Capítulo 10🌿

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Prov Luke

No lo entendía, era él pero ¿que significa aquello? Todo este tiempo estuve preocupado por su paradero, preguntando por él, esperando que volviéramos a hablar como en los viejos tiempos en donde Jason, él y yo nos sentábamos en la vereda de su casa a tomar algún refresco y contar anécdotas.

¿Por qué si estaba vivo no hizo un esfuerzo en contactarse con nosotros? Con su familia, joder, ellos lo extrañaban aún más. No sé si realmente logró ser feliz con la chica que quería, ¿ambos trabajan en esta florería?. Ya no sabía que pensar, ni siquiera sé si esta persona seguía siendo mi mejor amigo. Lo veía diferente, su cabello antes rubio ahora pasó a tener un tono negro en varias mechas, como si lo había descuidado todo este tiempo. Y su rostro, lucía opaco y sin pizca de alguna emoción. Su mirada era fría. Desde luego, ese no era el verdadero Steve.

—¿Qué es todo esto Steve?

—Una florería, ¿no es obvio? —la risa que dio luego de hablar fue seca. Sí estaba pensando en bromear había elegido el momento equivocado.

—¡Tú! Demonios, ¿sabes cuánto tiempo estuvimos tratando de encontrarte? Lo único que teniamos eran suposiciones, de que tú y la chica de la que me hablaste lograron estar juntos, o en el peor de los casos... Que habías muerto.

No pasé por alto que su mandíbula se tensó cuando hablé de la primera suposición. Sus puños se cerraron por un momento pero fueron milésimas de segundos, en cuanto quise darme cuenta, se encontraba mirando algún punto fijo.

—¿Qué clase de flores buscas? —soltó sin más.

¿Estaba jugando? Porque yo comenzaba a cabrearme.

—Steve deja esta mierda de cortesía, tenemos que hablar. Hay cosas que aclarar. Tú aquí... El hecho de que no volviste a contactar ni a tu familia, y la jodida rosa negra. —lo miraba atentamente, analizando cada reacción, pero aquellas palabras no parecieron llegarle. Genial, estaba hablando con una especie de estatua viviente. —¿Tú hiciste la rosa negra y se lo diste a una chica llamada Lyna? No sé que tramas Steve per..

—No lo hice yo.

—¿Estás seguro? -inquirí. No quería desconfiar de la persona que ha sido mi mejor amigo toda la vida. Pero el ambiente ya no era el de siempre. Era como si fuéramos dos simples desconocidos.

—Era negra, si, pero no la que tú y yo conocemos. Las personas aquí intervienen en las flores y le dan todo tipo de colores. Yo solo la tenía y quise dársela ese día. —se encongio de hombros.

Quise responder, quise seguir haciendole preguntas, como si de una investigación se tratara, en donde yo era el agente y Steve uno de los sospechosos. Pero fui interrumpido por Lyna, quien entró al lugar como si su vida dependiera de ello. Su cabeza miraba al suelo, logró sujetarse de un estante y levantó la mirada fijándose en mi. Tenía una expresión de dolor, su respiración era agitada, solo susurraba palabras sueltas y en cuanto vi el lugar donde su mano hacía presión lo entendí.

Estaba sangrando. De alguna manera, la habían lastimado.

—¡Joder! —acorté los pocos pasos que nos separaban y la sujeté antes de que cayera. —¿¡Lyna!? No no, hey mirame, ¡Steve llama a una ambulancia ahora! —solté mientras apartaba algunos mechones del rostro de Lyna y trataba de agarrarla sin lastimarla más.

Su cuerpo temblaba bajo mis brazos mientras se quejaba en voz baja. Su otra mano sujetó mi chaqueta para aferrarse a algo, la herida no era para nada pequeña y estaba perdiendo sangre. Steve mencionó que la ambulancia llegaría pronto, pero tiempo era lo que menos teníamos. Quería buscar a la maldita persona que le hizo esto. Me sentía culpable, no debí haberla dejado sola en el auto.

El Chico de la Luna [Pausado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora