Animales Fantásticos: La saga con un Nuevo Personaje

Capítulo 4: El Circo de París

Jessica's POV: 

De un momento a otro, todo se había vuelto completamente loco. Alguien había liberado a unos pájaros demoníacos y la gente gritaba, corría, empujaba, de todo... Tratabas de tranquilizar a la gente, que no se alarmaran, pero otros animales fantásticos se habían liberado. Mucha gente chocaba bruscamente contigo, pero ninguno se disculpaba y simplemente seguía su camino. Pero de repente, chocaste con alguien (de nuevo) y ese alguien no fue muy amable: 

-¡Oye! -gritó la mujer- ¡Ten más cuidado! 

-Lo siento, señorita. 

La mujer te volteó a ver, tenía el cabello café oscuros y ojos negros. Tú levantaste una ceja y la miraste como diciendo, "¿Qué?", pero ella no dejó de mirarte. Al final, seguiste caminando sin dejarla decir nada. 

Newt's POV:  

El Circo se había transformado en todo un caos. Literalmente, no estoy exagerando. Estaba con Leta Lestrange, otra amiga del colegio. 

Cuando la vi, me olvidé completamente de Jessica. Pero después ella la mencionó, y ella volvió a mi cabeza. Me sentía muy confundido. Había venido hasta París sólo para reencontrarme con Tina, pero ahora... Sentía que tenía un propósito completamente diferente. Ya ni sentía que venía sólo por Tina, sino que por alguien más... ¿Sería por Jessica? No, no podía ser, casi no recuerdo nada de ella más que el dibujo del bowtruckle, y ya. No recuerdo ninguna tarde que pasamos juntos, ninguna conversación que tuvimos, ninguna pregunta de la vida personal del otro que hayamos preguntado... A lo mejor ya me estaba interesando en eso de atrapar a Grindelwald. Si lo capturaba, tal vez el Ministerio me quitaría mis cargos. En fin, volvamos a lo del circo.

Personas corrían, personas gritaban, personas colapsaban y chocaban los unos con los otros. Leta y yo seguimos nuestro camino y chocábamos con la gente, pero no nos importaba mucho. Nuestro propósito: Salir del Circo de París. Nuestro plan: Salir vivos. 

Entonces, sin previo aviso, una leve chispa roja fue directamente hasta mi rostro y rozó mi mejilla. Alguien me había atacado, pero afortunadamente falló y el hechizo estalló un poco detrás de mi. Leta y yo miramos hacia donde donde había provenido el hechizo, y vimos a una chica con el cabello café claro, ojos azules oscuro y levantando su varita ne alto, apuntándome a Leta y a mi. Jessica acababa de lanzar ese hechizo, y yo no tenía idea del porqué. Me le quedé viendo un largo rato, hasta que ella se nos acercó. Instintivamente, Leta y yo sacamos nuestras varitas también. 

-Tranquilícense -dijo ella, agachándose detrás de mi-, no fue para ustedes el hechizo.

-Sí, ya me parece. -declaré, sin bajar la guardia

Jessica arqueó una ceja y tomó algo que estaba en el suelo. Era un chupasangres 

-Estaba a punto de morderte la oreja. -declaró la aurora, de mala gana

-Oh, en ese caso... -estaba bastante avergonzado. Bajé mi varita y la guardé. Leta hizo lo mismo- En ese caso debo agradecerte, Jessica. Lamento haber desconfiado de ti. 

Jessica sonrió y comentó: 

-Nos pasa a todos.

Jessica y yo nos miramos por un tiempo. Yo estaba pensando. ¿De verdad comenzaba a pensar que tambiñen había venido por ella? Pero, ¿cómo podría haber sabido yo que Jessica también estaría en París? O... ¿Todo esto era plan de Dumbeldore? ¿Era su intención que esto pasara? Mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Leta: 

-No sé si lo recuerdan, pero tenemos que irnos. 

-Sí, sí, es cierto... -declaré- Bueno, Jessica fue un gusto verte de nuevo, espero volver a toparme contigo pronto. 

-No, espera, yo voy contigo. -soltó de repente

-¿Disculpa? -pregunté

-Voy contigo -repitió, decidida-. Y no vas a decirme que no, Scamander -se apresuró a agregar cuando vio que abría mi boca, dispuesto a reprocharle-, porque con sólo un movimiento de varita puedo regresarte a Londres. Sabes que puedo. -sonrió de lado al ver mi cara de frustración. La verdad es que sí sabía que ella era capaz

Supongo que no tenía más opción...