Capítulo 33

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"Me he dado cuenta  ha menudo, que los corazones de los hombres no son tan malos como sus actos, Y casi nunca como la maldad de sus palabras"

- J.R.R. Tolkien.

Adam.

Miserable.

Si había una palabra que  definia como me sentía era esa.

Me sentia miserable, destruido y acabado.

Siempre lo he tenido todo. Cualquier cosa que se cruzará por mi mente era capáz de tenerla en mis manos cuando se me diera la gana.

Tengo una cuenta bancaria repleta de ceros y más propiedades de las que puedo contar con los dedos de mis manos.

Pero eso no me sirve de nada porque ella no esta conmigo.

Las cosas materiales no sirven de nada cuando tienes el alma vacía, eso no lo puedes saciar ni con todos los millones del puto mundo.

Cogí la botella y me la lleve a los labios, dejando que el líquido me quemara la garganta y logrará embriagarme cada vez más.

No quería sentir, no quería pensar en que tenía todo, pero lo mande a la mierda.

Los recuerdos difusos y distorsionados de la noche anterior pasaban por mi mente como si de viento se tratase.

No recordaba con claridad lo que sucedió anoche, es como si los recuerdos permanecieran congelados en algún lugar remoto de mi mente.

Mi celular sonó desde  mi bolsillo, llenando el silencio en que estaba sumergida la habitación en la que me encontraba.

"Se acerca tu hora de pagar       

AW."

Otro mensaje. Otra puta amenaza de la persona anónima que se ha estado divirtiendo con la tarea de joderme.

Me paré frente al vidrial que tenía en mi oficina, contemplando todo el centro de Berlín.

Quien diría que ahí afuera hay millares de personas sufriendo en este momento exacto, miles de personas mortificadas por distintos motivos.

Pero de eso va la vida, Nos pone obstáculos pero esta en nosotros pasarlos o rendirnos.

<Entonces lucha por ella> hablo una voz en mi cabeza.

No puedo.

Ahora mismo ella debe estar hecha jirones, debe estar destruida  y todo por mi culpa.

Llamenme demente, pero puedo jurar que veo como la vida se me  esfuma delante de mis ojos.

Antes de ella creía que estaba bien, pero no sabía lo que era realmente ser feliz hasta que ella llegó a mi vida.

La tuve conmigo, y puedo jurar que me llevó al cielo. Puedo asegurar que me elevó hasta el mismísimo paraíso.

Después de ella no había nada.

No había nada porque no podía visualizar mi vida sin ella, no podía vislumbrar mi vida sin esa mujer que me hacía comportarme como un crío en plena pubertad.

<Lucha por ella> Volví a oír esa voz a la que muchos le llaman conciencia.

-Lucha por ella Adam- Me dije a mi mismo, a medida que me encaminaba al parking para ir a buscarla.

No me rendiria, al menos no sin siquiera agotar todos mis recursos para lograr que ella regresará junto a mi, como debía ser.

Puede que no sea el mejor hombre, he cometido errores, he fallado y mentido. Pero Cristine siempre tendrá la mejor parte de mi, por ella estoy dispuesto a entregar cualquier cosa, hasta mi propia  vida si es necesario.

-Puedes tenerla de nuevo Adam- Sonreí, sonreí en medio de tantas tristezas porque si tenía siquiera una mínima esperanza de recuperarla eso me bastaba.

Ella se merece el cielo, se merece lo mejor de este mundo luego de todo lo que le sucedió tiempo atrás.

No seré yo quien destruya sus ilusiones, no seré yo quien empañe su lindo rostro con lágrimas.

Ella es mi ángel.

Ahora mismo mi ángel lloraba, mi ángel sufría.

Pero yo cambiaría esas lágrimas por sonrisas.

《》

Toqué la puerta de madera con mis nudillos, la ansiedad comenzó comenzó a abrise paso en todo mi cuerpo.

No tenía la certeza de que mi bonita estuviera aquí, pero este era el único lugar al que ella podia  acudir, en busca de Evan.

-Que se te olvido ahora Evan- Las palabras quedaron en el aire en el instante que sus ojos se conectaron con los míos.- Adam.

-¿Puedo pasar?- Se hizo a un lado en respuesta, dejándome entrar al interior del departamento de mi mejor amigo.

-¿Qué quieres Adam?

La observé, y el mundo se me vino abajo en el instante que la detalle.

El brillo que siempre danzaba en su sus ojos no estaba, en su lugar tenía unos orbes rojizos y carentes de alegría, su sonrisa usual no esta; Y unas bolsas negras llamadas ojeras yacían debajo de sus bonitos ojos.

Se veía cansada, vestía una de sus pijamas y iba desclanza. Mi bonita estaba sufriendo.

-Sólo quiero que hablemos- Le dije, acercandome un poco a ella.

- No tenemos nada de que hablar- Respondió, cruzandoce de brazos.

-Yo no se lo que sucedió- Le solté, vine aquí a decir la verdad; y aunque ella no me creyera igual lo haría- Todo es tan confuso, te juro que no te engañe por voluntad propia.- Sus ojos me escrutaban, rojizos y vidriosos.

-Ya no importa Adam, ahora quiero que te vayas y me dejes sola- Sus palabras eran como cuchillos filisos clavandose en mi corazón.

-Te daré tiempo Cristine, pero me esforzaré en que descubras la verdad- Le dije, y sin esperar respuesta me acerqué y la envolvi en mis brazos.

Ella se removió al principio, pero luego cedió y dejó que la abrazara;  más no me devolvió el abrazo.

Me separé de ella para no incomodarla,  la mire por unos segundos que parecieron eternos, estaba ansioso por borrar ese semblante triste de su rostro y devolverle su alegría característica.

Me di media vuelta dispuesto a marcharme, cerré la puerta detrás de mi, dejando ahí adentro a él amor de mi vida hecha pedazos.

-¿Qué haces aquí?- Cutiono Evan,  apareciendo frente a mi con Summer a su lado y una caja de pizza en su mano.

-Sólo vine a hablar con Cristine, Evan yo puedo explicarte. ....

-Ahorrartelo Adam, debes explicarle a mi hermana no a mi-Y sin más tiro de la mano de Summer, alejándose de mi. Suspire.

Yo puedo con esto, debo darle tiempo.

Cristine Woods es mi luz y no permitiré por nada del mundo que se me sea arrebatada.

Cristine Woods [Completa️✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora