi traje de diseñador con tarta  de chocolate y tuve que irme, ella cargaba un ridículo vestido de pingüinos —comenta él entre risas y yo expulso el jugo que tomaba en esos momentos haciendo que cayera gran parte en Mark.

Me muero de la vergüenza.

—Yo. Yo lo lamento ..debo irme adiós.

Salgo sin mirar atrás no quiero seguir pasando vergüenza es suficiente por hoy,  tengo mi límites en humillarme. Vestido de pingüinos ridiculizo, es una falta de respeto hacia los pingüinos.
Mi celular suena en una llamada la cuál es número desconocido.

Mi cuerpo se tensa ante la idea de que pueda ser el...

—¿Si? —contesto con la esperanza de que no sea quien estoy pensando.

—Emma, soy Aidan quería saber como te fue hoy ¿terminaste tu trabajo?¿el profesor fue?—aquella pregunta se me hacia rara, pero supongo que se estaba preocupando por mi.