District 7.

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Fríos vientos que corrían desde el bosque del distrito 7 hasta mi habitación, me levantaron, perfumando mi habitación de un extraño olor a caoba. Una madera muy común en mi distrito. Estiré mis manos hacia el espaldar de mi cama tallado de una reluciente madera. Me levanté, escuchando los movimientos de mamá en la cocina del piso de abajo. — Siempre se pone nerviosa el día de la cosecha.. — Dije mientras me retiraba hacia el baño a través del crujiente piso de madera. Luego de haber hecho las cosas higiénicas que hago para la cosecha, procedí a vestirme con ropa formal.. Como el Capitolio lo pide para el día de la cosecha. Deslicé mis dedos por mi camisa blanca, tejida por mi abuela a mano. Me puse los cómodos vaqueros que nunca me habría puesto para tallar la madera del distrito 7. Como usual en mi, me puse mi enormes botas de leñador. Bajé las escaleras a un paso veloz, sonando mis botas en cada paso que daba para bajarlo. Todo en mi casa estaba hecho de madera, al igual que la mayoría de las cosas en mi distrito.

— ¡Aún tienes tiempo! ¡Puedes comerte esta ardilla frita.. Está riquísima! — Exclamaba mamá, algo apresurada mientras limpiaba la cocina con un trapo que parecía estar sucio. Los ojos negros azabache de mi mamá se voltearon hacia mi, esperando que devorara mi desayuno de una vez.

— ¿Qué estás esperando Gilberto? ¡No tenemos tiempo! — Me apresuré a darle un mordisco a mi ardilla frita, mamá agregó más amablemente luego de esto — Y sabes muy bien como se ponen los agentes de la paz cuando alguien llega tarde...

— Entendí mamá. — Dije haciendo una mueca exasperada. El vestido de color beige de mi mamá la hacía ver menos humilde de lo normal. Papá no vivía con nosotros, tenía su propia cabaña en el centro del bosque de pinos. Papá es un reconocido leñador a pesar de que no vende mucha madera, es el único capaz de tallar un árbol de caoba con su hacha y no una moto-sierra como los demás. El tiempo que pasaba conmigo, era enseñándome a usar el hacha y a trepar árboles. Me quedan unas cuantas durezas en la mano por intentar trepar el árbol más grande de todo el distrito 7. El árbol Hyperion es tan conocido por las personas del distrito 7 que lo nombraron un sitio turístico años después de que lo trepé. Actualmente tengo 16 años, he ido a la cosecha unas 4 veces, logrando salir impune en cada una de ellas.

Luego de terminar mi desayuno, salí casi corriendo de casa con mamá. Una humilde señora conocida por tallar preciosa madera era nuestra vecina, ella se llamaba Mendocina Wood, su hijo Ókarem iba a la misma escuela que yo. Curiosamente ambos tenían nombres de árboles famosos del distrito 7, pues habían ser mutados de modo que tengan colores como azul y blanco dependiendo de la estación. Marchamos a través del bosque de pinos hasta el centro del distrito 7.
Los agentes de la paz estaban en una posición erguida, alrededor de todos los jóvenes que ya estaban en la fila desde antes. Sentí un pinchazo por una jeringa justo después de que habían tomado mis huellas dactilares.
— Eso dolió un poco.. — Murmuraba Ókarem mientras me seguía a través de la fila de los tributos masculinos. Me coloqué en un sitio donde podía ver claramente, yo no era tan alto como los demás tributos.. Yo era pequeño y delgado a pesar de tener 16.

El himno de panem surgió ante mi mirada, mostrándonos el destruido distrito 13. No presté mucho atención hasta que la representante del distrito 7 en el Capitolio salió con una animada sonrisa en su rostro.
— ¡Bienvenidos, bienvenidos a los quincuagésimos quintos juegos del hambre! (55th) — Exclamó la presentadora demasiado alegre para elegir a dos personas que están a punto de morir. Su piel era oscura, pero su cabello rizado era de un verde chillón. Su ropa parecía estar hecha de madera real, ella era prácticamente un árbol en vida. — Que alegría tener a estos frescos jóvenes año tras año.

— ¡Yey! ¡No puedo esperar para comenzar! — La presentadora, llamada Trixxie Perkins dio varios brincos algo torpes por sus altos tacones de color marrón. — Como es costumbre, iniciaremos por las bellas damas.

The 55th Hunger Games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora