Estaban en el recreo, Gèrard abrazaba a Anne por detrás mientras hablaban con sus amigos sobre la fiesta de Halloween que iban a hacer. Eran mediados de Octubre, ya había pasado un mes de aquel día, desde entonces Gèrard y Anne pasaban mucho tiempo juntos, se daban mimos, abrazos, caricias, besos… raro era la persona que no sabía que estaban saliendo. Llevaban apenas un mes pero se querían como si llevaran toda la vida juntos, era impresionante lo mucho que significaban el uno para el otro y la conexión que tenían. Eva que no creía en el amor ni en las almas gemelas, pensaba que su amiga había encontrado la suya, y estaba feliz, feliz por ella, feliz por él, Gèrard y Eva habían congeniado muy bien, y al mismo tiempo se preguntaba si algún día correría la suerte de encontrar a alguien así para ella.
-Lo hacemos en mi casa, mis padres se van de viaje- todos estaban de acuerdo, Eva era la única que vivía en una casa y no en un piso, tenía piscina y todo, la casa perfecta para hacer una fiesta.
-Bien, pues hay que organizarse- Anaju tomó el rol de líder- yo me encargo de hacer folletos y que llegue a más gente, Eva y Anne vosotras os encargáis de la decoración, Flavio y Gèrard de la música, y por último Samantha y Mai, vosotras os encargaréis de la comida.
Todos estaban de acuerdo con ello. Sonó el timbre y cada uno se fue a su clase. Cuando terminó la última clase, Anne se despidió de Gèrard, iba a pasar el finde en casa de Eva, nunca viene mal una noche de chicas, y de paso iban a comprar el material para la fiesta, que aunque quedara una semana para ella, sabían que los productos se acababan rápido.
-Tía que ganas, tengo tantas cosas que contarte.- es verdad que desde que Anne estaba con Gèrard no hablaban tanto, pero no por él, el bachillerato las tenía saturadas.
Flavio tampoco iba a pasar el fin de semana solo, aunque no se lo había dicho a nadie, cosa que no hacía falta porque todos lo sabían, llevaba tiempo quedando con Samantha. No sabía exactamente qué es lo que sentía por ella. Se habían liado varias veces pero ya está, nunca habían hablado del tema y nunca habían llegado a nada más, los dos seguían como si no hubiera pasado nada.
Cuando Gèrard llegó a casa cogió su guitarra y empezó a componer, llevaba unos días con una melodía en la cabeza. Después de varias horas ya tenía la canción casi terminada, la letra le había salido sola, había plasmado todos sus sentimientos en aquella canción, que sin quererlo, se la había escrito a la chica que ocupaba sus pensamientos.
Llegada la noche Eva y Anne pidieron la cena y se pusieron a ver su serie favorita, “Friends”, mientras la veían recordaban la de veces que la habían visto, la de risas que les había provocado y la de veces que habían llorado con el final. A Eva le llegó un mensaje y desvió la mirada al teléfono.
-¿Quién es?
-Nadie.
-Eva tía, no me mientas
-Vaaale, ¿te acuerdas de aquel chaval que te dije que conocí en verano?- Anne asintió con la cabeza- pues llevamos hablando un mes… y es muy majo…
-Vamos que te gusta
-Y dale.. que no, pero como me has preguntado...
-Y por eso estas más roja que un tomate
-Anda calla, habláme de lo que tu ya sabes
-¿de lo que yo ya sé?
-Joder que no pillas nada, ¿lo habéis… hecho?- Anne que estaba bebiendo casi se atraganta, aunque la pregunta se la esperaba
-Si hubiera pasado serías la primera en saberlo
Y así se pasaron toda la noche, hablando de todo y de nada.
Al día siguiente, el padre de Eva las despertó.
-Chicas!, he hecho tortitas!- a Anne le faltó tiempo para levantarse, las tortitas del padre de su amiga estaban buenísimas.- ¿Qué tal habéis dormido?
-Bien- respondieron a la vez.
-Bueno chicas yo me tengo que ir, os he dejado la comida en el frigorífico.
-Adiós papi
-Adiós Manu
Él quería mucho a las dos, Anne había sido amiga de su hija desde pequeña, era como su segunda hija.
Tras desayunar las maravillosas tortitas se vistieron para ir a comprar todo para la fiesta. Lo primero que compraron fueron platos y vasos de plásticos. También compraron telarañas, esqueletos, arañas, murciélagos, luces, calabazas, sangre falsa… querían que no fuera una fiesta cutre, además, había que ir disfrazado y ambas habían decidido ir conjuntadas aunque todavía no habían decidido qué se iban a poner, estaban un poco preocupadas, tenían una semana para pensarlo y prepararlo.
Después de pasar toda la tarde con sus amigos, Flavio llegó a su casa, y para su sorpresa, Iván no estaba, es verdad que su padre llevaba unos días ausente y que no pasaba mucho tiempo con sus hijos, pero ese día no trabajaba y además eran las doce de la noche. Iba a llamarlo cuando vio una nota en la mesa “Ceno fuera, volveré tarde, un beso” “qué raro” pensó Flavio, su padre no solía hacer esas cosas. Se fue a la cama y no pudo evitar llorar, desde que su madre se fue, su padre no era el mismo, era más frío y le echaba de menos, echaba de menos el padre que siempre antes de irse a dormir le daba las buenas noches, el que le hacía reír y le animaba cuando lo necesitaba, echaba de menos sus consejos, le echaba de menos a él.
Mai se iba a ir dormir cuando escuchó a su hermano cantar una canción que no había escuchado antes, le llamó la atención y decidió ir a preguntar.
-¿Se puede?- Mai llamó a la puerta y asustó un poco a Gèrard, que estaba en su mundo.
-Sí, pasa
-¿Qué cantabas?
-Una canción que he compuesto- se puso un poco rojo
-¿Puedo escucharla?- Gèrard dudó un poco, pero era su hermana y confiaba mucho en ella.
Empezó a cantar.
No te vi llegar
llegaste a tiempo para ir a cantar
tu risa, tus ojo, tus rizos
me enredaron
mostraron que tu alma era ideal
y poco a poco esclavizó
mis labios que iban susurrando
besos en la habitación
que fuera estaré esperando
Ver el cielo en el balcón
flores que están marchitando
el tiempo de estar junto a ti
-¿Te gusta? no está terminada
-Me encanta, ¿se la has cantado?- Gèrard negó con la cabeza
-¿Te estás enamorando?
-No, pero me baso para hacer una historia-Mai sabía lo poco creíble que era lo que acababa de decir.
-Ya ya...

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Eternos
Fiksi PenggemarDentro de poco empieza el nuevo curso, y ninguno de los dos se imaginaba el año que les esperaba