Me detengo en un semáforo esperando que la luz vuelva a dar verde y pueda seguir avanzando. Es lunes, lo cuál significa ver a las personas en el centro por la mañana todavía adormiladas tratando de recuperarse del fin de semana, algunas probablemente yendo a trabajar, otras yendo a estudiar cómo yo y también estaban aquellas personas que volvían de alguna fiesta apoyándose en el amigo que tenían al lado para no caer, riéndose por cualquier cosa. Supongo que unos prefieren salir de fiesta al terminar el finde qué al comenzar.
Fue extraño despertar hoy y no encontrar a Luke viendo la televisión mientras comía galletitas o en la cocina queriendo preparar el desayuno, es increíble que bastara solo dos días para acostumbrarme a la presencia de alguien pero de algún modo así fue. Quizás en el fondo esto era lo que quería o necesitaba... alguien a mi lado, después de tanto tiempo estando sola en ese departamento creí que la soledad volvería a consumirme, pero entonces llegó Luke con su estúpida sonrisa y su amor por los chocolates.
-Deja de pensar tonterías Lyna. -me reprocho.
-¿Dijiste algo Ly? -Amanda, mi compañera de asiento me miraba algo confundida. Yo simplemente negué con la cabeza. -¿Estás aquí?
-Estoy aquí Am.
La profesora de matemáticas estaba explicando un tema nuevo pero mi mente no quería cooperar ni prestar atención este día. Mi parte racional me decía que necesitaba concentrarme y más por ser algo nuevo, ya que la única que saldría perdiendo era yo, así que intenté focalizarme en la clase todo lo que pude. Tuvimos que realizar algunos problemas donde Amanda tuvo que guiarme ya que los primeros pasos estaba un tanto confundida por pensar en cierto chico. Por cierto.. ¿Cómo estará?
-Diría que hoy estás en las nubes. -comenta ella una vez que salimos del aula y nos dirigimos a la cafetería.
-Tuve un fin de semana un tanto inusual.
-Eso fue ¿bueno o malo? -ladea la cabeza.
-Eso fue... raro. -rio.
-Bueno como haya sido, debes bajar un rato a tierra cuando estemos en clases ¿ok?
-Claro Am, lo que digas. -ambas nos sentamos en una de las mesas que se encontraban al lado de las ventanas para poder tomar nuestros cafés y seguir charlando un momento antes de que volviéramos a las aulas.
Las horas pasaron como siempre a su velocidad constante, pero para mí por alguna extraña razón iba a haber momentos en los que sentía que pasaban más lento a propósito. Lo sé, es prácticamente imposible pero ustedes entienden. Antes de llegar al departamento me detuve en una tienda donde vendían flores y hasta cactus ya que decidí comprar estos últimos. Tal vez no podía tener una mascota por el momento pero eso no quitaba el hecho de que podía tener algo más para cuidar.
Recorrí los pequeños pasillos para observar algunos de los cactus, las flores por su parte desprendían un aroma realmente agradable. La cantidad de colores que contenían me hacían preguntar si realmente eran naturales, no podía creer tanta belleza, eran casi irreales. Una vez que elegí los cactus que quería, me dirigí hacia el chico que atendía el lugar.
-Buenos días, compraré estos. -los coloco encima del mostrador para que verifique los precios.
-¿Pagará con tarjeta o efectivo señorita?
-Lo haré con tarjeta. -se lo entregué e inmediatamente realizó el pago.
-Gracias por tu compra Lyna, espero que vuelvas pronto. -comentó.
-¿Cómo...?
-Ah disculpa, vi tu nombre en la tarjeta.
-Ohh ya veo.
ESTÁS LEYENDO
El Chico de la Luna [Pausado]
Fantasy"¿Alguna vez han visto una estrella fugaz? ¿Han pedido algún deseo? Bueno yo pertenezco a ese porcentaje de personas que lo ha hecho. Y tengo algo interesante que contarles.. los deseos ¡no se cumplen! Bueno.. al menos no del todo o quizás mi estrel...