Eternos

El cumpleaños de Gèrard

Eran mediados de Noviembre y los exámenes tenía a todos agobiados.

Eva tenía demasiadas cosas en la cabeza y ninguna buena. Dentro de poco empezaban los pagos para la excursión, y ella seguía castigada. Creía que después de quitarle el móvil y dejarla sin salir, al menos la dejarían ir a la excursión, pero su padre estaba decidido a que se quedaría en casa esos días. A parte de eso, Eva a veces se sentía excluida de su grupo de amigos, solo hablaban del viaje, no les culpaba, era lógico que estuvieran tan emocionados, pero le dolía no poder ir con ellos. Hugo iba detrás de ella todo el rato y ésta tenía un buen lío en la cabeza, no sabía qué sentía ni por quién lo sentía. Por un lado estaba aquel chico, Rafa, con el que se pasaba horas y horas hablando, haciendo que se le olvidarán todas sus preocupaciones, sacándole una sonrisa, y siendo su hombro sobre el que llorar, aunque claro no lo veía en persona desde verano, pero es que Rafa la escuchaba y la entendía como solo Anne sabía hacerlo, realmente era alguien especial para Eva. Por otro lado estaba Hugo, ese chico que conoció el primer día de clase, el que la incitaba a hacer locuras y a disfrutar más de la vida. Estaba confusa y se sentía mal, no le había contado nada a Anne y sabía que ella la ayudaría, pero es que la veía tan feliz con Gèrard que no quería amargarla con sus problemas. Anne, que por fin era feliz gracias a él, después de tantos años de sufrimiento. Ese era uno de los motivos del porqué Eva quería tanto a Gèrard, había conseguido que su mejor amiga fuera ella otra vez, después de lo sucedido varios años atrás.

A pesar de todos los exámenes Anne solo podía pensar en una cosa, en poco era el cumpleaños de Gèrard y no sabía qué comprarle, ni qué hacer ni qué nada. No le agobiaba mucho, a Gèrard no le importaba si no le regalaba nada, pero quería hacerle algo para agradecerle todo lo que había hecho por ella esos últimos meses. Después de pensarlo mucho decidió que componerle una canción era la mejor opción, Gèrard siempre le decía que cantaba como los ángeles y que su voz era lo más bonito que había escuchado en mucho tiempo. A ella le daba vergüenza y no le cantaba mucho, por eso sabía que ese regalo era el mejor, además lo iba a hacer con todo su corazón, porque su corazón latía por y para él.

Gèrard estaba nervioso, quedaban tres días para su cumpleaños y en realidad no lo quería celebrar, eso su familia lo sabía, pero sus amigos no. Y sabía que harían algo por él.

Anne había creado un grupo para hacerle una fiesta sorpresa a Gèrard, pero una tranquila, con el grupo de amigos y ya está, quizás un poco de alcohol pero nada en comparación con la fiesta de Halloween, ella quería algo íntimo, pasar un buen rato con los amigos y ya. Tenía planeado estar con él toda la tarde, llevarlo a un sitio especial, cantarle su canción, que ya tenía casi terminada, y que después se unieran sus amigos para contemplar el atardecer todos juntos. En total eran cinco, más ellos dos. Todos le iban a comprar algo, menos Mai, que era la única que no estaba convencida de aquella idea.

-Venga Maii, seguro que le alegra que vengas, eres su hermana- Anne insistía.

-Ya pero...

-Pero qué?es tu hermano y es su cumpleaños, le hará ilusión.

-Venga vale- no lo dijo muy convencida

-Bieeeeeen- y la abrazó

Entonces llegó Gèrard, que había ido a comprar pipas. Era Jueves por la tarde, habían quedado para encontrar la manera de convencer al padre de Eva para que la dejara ir a la excursión, al fin y al cabo lo de la fiesta fue cosa de todos, no solo de ella, y no se merecía que cargara con toda la culpa. Habían decidido quedar esa tarde porque poco después iban a ir a casa de Eva a visitarla, era lo único que su padre le permitía.

Al final decidieron sincerarse, contarle toda la verdad, y cruzar los dedos para que su padre entrara en razón.

Cuando llegaron a su casa, lo primero que hicieron fue ir a la habitación de ella y estar un buen rato hablando y riendo, cuando llegó la hora de irse hablaron con Manu.