El Chico de la Luna [Pausado]

Capítulo 11🌿

Oscuridad.

Eso era lo que veía, ¿Qué pasaba? ¿Dónde estaba? Oh, cierto... me habían robado, me habían apuñalado y, de un momento a otro ni siquiera fui consciente de mis movimientos. Hasta que sólo me desmayé.

¡OH POR DIOS! ¿¡Estoy muerta y por eso no veo nada más que solo oscuridad!?

Si era así... ¿Dónde estaba el jodido paraíso del que hablaban? ¿Tan mala he sido como para no ingresar? No pues, ni me dolió eh. Ok estoy siendo algo dramática, pero sí comenzaba a sospechar de mi estado. Sentía que estaba recostada pero no sabía exactamente en dónde. Bueno lo más probable era que me encontrara en un hospital ¿cierto?

Intentaba abrir los ojos pero por más que me esforzara no podía, cómo si no tuviera control sobre mí. Unas voces se oían de fondo pero me eran indescifrables. Ya estaba poniéndome nerviosa.

—¿Por qué no despierta? —preguntó alguien. Y yo estaba contestando internamente que si lo estaba.

El sedante que le dimos durante la cirugía fue algo fuerte, es normal que todavía siga durmiendo. Despertará, no se preocupe.
—mencionó la persona que parecía ser el doctor. ¿Sedante fuerte? ¡Con razón!

El punto era que yo ya estaba consciente, pero al parecer mi cuerpo no. La traición hermana...

¿Qué se supone que haría mientras? Hablar con mi consciencia era una opción, y al parecer la única. Aunque las ideas locas se disiparon en cuánto escuché que alguien se sentó junto a mí.

—Ya despierta Lyna, por favor. —ese definitivamente era Luke. —Yo... debo irme esta noche y al menos necesito verte a los ojos una sola vez.

¿Que se iría esta noche? ¿¡Había estado así tanto tiempo!? Mierda. Intenté mover mi mano, hablar, reaccionar, pero nada. Luke continúo hablando.

—Lo lamento, me dejé llevar por el impulso. Yo mismo te acerqué a todo esto, debí haberlo resuelto en otro momento, soy un idiota.

Me daban ganas de darle unas palmadas en la espalda para decirle que todo estaba bien. Incluso abrazarlo, ya que yo opinaba distinto. Él no me había acercado a nada, por el contrario, me había salvado. Era la segunda vez que pasaba por un peligro y luego Luke estaba allí para sostenerme. Por algún motivo sentía que cosas así seguirían pasando, me sentía como pieza de ajedrez en un tablero, siendo movida por algún ser sin consideración que hacía una jugada en falso sólo para ver como era pisoteada por el jugador contrario.

No quería que Luke estuviera en ese juego, no ahora que ni siquiera podía mover un dedo para intentar protegerlo también. Me aliviaba un poco saber que esta noche regresaría, él estaría bien. Si algo llegara a sucederme en el transcurso de su ausencia, me las arreglaría sola.

Estaba tan sumergida en los pensamientos que no me había dado cuenta de que ya podía abrir los ojos. Me percaté de ello porque los intenté abrir —creyendo rotundamente que fallaría otra vez— y pues lo conseguí. Observe el techo parpadeando varias veces para acostumbrarme a la luz. Luego miré al chico junto a mí, éste todavía no se daba cuenta de que había despertado, debido a que tenía sus brazos cruzados en la orilla de la camilla, reposando su cabeza en ellos. No sé si estaba dormido o simplemente mantenía los ojos cerrados. Así que me quedé un rato en silencio, viendo su perfil derecho.

Su cabello negro se encontraba despeinado, pero no despeinado en plan "¿te peleaste con el peine?" Sino más bien "es claro que él mismo se lo acomodó así" como sea, le daba un aire fresco... y literalmente lo hacía porque la ventana estaba un poco abierta y había algo de viento.

Sus pestañas, su mandíbula algo marcada, sus largas cejas pobladas en los lugares correctos, juraría que nunca tuvo la necesidad de depilarlas. Yo  por el contrario, peleaba con la pincita de ceja cada vez que debía usarla, pero prefería eso a usar ceras. No no, recuerdo la primera vez, tenía 15 años cuando mamá compró dos pases de spa y tuve que ir con ella. Todo era relajante e increíble, hasta que la hora de depilación llegó... la mujer que me atendió dijo que usaría la cera en mis cejas puesto que iba a ser más rápido. Como adolescente poco experimentada en estas cosas, le dije "¡claro! No hay problema"