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Quieres pelea?
Entonces te daré
𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖.
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En el cual Aidan Thomas
descubre que el amor y la guerra
no...
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VOLAR SOBRE EL DRAGÓN fue para Aiden la segunda experiencia más aterradora de toda su vida. Y eso es decir algo. El paisaje debajo suyo le trajo recuerdos de la batalla en Manhattan y del monte Tamalpais. El aire gélido de las alturas no le afectaba tanto debido al calor que generaba Festo pero de vez en cuando Aiden se aseguraba de que el abrigo que había llevado esté bien prendido para no perderlo. Volar encima del dragón era como volar en una burbuja protectora. Una calientita burbuja protectora. Y los surcos del lomo del dragón estaban diseñados como sillas de montar, de modo que no eran nada incómodos. Leo les enseñó a enganchar los pies en las rendijas de la coraza, como en unos estribos, y a utilizar los cinturones de seguridad de cuero ingeniosamente escondidos debajo del revestimiento exterior.
Iban sentados en fila: Leo delante, luego Piper, Aiden y después Jason. Aiden intentaba confiar en Jason, pero una parte de ella seguía insistiendo en que no debía hacerlo. Era consciente de la presencia de Jason detrás de ella, pero ya le había dicho cuando subieron al dragón "Si me tocas te arranco los brazos"
Leo empleaba las riendas para dirigir al dragón por el cielo como si lo hubiera hecho toda la vida. Las alas metálicas funcionaban a la perfección, y al poco rato la costa de Long Island no era más que una línea brumosa detrás de ellos. Sobrevolaron rápidamente Connecticut y ascendieron a las nubes grises de invierno. Leo les sonrió.
"Genial, ¿verdad?" Aiden le sonrió mostrando los dientes.
"Si no le tuviera manía a las alturas lo disfrutaría más" reconoció tratando de no mirar hacia abajo.
"Le tienes miedo a las alturas?"
"Malas experiencias" Aiden no quiso dejar mucho en la mesa, y pudo ver que Leo iba a seguir cuestionándole. Por suerte Piper la salvó
"¿Y si nos ven?" preguntó.
"La Niebla" dijo Jason. "Impide que los mortales vean cosas mágicas. Si nos ven, seguramente nos confundirán con un pequeño avión o algo por el estilo. "
Aiden echó una mirada por encima del hombro mientras Piper preguntaba.
"¿Estás seguro?"
"No" reconoció él.
"Si, tiene razón." Aiden dijo exactamente al mismo tiempo que él. "Estamos seguros en Festo."
Entonces Aiden vio que aferraba una foto con la mano: la imagen de Talia que había encontrado en la cabaña 1. Lanzó a Jason una mirada cautelosa, pero él se ruborizó y se guardó la foto en el bolsillo.
