010: Sea. Nuevas Especies 2

Epilogo

18 años despues.

Sea se encontraba decorando un pastel que había aprendido hacer hace poco mientras Kit estaba lustrando sus zapatos.

- ¿A qué hora vendrá ese ladrón?- dijo Kit molesta.

Sea suspiró y negó mirando a su compañera.

- Ya te dije que no es un ladrón, es un cachorro y tiene la misma edad de Blaze.

- Con más razón, de seguro es un inmaduro.

Sea negó sonriendo. Su hija mayor tendría su primera cita con el hijo de Hero, algo que a Kit no le gustó para nada y ha provocado una discusión entre Blaze y Kit por tres días donde Sea y Star , su hija más pequeña, se hartaron hasta el punto de encerrarlas en un cuarto por horas hasta que arreglaron sus problemas.

- Bold es un buen muchacho, Kit.

- Pero mi bebé es muy chiquita, Sea.- dijo Kit haciendo un puchero.

- Ella está en edad. Debes dejarla vivir, sabes que Blaze es una buena chica, no hará nada atrevido. Confia en ella.

- No confío en Bold, Sea. No quiero que él la lastime.

- Es una especie, Kit, ustedes nunca lastiman.

- Siempre hay una primera vez.

En ese momento el timbre sonó y caminó a recibir al joven especie que no sabía en qué se metía. Ni bien abrió y vió al hijo de Hero y Candy feliz, sosteniendo una rosa rosada. Al parecer el joven una enserio que hasta se encargó de traer la rosa favorita a su hija.

- ¡Bold! Pasa, pasa.- dijo Sea feliz.

- Buenas tardes, Sea. Permiso,  vengo por Blaze.- dijo educadamente mientras entraba a la sala donde Kit lo esperaba como una gata rabiosa.

- Bold.- dijo Kit sería jugando con un cuchillo entre sus dedos.

Bold tragó duro pero se puso serio, Blaze se lo había advertido.

- Buenas tardes, Kit.

- Me parece que Blaze esta arreglandose  aún, ¿por que no te sientas a charlar?- dijo Kit sería.

- Claro.- dijo sin intimidar se y lo hizo.

Ambos estaban frente a frente que Sea esperaba que Blaze no tardara mucho o habría una guerra.

-¿A qué hora la traerás?- dijo Kit con voz de amenaza.

- A las 20:00.- dijo Bold sonriendo en sus adentros, ya que sabía que Kit esperaba que él dudara y dijera una hora incorrecta.

Kit gruñó.

- ¿A dónde la llevarás?

- A la plaza de Homeland y luego donde ella quiera mientras sea público.

Kit gruñó de nuevo.

- ¿Que harás con tus manos?

- Agarrar las manos de ella o mantenerlas en mis bolsillos.

Sea sonrió, al parecer el joven estaba ganado está batalla.

-¿Piensas tener sexo con ella?

- Cuando firmemos los papeles de compañeros, antes no.

Kit gruñó frustrada, aunque le costará admitir, el cachorro era ideal para su hija. Sabía de antemano que Bold siempre ah sido un macho muy caballeroso y decente, no ha escuchado que él haya tenido sexo ya, algo que le pareció raro, pero luego se enteró que Bold había estado enamorado de su hija desde que era una cachorro que no podía ver a otra mujer. Por un lado eso la ponía feliz y por el otro la ponía triste porque sabía que pronto su hija abandonaría el nido.