Sugar Daddy

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Rubén Doblas

30 putos años, joder que era demasiado. La mejor manera de empezar el día sin dudas, a su lado, ella en paz durmiendo, ¿Sabrá que hoy es mi cumpleaños? Me pregunté ya que jamás me había preguntado. La abrace de la cintura y la pegue a mi.

-Buenos días-me saludo sin darse cuenta aún-¡JODER ERES UN ANCIANO-gritó y se puso a horcajadas sobre mi abrazándome-¡FELIZ DÍA A MI SUGAR DADDY!-dijo aún abrazándome, espera, ¿Sugar daddy?

-Que solo te llevo un año-le dije riendo-y gracias-Volví a hablar.

-De nada, no te compré regalo, no sabía que querías, pero te lo compensaré, lo juro-dijo ella riendo, la verdad no me importaba el regalo, tenerla a ella era lo mejor.

-No pasa nada-le dije con una sonrisa.

-te hago desayuno-me dijo levantándose, para luego lavarse los dientes y volar a la cocina.

Hice lo mismo, me lave los dientes para luego recibir una llamada de Alex.

-¡Hombre feliz día!-dijo.

-Muchas gracias tío, ¿nos vemos más tarde?-pregunté.

-Puf, joder tío, no creo que eso sea posible, lo siento mi madre quiere hacer unas cosas y....

-No te preocupes Alex, nos podemos ver otro día-dije y hablamos un rato más hasta que nos despedimos, tenía que admitir, si me sentí un poco mal, pero no tengo.

Sin embargo los demás saludos llegaban, todos me saludaban, pero también me decían que no podían verme y bueno, algunos estaban a horas de distancia, sería imposible verlos hoy.

-¿Y por qué la cara larga?-preguntó Aroa al verme.

-Ninguno de los chicos puede verme hoy-dije dejando mi celular al lado.

-Bueno, hoy no seré un grano en el culo y la pasaremos bien ¿vale?-dijo tomándome del cuello y dejándome un suave beso en los labios que joder me alegro tanto.

-¿Que haces?-pregunté.

-Tu favorito, panqueques-dijo separándose para seguir con su delicia de la mañana.

Mientras ella cocinaba recibía más y más llamadas, todas negándome la visita, joder que triste cumpleaños. Al poco tiempo ella llegó con una torre de panqueques y tocino, lo dejo en la mesa por lo que yo me senté en una silla, ella sentándose a horcajadas sobre mi habló.

-No te me pongas triste, la vamos a pasar bien-dijo besándome otra vez.

-No podría estar triste a tu lado-le dije y ella se levantó para que comenzáramos a comer.

Mis redes sociales estaban llenas de notificaciones de feliz cumpleaños y ello, me alegraba tener a mis creaturitas, me hacían la vida más feliz y completa, lo juro.
El día pasó bastante rápido, ya era algo tarde y Mientras me bañaba Aroa gritó que iría a la peluquería a arreglarse para la cena y que me pusiera más guapo. Tenía que admitir, no quería, pero tenía que hacerlo, me dolía mucho saber que ninguno de mis amigos estaría aquí conmigo en mi cumpleaños número 30, pero la idea de que ella estaría ahí conmigo era muy linda y me animaba mucho.
También me mencionó que había reservado un lugar para nosotros en un hotel súper ficho y ello, por ello opté por un jean, con una camiseta de color entero, joder que camisa no me iba a poner por mas que fuera el fin del mundo, en mi celular acababa de recibir la notificación del lugar y me dijo que la reserva era a las 8, por ello, recién siendo las 6 pm me puse a ver una película.
Al término de esta eran las 7:45, joder que llegaría tarde, salí volando de mi casa para tomar el auto y manejar hasta este hotel.

Pose For The Camera [ElRubius]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora