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Quieres pelea?
Entonces te daré
𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖.
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En el cual Aidan Thomas
descubre que el amor y la guerra
no...
❝Puedo ser hija de la guerra. Puedo haber participado en dos batallas. Puedo ser una de las mejores guerreras del campamento. Pero, en realidad? En realidad tengo miedo de pelear.❞
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Aiden Thomas no es una chica normal. Para empezar, el hecho de que uno de sus padres es -literalmente- un dios griego. Seguido de eso, en un segundo lugar, el hecho de que tiene más experiencia en guerra que tu adolescente promedio.
La Batalla del Laberinto y la Guerra de Manhatan dejaron aterrada a la hija de Ares. Las heridas mentales de los remanentes de la Gran Guerra la atormentan en sus sueños y la dejan sin energía para afrontar la dura vida de semidiós. Y para añadir sal a la herida, luego de la profecía que el nuevo oráculo Rachel Dare soltó, el Olímpo cierra sus puertas, dejando a todos los semidioses con preguntas sin respuesta, desconcertados y a la deriva.
Por supuesto, todo empeora cuando, Percy Jackson -su mejor amigo- desapareció de la nada unos meses después de la guerra, y Aiden corre por los techos en busca del hijo de Poseidón, sin respuesta alguna. Y cuando por fin recibieron una pista de los Dioses acerca del destino de Percy, la respuesta a la pregunta que todos se hacen parece caer en un chico sin un zapato que encontraron en el gran cañón.
Aiden no logra entender del todo al nuevo semidiós que llega al campamento, ni mucho menos le agrada que llame a los dioses griegos por nombres romanos. Todo en sí misma le grita peligro, pero al verse enredada en una profecía con el hijo de Zeus para salvar a la Reina del Olimpo, a Aiden no le queda más remedio que confiar en Jason si quieren evitar otra guerra más, esta vez entre los mismos dioses.
