010: Sea. Nuevas Especies 2

VII

Ya había pasado un mes desde que Sea había sido ingresada en el Homeland. Su adaptación social había mejorado últimamente. Era parte del grupo de amigas de las "regalo" y también era amiga de Flirt. El macho se había disculpado con ella por molestarla en el bar y ambos terminaron siendo buenos amigos sin rozar lo sexual, el macho comprendió que ella no estaba interesada en ese tema pero eso no quitaba que él estuviera interesado en ella de otra forma.
Otro amigo que la ninfa había conseguido es Jericho, el gran primate se había vuelto su amigo luego de que ella tropesara con él, Jericho había descubierto una verdadera amistad en Sea.

Quién no estaba feliz con ello era Kit. A la felina no le agradaba que Sea pueda ser tan social y tener tantos "amigos" en su mente solo pasaba las formas de darles una paliza pero se contenía por eso le hacía feliz a su hembra. Si, Sea era su hembra. Sin embargo aún no estaba dispuesta a aceptar aquello tan publicamente, aún se sentía aterrada de su descubrimiento que se conformaba con ser su amiga aunque sus instintos le dictarán otra cosa.

- ¡Kit!- Sea salió corriendo a encontrarla y saltó a su espalda.

-¡Escamas!- dijo la felina riendo.-¿Que pasa? Estás muy feliz.

-¡Hice unas galletas y no me salieron quemadas!- esclamó feliz la pequeña hembra.

-¿Enserio? Quiero probar pero bajate.- dijo riendo la felina.

Últimamente el hobby de Sea era hacer comida, amaba cocinar y más si lo hacía para Kit. Kit pensó que engordaría con cada comida que Sea le hace, su chica cocina muy
bien.

- ya va.- Sea se baja y la lleva a su departamento.

- oye, estás muy emocionada.

- es una nueva reserva que encontré en internet, así que si.- dijo la ninfa sonriendo.

- seguro estará delicioso.

Kit y Sea subieron rápido al departamento que no s
e dieron cuenta como las demás mujeres las miraban.
Las mujeres sospechaban que algo extraño ocurría entre las dos y eso preocupó a Breeze. La canina estaba pensando hablar con Kit pero aquello era imposible porque siempre le inventaba algo para no hablar.

- Kit, siéntate te serviré leche para que comas con las galletas.- dijo la ninfa mientras mimaba a la felina.

Kit sonrió, su ninfa se comportaba como su pareja aunque no se diera cuenta.
Siempre la espera luego de un turno con ropa limpia y el baño preparado, le cocina, le ayuda con la limpieza, la abraza y le besa la mejilla. Ella parecía su pareja realmente aunque no se diera cuenta.
Cuando Kit le dió el primer bocado sintió que comía el manjar de los dioses, su chica si que sabía cocinar. Miró a Sea que esperaba ansiosamente su opinión.

- esto no está bueno...- dijo esperando ver una cara de decepción en Sea y la vió.- esto está maravilloso, está muy delicioso.

-¿De verdad?- dijo emocionada la pequeña ninfa.

- si, está para comerlo lento y disfrutar su sabor. ¿No lo probaste?- dijo Kit y la ninfa negó.- cierra los ojos.

- ¿Por que?

- solo hazlo.

Sea asintió y los cerró. Por un instante a Kit se le cruzó la mente besarla pero negó para pasarle un padazo de galleta por la nariz y Sea la olfateó con ganas de comerla, pero Kit la alejó.

- ¡Kit!.

Kit sonrió cuando Sea sé quejó y le dió la galleta.

- está deliciosa.- dijo la ninfa sonriendo y quiso tomar otra pero Kit la alejó. Sea le miró confundida.