3. BESO ROBADO

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Llegué temprano a casa de Minseok para ayudarlo a elegir que atuendo usar pues había ido de compras y no sabía que conjunto debía elegir, sabía que él ansiaba verse bien para esa noche, yo por mi parte tenía mi atuendo listo desde hace días. Le había mandado un último mensaje a Chanyeol diciéndole que nos veríamos más tarde. Temía que olvidara la fiesta y no se presentara.
Desde que lo conocí en aquel partido de básquetbol de la preparatoria supe que era el chico indicado. El era mi razón para no perderme la clase de gimnasia cada martes. Pensé que una vez en la universidad jamás volvería a verlo hasta que mi hermano trajo a Park Yoora a la casa. Era una increíble casualidad que fuera su hermana. De ahí fue que le agarré un cariño especial a ella, pues me recordaba a su hermano. Se me hacían muy similares y no solo en su físico, también en gustos y en personalidad. Ambos eran competitivos y les gustaban los videojuegos. Ambos eran buenos cocineros de tteokbokki, menos mal que a Yoora no se le quemaba el arroz como a Chanyeol. Aún así tienerla en mi casa era como sentir cerca a su hermano.

Me había armado de valor para darle mi número. Creí que me rechazaría o que jamás me mandaría ningún mensaje. Admito que estuve todo el día pendiente del teléfono esperando un mensaje. Inclusive tuve la audacia de pedirle una foto. Anhelaba tener una foto suya y que no fuera ninguna de esas fotos todas mal tomadas y borrosas de la clase de gimnasia.

Ahora estaba preocupado por verme bien y provocativo sin caer en lo vulgar. Para eso Minseok era el mejor asesor pues siempre tenía un gusto muy fino en cuanto a prendas. Eran las siete y treinta, estábamos casi listo para bajar y esperar a los primeros invitados. Me había delineado los ojos y traía puesta mi mejor camisa. Mi cabello no estaba tan en su lugar como de costumbre, decidí despeinarlo un poco para darle un toque despreocupado a mi look de esa noche.

Los invitados estaban llegando pero no veía a Chanyeol por ningún lado. Me comencé a desesperar y a poner nervioso. ¿Que tal si lo había olvidado? Chequé mi teléfono para ver si tenía algún mensaje suyo. Abrí nuestro chat y no había leído aún mi mensaje. Me estaba comenzando a preocupar. Fui a la barra y tomé un trago, después otro y otro más. Una vez que ya estaba más ambientado me dispuse a tratar de disfrutar la fiesta. Me quedé hablando con mis amigos mientras el novio de Minseok nos traía más bebidas.

-Ahi viene Jongdae y en lugar de traer nuestras bebidas trae a dos tarados desconocidos.-

Tras la queja de Kyungsoo deje de lado la platica con Luhan para protestar. En eso lo vi, podía sentir mi rostro caliente como si de pronto la sala ardiera en llamas. Se veía tan guapo, su cabello no mostraba sus peculiares ondas si no que se veía más alisado pero sin llegar a verse súper producido. Su ojos tenían lentillas azules que le resaltaban con su rubio cabello. Su camisa blanca con delgadas rayas marrones y una chaqueta negra de piel, junto con unos vaqueros ajustados que resaltaban sus largas piernas y unos zapatos negros que le daban el toque chic a su atuendo. Se veía tan jodidamente sexy y guapo. Me quedé mirándolo más de lo necesario y Luhan comenzó a bromear con que debería cerrar la boca o se me caería la baba. Por un momento me preocupé de que realmente hubiera saliva saliendo de mi boca.

El novio de Minseok los presentó y de inmediato sentí las miradas de mis amigos. Todos sabían de mi enamoramiento en la escuela pero no habían tenido el placer de conocer al causante de dicho sentimiento.
Después de eso poco a poco mis amigos nos fueron dejando solos. Primero Kyungsoo, pues Jongin había llegado a buscarlo para ir a darse una sutil sesión de besos apasionados a la vista de todos en la barra de la cocina. Todo un espectáculo. Después Minseok y Jongdae se alejaron para pasar un rato a solas y por ultimo Luhan se llevó casi a rastras al amigo de Chanyeol que estaba algo insistente en querer bailar conmigo, por suerte Luhan sabía como seducir a esos chicos y terminó siendo arrastrado a la pista improvisada en la sala.

Cuando Nadie Ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora