Cuando Nadie Ve

6. CONSEJOS DE PAPÁ

-Pasen por aquí por favor. En un momento el chef les traerá el menú para que degusten nuestros platillos principales.-

La pareja de novios se sentó en la mesa del restaurante del hotel cerca de la entrada a la cocina. Unos minutos más tarde el chef salió para presentarles los diversos platillos desde la entrada hasta el postre. Cada platillo tenía un toque único y su sabor era tan placentero para el paladar que no tenía idea de cuál elegir.
Terminaron por aceptar la recomendación de la casa y salieron de ahí con el estómago lleno de tantos platillos que probaron.

-Creo que hicimos una buena elección, esa sopa de brócoli estaba demasiado rica.-

Dijo la chica sonriendo mientras se colocaba el cinturón de seguridad.
Su novio la miró y le ayudó a abrocharlo mientras compartían sonrisas y miradas de complicidad por que ambos estaban de acuerdo, había sido difícil tomar una decisión pues ese puré de patatas con yerbabuena y el lomo de cerdo con vegetales habían estado deliciosos, pero la pasta con queso y mariscos y el salmón ahumado también habían estado lo que le sigue de buenos. El novio arrancó el auto y se pusieron en marcha hacia la casa de la chica.

-Estuvo delicioso, creí que no podríamos estar de acuerdo en la comida, tienes un paladar bastante exigente cariño.-

El semáforo estaba en rojo por lo que Baekboom se volteó para contemplar la sonrisa de la mujer que estaba sentada en el asiento del copiloto, era la sonrisa más traviesa y coqueta que haya visto. Sus ojos se cerraban como medias lunas y su nariz se arrugada un poco haciéndola ver más aniñada pero con un toque de picardía que lo había vuelto loco desde el primer momento en que la vio reírse de él cuando se le cayó el almuerzo en la cafetería de la universidad.

Estaba tan concentrado mirándola y delineando cada uno de sus gestos que de pronto le pareció que estaba siendo víctima del cansancio y estrés de todos los preparativos de la boda y comenzaba a ver doble.

Un rostro bastante familiar estaba caminando por la acera justo detrás de la cabeza de Park Yoora. Esas orejas y esa sonrisa tan similar a la de la chica lo delataron. Ese era Chanyeol, estaba sonriendo mientras veía a la persona que estaba a su lado, pero que por lo visto era más baja pues no alcanzaba a visualizar bien pues el cuerpo del alto casi lo cubría por completo.
Iba a dejar de prestarle atención a su futuro cuñado cuando visualizo una cabellera castaña y unos caminados bastante familiares, ¿ese era Baekhyun?

Ya no era raro verlos juntos pues sabía que ambos se habían entendido muy bien y era muy buenos amigos, parecían una y mugre, leche y galletas, hamburguesa y papas fritas, seguramente irían a algún lado por ahí ha buscar videojuegos pues últimamente si hermano pasaba demasiado tiempo en casa de los Park, era como un hijo más, de hecho si lo pensaba bien, Baekhyun frecuentaba más la casa de sus futuros suegros que el mismo. Debía comenzar a pasar más seguido a saludar a los padres de su prometida si no quería que se empezara a notar.

-Amor, ¿te parece si pasamos a la pastelería a comprar el pan de calabaza que tanto le gusta a tu madre? Hace tiempo que no convivo con mis suegros.-

-¿De verdad? Por mi esta bien, ellos también preguntan por ti a Baekhyun, en realidad el va más seguido que tú.-

Se rascó la nuca nervioso y se acomodó el flequillo detrás de la oreja.

-Debería ser más atento con ellos ¿no es así? Antes de que quieran casarte con mi hermano por frecuentarlos más.-

La chica río sin pena alguna y le dio un leve golpe en su hombro fingiendo vergüenza.

-Chan y Baek son muy buenos amigos y les gustan los mismo videojuegos, pasan horas encerrados en el cuarto de mi hermano y a veces se queda a cenar. Mis padres lo adoran, ya es como un pequeño hermano más.-