Capítulo 31

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Crissie.

Vacía.

Me sentia totalmente vacía.

Esa sensación, la que me había acompañado por tantos años, en este preciso momento me embargaba casi por completo.

Soy una cobarde, No tenía el valor de subir las escaleras que me separaban de Adam. No quería ir y preguntarle que había sucedido, porqué; se que luego de eso nada estaría bien, de alguna manera extraña lo sentía, sentía como el dolor y ese vacío que tanto odio se comenzaban a abrir paso en mi interior.

Me sobresalte, por el estrepitoso sonido del tiebre siendo tocado.

Me levanté para abrir la puerta, lo que me faltaba.

-Lucrecia- La ex mujer de Adam me miraba, con una sonrisa cínica tallada en su rostro, Dios esta mujer si que era extravagante, poseía una hermosa piel tostada junto a una abundante cabellera negra y hermosos ojos grisaceos, sin pasar por alto el voluptuoso cuerpo que tenía.

-Hola querida- Sin esperar ser invitada, paso por mi lado adentrándose a mi casa.

-Vete, Lucrecia.

-Mira, ¿Cristell, verdad?- Apreté los dientes- Seré breve, vengo a darte un mensaje.

-¿Mensaje de quién?

-No me corresponde revelar su identidad, pero vengo a que te des cuenta la clase de hombre que es Adam Walker- Me tendió un sobre, yo lo tomé dubitativa.

Sin esperar respuesta alguna la mujer salió así como entró, extrañada observé el sobre; Cerré la puerta y volví a sentarme en el mueble a medida que abría el sobre para revelar su contenido.

Eran tres fotos.

En el momento que mis ojos visualizaron las imágenes que se encontraban entre mis dedos mi mundo se vino abajo, un millar de sensaciones apabullantes me embargarón. No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, no era capáz de emitir palabra alguna; Sólo jadeos de horror se escapaban de mis labios.

-No... por favor no- Susurre, la respiración me empezó a faltar y una punzada dolorosa proveniente de mi estómago causó que me doblara.

Tomé varias respiraciones logrando serenarme, pero aún así el dolor y la traición recorrían cada centímetro de mi cuerpo.

De un momento a otro el dolor se esfumó, sólo éramos yo y mi coraza hecha añicos. Aquella coraza que  había cedido,  permitiendole el acceso a ese hombre. El mismo que me habia mostrado el cielo pero que justo ahora me hizo bajar al infierno. Y todo para terminar en el mismo punto en el que comencé.

Y allí venía de nuevo esa sensación... el vacío incontenible que sentía.

Me levanté y empuñe las fotos, para así trazar mi camino escaleras arriba.

Una vez estave parada en el umbral de la puerta pude observarlo, y instantáneamente un dolor crudo me atravesó el pecho, lágrimas corrían por mis mejillas como si de una cascada se tratase.

Sabía como se sentía el dolor provocado por la muerte y pérdida de un ser querido, Sabía como se sentía mel dolor que causaba no tener a nadie, Incluso sabía el sufrimiento que causaba sentirse insuficiente e inservible; Pero jamás había sentido algo igual a lo que estaba sintiendo en este momento.

La traición me quemaba, me sentía usada, engañada y traicionada.

Adam se encontraba sentado a orillas de la cama, con la cabeza enterrada en sus manos por lo cuál no noto cuando comencé a acercarme hasta pararme frente a el.

-Sabés Adam..- El se sobresalto, alzó la cabeza para encararme, sus facciones se distorcionarón en cuanto sus ojos conectaron con los míos- Te veía como lo mejor de mi vida... como mi salvación.

-Bonita té juro que puedo explicarte- Se levantó, tomando mis manos entre las suyas, pero inmediatamente las aleje, Su tacto me ardía.- Tienes que creerme Cristine por favor- Murmuró.

Negué con la cabeza , a medida que me dirigí al armario para sacar mis maletas.

-No mierda no- Se paró frente a mi- Por favor créeme bonita yo...- No terminó la oración debido a que mi mano se estampó con su mejilla causando que volteara el rostro. -¡PEGAME, ANDA PEGAME!-Comenzó a gritar.

Lo ignore una vez más para comenzar a recoger mis pertenencias, tan sólo verlo me hacía querer echarme a llorar  hasta quedarme sin lágrimas.

Una vez tenía todo empacado tomé la maleta por el mango lista para salir de la casa. Pero, antes de cruzar el umbral me giré,  para observar a Adam, ;El cual me miraba con un falso dolor en sus ojos.

-Dime algo, ¿Por qué con ella?- Trage, tratando de hacer que el nudo que tenía trabado en la garganta mermara.- Tantas mujeres, tantas malditas mujeres y tenías que cogerte a mi amiga.

-Yo no se como paso- Se llevó las manos a la cabeza- Ella fue a mi oficina a que habláramos y lo que supe después es que estaba sólo y sin ropa.- el dolor se incrementó, y una nueva punzada atentó contra mi estómago.

-No seas cínico- Le dije- Pensé que me querías....

- Lo hago te amo más que a nada yo...

-CÁLLATE, ERES UN MENTIROSO DE MIERDA.- Me acerqué a el.- ME DESTRUISTE ADAM WALKER MATASTE TODO LO BUENO QUE QUEBADA EN MI VIDA-Empecé a golpearle el pecho con frenesí, buscando que sintiera tan siquiera la mitad de lo que yo sentía.

Una nueva punzada me atacó sin piedad, haciendo que me arrodillara por el dolor punzante que sentía.

-Mierda-Murmuró, tomandome de los hombros- ¿Que té sucede bonita?

-No me toques, me das asco- Me aleje de el, y ese solo gesto parecia romperle el alma. Pero yo sabía que no era así, todo era tan falso como el.

-Tienes que creerme Cristine esa mujer es una arpía ella me drogo-Lo observé, me causaba una infinita decepción su sola presencia.- Por favor - Se arodillo a mis pies.

-Levantate Adam- Le dije, apretando fuertemente la mandíbula.- ¡QUÉ TE LEVANTES!.

-Cristine....

-Adiós Adam, espero que no te cruces de nuevo en mi camino. Y de sobra esta decirte que el matrimonio se cancela- Comencé a arrastrar mi maleta por el pasillo, dirigiéndome hacia mi camioneta.

Y sólo ahí, me permití llorar, gritar y patalear.

-Quiero dejar de sentir este dolor- Murmure.

Prefería mil veces los golpes y maltratos de César que este dolor que me quemaba en carne viva.

Jamás pensé que Adam me haría algo así.... Jamás me imaginé que me engañaria con la mujer a la que le había brindado mi amistad por tantos años.

No sabía como manejar lo que sentía, quería arrancarme el corazón si eso me llevaba a calmar este dolor.

Adam Walker llegó a ser mi salvación, pero ahora mismo estaba siendo mi perdición. Me salvó del verdugo que me esclavisaba sólo para undirme mil veces peor.

El dolor indescriptible me estaba escociendo por dentro, me quemaba el pecho.

Me dolía respirar, me dolía vivir.

Yo fui tan tonta, tan ilusa.... pensé  Que tal vez, sólo tal vez tendría una mínima oportunidad de ser feliz; de dejar a un lado el dolor y el sufrimiento, Pero ya veo que me equivoque.

¿Acaso esté era el precio que tenía que pagar por los momentos de felicidad que me sé fueron concedidos?

Porqué francamente, si así era prefería vivir en aquel abismo oscuro donde permanecía undida antes.

Antes de el todo era una mierda.

Yo pensé que después de el todo cambiaría.

Pero no, después de el todo era mucho peor.

Cristine Woods [Completa️✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora