12. SERÉ TUYO [FINAL]

842 82 27
                                    

Mi vida en Japón no había sido tan mala después de todo, me adapté demasiado rápido al cambio, cosa que aún me seguía pareciendo increíble. Iba a cumplir mi tercer mes en esa empresa, se podía decir que había pasado la prueba de fuego, ya había hecho amistades y por fin me había mudado del pequeño hostal en donde me quedaba, ahora había alquilado un pequeño y modesto departamento que tenía lo básico e indispensable, no era la gran cosa, pero era mucho mejor tener mi propio espacio que compartir un cuarto con desconocidos, también me había dado cuenta que mi japonés ahora era más fluido y ya no tenía tantos problemas con la pronunciación, mis compañeros de trabajo me decían que ya casi no notaban mi acento de foráneo así que si un hablante nativo lo decía es por que era cierto.

Un día de tantos recibí una llamada de Jongdae, hacia tanto que no tenia noticias suyas y me emocioné bastante cuando me dijo si podíamos vernos, no tenía idea que estábamos en el mismo lugar y honestamente, ya ansiaba ver un rostro familiar.
Habíamos sido compañeros toda la carrera, hasta cierto punto éramos amigos, Baekhyun y su novio eran mejores amigos así que algunas veces llegamos a salir en citas dobles y esas cosas, después descubrí que Dae era una gran persona, a pesar de su ruptura con Min, él siguió siendo cercano a Baek y a mí.

Esa era la primera vez que me reuniría con un ex compañero y eso me entusiasmaba, quería saber que había sido de él en este tiempo.

Tomé mi abrigo y salí temprano de casa, como ya se acercaban las épocas decembrinas había mucho más gente en las calles y el tráfico en las horas pico se ponía mucho peor.
Por suerte el metro me dejó a tres calles y pude caminar tranquilo y sin prisas. Cuando llegue al lugar acordado decidí esperar dentro pues el frío del ambiente me estaba congelando la nariz.

-Gusta que le tomemos la orden?-

-No, aún no, estoy esperando a alguien.-

-De acuerdo, regresaré en unos minutos más.-

La amable mesera me sonrió y se fue a seguir con su trabajo. Yo me sentía nervioso pues no quería que me preguntaran sobre él, pero era algo que eventualmente saldría a flote en la plática así que comencé a pensar que decir, como siempre que pensaba en él mi mente se transportaba a esa playa, su mirada pidiéndome que nos juráramos amor eterno y después todas las dudas en mi mente al verlo partir en la dirección contraria. Me repetía a mí mismo en que no debí darle tanto tiempo, quizá esté año y medio que hemos pasado lejos es la prueba de que no estábamos destinados, tal vez si me hubiera aferrado más fuerte habríamos terminado más rotos, no lo sé. Jamás lo sabría.

-Lo siento por la tardanza Yeol, esta haciendo un frío de muerte allá afuera y el tráfico es un infierno.-

-No importa, acabo de llegar. Me sorprendió mucho que estuvieras también en Japón, ¿Cómo supiste que me había mudado?-

-Hace poco me encontré a Minseok en el supermercado, me atreví a pedirle un café y no esperaba que aceptara, me contó sobre esto y aquello, ya sabes. Y luego dijo que el padre de Baek te había conseguido este trabajo, supongo que fue difícil estar desempleado por un tiempo.-

-Lo fue, ya me empezaba a desesperar y creí que no lo lograría, pero bueno las oportunidades llegaron y las tomé. Ahora me siento feliz de haber aceptado su ofrecimiento, fue una buena decisión.-

-Me alegra que todo esté marchando bien para ti. Yo seguí el negocio familiar por eso vine, estaré aquí unas semanas solamente, pero quise aprovechar a reunirnos ya que sabía que estabas aquí.-

La mesera llegó para tomarnos nuestra orden. Cuando vi la carta vi una bebida con canela y calabaza, pero me abstuve de pedirla, hoy no quería que los pensamientos melancólicos me invadieran, solo quería pasar un rato agradable con un amigo y eso era todo. Hoy no me iba a estar lamentando por nada, algún día tenía que avanzar y por que no empezar desde hoy, era obvio que yo seguía atascado en ese capítulo de mi vida y no podría darme nunca la oportunidad de cambiar de hoja si no lo cerraba.

Cuando Nadie Ve Donde viven las historias. Descúbrelo ahora