Una lección del alcohol

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Aroa Castillo

-Mira a mangel joder-dijo Rubén mientras se partía de risa-menuda besuqueada-seguía riéndose mirando a todos lados buscando quien tenía labial en los labios.

Pase mis dedos por sus labios mostrándole el labial, mientras veía su cara transformarse a un disgusto alucinante, Mientras en mi cara de formaba una gran sonrisa.

-¡Mierda!-gritó muy alto y corrió a limpiarse los labios al baño golpeándome un ligeramente.

Todos fuimos a mi cama y nos tiramos todos donde podíamos, estábamos cansados y con una resaca que flipaban. Pero sentía que tenía que disfrutar al máximo mi estadía aquí, por ello corrí a mi maleta y tomé este conjunto:

Y salí del baño, para despertar a los niños que estaban dormidos en mi cama, no sin antes tomarles una hermosa foto

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Y salí del baño, para despertar a los niños que estaban dormidos en mi cama, no sin antes tomarles una hermosa foto.

-¡Levántense!-grité y todos asustados se levantaron-Tienen 40 minutos, para alistarse, si pueden incluir una pequeña siesta mejor, que nos vamos a disfrutar el día joder, a la piscina-dije, por lo cual todos muy dormidos y con un par de palmaditas salieron de la habitación.

Cuando salieron yo terminé por tirarme un segundo en mi cama, viendo mi cabello blanco medio amarillento, a mi costado vi una bolsa que decidí rebuscar, tenía un pote enorme de tinte azul, según mencionaba el pote, solo tenía que poner el tinte en mi cabeza y esperar 30 minutos. La estaba jodiendo tanto, mi mamá no me dejaría pasar a mi casa así, de nuevo, ella intento venderme y era lo ultimo en lo que quería pensar.
Hice todo según los pasos, tenía el cabello celeste, y joder que se me veía tan bien, que me sorprendía y arrepentí de no haberlo hecho antes. También noté que ensucie mi camiseta y ya no podía seguir usando más camisetas para ir a la piscina ya que tampoco me quedaban muchas, por ello, tome la camiseta de ayer de Rubén, me gustaban como me quedaban ya que eran bastante largas como el gigante que era el. Pero, quería otro modelo, tenía una de anime bastante buena y la quería. Salí de mi habitación y toque la suya, abrió con su pelo revuelto y en toalla, aunque no tenía un abdomen marcado y era algo Flacuchento, no estaba nada mal, no, joder, claro que está mal.

-No sabía que los Otakus se bañaban-dije mirándole de arriba abajo.

-Ojos arriba, ¿que pasó?-preguntó.

-Quiero, una cosita-dije entrando a su habitación por abajo de su brazo ya que era tan alto que con facilidad podía pasar por ahí.

-¿Que cosita? Satanas no visita un lugar por una "cosita"-dijo.

-Esto-dije tomando la camiseta que quería de su cama.

-No, no hay manera-dijo tomándola y sacando unas prendas de su maleta.

-Ok, le pediré una camiseta a Alex-dije saliendo pero me interrumpió.

-No, tómala-dijo tirándomela y yo cambiándome la Antigua camiseta por la nueva.

Pose For The Camera [ElRubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora