010: Sea. Nuevas Especies 2

XIV

Sea estaba terminando de leer un libro en la sala de la biblioteca cuando un aroma le hizo ronronear muy bajo.

- sabes que no deberías hacer ruido en la biblioteca ¿No?- le susurró Kit en su oído.

- tú lo haces apropósito.- dijo mirándola acusadoramente.

- es posible.- dijo Kit con malicia sentándose frente a ella.- ¿Sigues molesta conmigo?

-esa pregunta deberia hacértelo yo a ti. ¿Por que no quieres que sea enfermera?

Kit se mordió el labio inferior debatiéndose si decirle o no, sin embargo sabía que debía ser sincera con su compañera.

- porque me da celos pensar que tendrás que tocar a otras especies.

Eso sorprendió a la ninfa pero luego sonrió.

-¿Celos? ¿Porque?

- Eres muy hermosa, demasiado sexy y no te das cuenta. Cualquiera podría fijarse en ti y tú podrías querer a alguien más...

-¿Temes que elija a otro?- dijo dudosa la ninfa a lo que Kit asintió en respuesta. Sea suspiró y dejó el libro en la mesa de café mientras se acercaba a Kit y se sentó a ahorcajadas en ella y Kit de inmediatamente la sujetó de la cintura ronroneando por la cercanía.- eres mía Kit, totalmente mía. No elegiría a nadie más para que sea mi pareja que no seas tú, te amo pero me gustaría que también respetes mis decisiones. No soy una sumisa, eso no está en mi naturaleza, y si, discutiremos un montón de veces pero eso no significa que no te ame.

- lo sé, perdón por no apoyarte. Si me dejas...yo quisiera mostrarte algo para recompensar mi error.

- no es necesario Kit.

- aún así yo quiero hacerlo.

- ¿No ganaré verdad?- dijo la ninfa sonriendo.

- nop.- dijo la especie para besarla y luego tomarla de la cintura y cargarla como una pluma.- vamos a ver tu sorpresa.

(*)

El trayecto de Sea en los brazos de Kit fue raro, las mujeres las veía y se sonreían mienras Sea moría de la vergüenza pero Kit no la dejó bajarse.

-¿Falta mucho?- dijo Sea al ver qué llegaban al piso 6 dónde habían pocos departamentos habitados.

- eres muy ansiosa, gatita.- dijo Kit riendo mientras la bajaba frente a un departamento y la abrazó de la cintura.

-¿Gatita? La gatita aquí es otra.- dijo la ninfa retandola.

- mmm pero a ti te gusta esta gatita ¿No?- dijo mientras le robaba un beso.

- no me convences.

Kit volvió a besarla.

- ¿Y ahora?

-nop.

Kit la volvió a besar está vez apegando su cuerpo con el de Sea y la empotró contra la pared.

-bruta.- dijo riendo la ninfa mientras la besaba.

-tú lo pediste.- dijo Kit excusándose mientras la besaba con fervor.

Sea se sentía desfallecer entre los brazos y besos de Kit, el aroma de gata alfa de Kit la tenía mareada y perdida entre su cuerpo y la pared, quería que Kit la tomará en ese mismo momento.
Los ronroneos por parte de la especie solo hicieron que Sea se sintiera más deseosa de su hembra, sin embargo la felina tenía otro plan cuando se alejó.

- no te tomaré aquí, dónde cualquiera podría verte, mejor veamos tu sorpresa.

- pero Kit...- Sea se quejó haciendo un adorable puchero que Kit mordió.

- luego, ahora vamos, mueve ese lindo trasero que tienes.- dijo la felina dándole una nalgada que le hizo dar un leve chillido de sorpresa a Sea.

La especie y la multihibrida entraron al departamento que era más grande de lo común y con más habitaciones, tres en realidad, la cocina y el living era bastante grandes también. El lugar estaba amueblado y adornado con colores azules y negros.

-¿Que hacemos aquí?- dijo Sea confundida.

Kit sonrió y se acercó a una mesa donde recogió un folio y extrajo un papel.

- pensé en mudarnos aquí.

Sea quedó muda ante eso, no sabía que Kit quería vivir con ella.

-¿Ambas?- dijo sorprendida.

- Por supuesto tonta, quiero que ambas vivamos cómo lo que somos, una pareja.- dijo la felina mientras le tendía un papel.

Sea lo agarró confundida y leyó lo que decía. "CERTIFICADO DE COMPAÑEROS"
Miró a Kit con ojos muy abierto y su boca hizo una "O", aquella expresión hizo que Kit se ría y luego le señaló una línea donde la firma de Kit estaba allí.

- demoré mucho en obtenerlos, no sabían muy bien que poner en los papeles ya que somos hembras.

Sea aún no salía de su asombro. ¿Kit la quería como compañera oficialmente? Sea sabía que en su cultura Kit prácticamente era su esposa pero había aceptado que Kit no lo tuviera en cuenta.

-¿Quieres que sea tu compañera?- dijo la ninfa volviendo a leer el papel.

Kit  río negando y la tomó de la cintura, ronroneando por el sonido del acelerado corazón de Sea.

- tú ya eres mí compañera, solo que esto lo hará oficialmente, además si tú quieres puedes dormir conmigo o puedes tener habitación propia.

- soy friolenta.- dijo tímidamente la ninfa y Kit sonrió.

- entonces compartiremos la cama para siempre.- dijo la felina muy emocionada.

Sea sonrió al contemplar la nueva vida que se le ofrecía junto a su gatita, le asustaba un poco pero tambien le emocionaba. Comenzaba a ilusionarse con esa nueva etapa que tomó la lapicera que le ofreció la especie y firmó sin pensarlo.

Kit gruñó de gusto cuando la elegante y fina letras de la ninfa trazó su rastro para firmar aquel pacto que afirmaba que Sea era suya y de nadie más.

- listo.- dijo la ninfa sonriendo.

- hay algo más, ven conmigo.- dijo Kit ofreciéndole la mano que sea aceptó.

Kit la llevó al dormitorio, el cual estaba adornado de pétalos de jazmín en el piso, aquella flor que tanto le gustaba a su ninfa. A los pies de la alta cama matrimonial se encontraba una caja grande envuelta de papel blanco un un gran niño azul, a su alrededor estaban más pétalos de jazmín.

- ábrelo.- insitó la especie a la hembra.

Sea caminó hacia la caja maravillandose de la habitación y de todo a su paso. Llego a la caja y la abrió con cuidado, un papel fino verde cubría algo, lo quitó para encontrarse con un uniforme y libros.

De enfermería.

- ¿Kit?- dijo la ninfa mirándola con sorpresa.

- necesitaré una enfermera casi todos los días, soy ruda y me gusta pelear.- dijo sonriendo y la ninfa la abrazo trepando se en ella.

-¡Gracias!

Kit sonrió antes de besarla mientras la cargaba y la llevaba a la cama.

- ya sabes cómo agradecerme, escamitas.- dijo Kit mientras se separaba de esos adictivos labios.

Y Sea sonrió, no saldrían de esa habitación un buen rato.