Capítulo 4: +18

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La familia Tweak se encontraba cenando en el comedor de su hogar al lado de su invitado, sin duda la pareja de casados estaba encantada con el novio de su único hijo, Craig siempre había sido muy atento y responsable con su hijo, confiaban mucho en él y ya les había demostrado de sobra que el iba muy en serio con su hijo, por lo que era muy común verlo en su hogar e incluso en el trabajo, en donde en repetidas ocasiones habían visto al muchacho ayudarles con los pedidos o en la bodega de manera desinteresada.

Todos comían y conversaban entre sí, a Craig le gustaba mantener una buena relación con la familia de su novio, lo cual era el mismo caso con su propia familia, quiénes adoraban al rubio, le gustaba ese ambiente y sabía que a su novio igual. Al terminar de comer se levantaron y Craig ayudó a recoger los platos junto a su novio.

-¿Te quedarás esta noche a dormir, Craig? -Pregunto de forma amable la madre de Tweek, el pelinegro asintió mirando a ambos adultos.

-Espero no causar molestias.

-Oh, por supuesto que no hijo, tú siempre serás bienvenido en esta casa. -Habló Richard con ánimos dándole un par de palmadas suaves en la espalda de este.

-Puedes ducharte en el baño principal de arriba, cariño. -Le siguió la castaña, ambos jóvenes asistieron y se encaminaron a las escaleras hacia el segundo piso.

-Buenas noches -Dijeron ambos recibiendo la misma respuesta de ambos padres. Ambos subieron las escaleras empujándose entre sí de manera juguetona mientras platicaban.

-La vez pasada dejaste una camiseta tuya aquí, puedes usarla para dormir. -Dijo el rubio una vez entraron a su habitación.

-Esta bien cariño, gracias. -Ambos tomaron lo necesario y se tomaron una breve ducha cada quién, se cambiaron sus ropas por unas más ligeras para dormir y una hora después ya se encontraban jugando en la computadora del rubio, perdiendo el tiempo en lo que el sueño les ganaba para poder dormir.

-Tricia me mandó una foto de Stripe ya que ella lo está cuidando, mira. -Le extendió su teléfono al rubio quien sonrió con ternura al ver la imagen de la pequeña cobaya que compartía con su novio.

-Se ve tan linda...-Sonrió admirando la imagen -Quiero comprarle un juguete que vi en la tienda el otro día.

-Seguro le encantará -Le sonrío el pelinegro. En esos momentos, escucharon como los padres del rubio subían las escaleras y entraban a su habitación ya para dormir. -Supongo que ya casi será hora de dormirnos, hay que tratar de no hacer tanto ruido...

-Esta bien -El rubio cerró su computadora y la puso sobre la mesa de al lado, ambos continuaron conversando entre ellos en voz baja, sentados uno al lado del otro, poco a poco se fueron acostando en la cama sin cortar la conversación.

-¿Entonces Bebe al final accedió a salir con Clyde? -Preguntó el rubio tomando la mano de su novio entre las suyas y jugando un poco con sus dedos, el azabache asintió mientras reía un poco.

-Me sorprende un poco que lo haya hecho después de que Clyde haya derramado accidentalmente sobre ella la soda que estaba tomando. -Negó con su cabeza, el rubio soltó una risita.

-Pobre de él, estaba muy nervioso...pero al menos ella no lo tomó a mal y aceptó. -Sintió como el azabache entrelazada sus manos y acercaba su otra mano a su rostro, acariciando suavemente su mejilla. -¿Pasa algo? -Preguntó con una sonrisa, el otro negó.

-No, pero estás muy tranquilo, me gusta verte así. -Tweek se sonrojo un poco y le miró a los ojos.

-Eres tú, siempre logras calmarme. -Acercó lentamente su rostro un poco al contrario, el otro le imitó cortando la distancia y sellando sus labios con un dulce beso.

30 One Shots Challenge CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora