Capítulo 5: Un Lugar Seguro

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Newt's POV: 

No tuve más opción que dejar que Jessica nos acompañara a Leta, Jacob y yo. Vagamos por todo París pues no teníamos ningún lugar seguro en el que descansar. Y Jessica se dio cuenta de esto en un dos por tres. 

Se acercó a mi disimuladamente mientras nadie podía escuchar y me preguntó: 

-Sí sabes a dónde nos dirigimos, ¿verdad?

-Eso espero. -contesté

-Oh, Dios, no tienes idea de a dónde nos dirigimos. 

Me encogí de hombros y me limité a observarla por un segundo. Su cabello caía sobre sus hombros como una especie de cascada mágica... 

-Yo sé de un lugar en el que podemos quedarnos -salí de mis pensamientos, y ella agregó al ver mi incredulidad:-. Un lugar seguro, ya sabes... 

-Oh, claro, sí... Y... ¿Dónde queda ese lugar seguro? 

-Algo lejos... -Jessica hizo una pequeña mueca- Tendremos que aparecernos. 

-¿Es eso seguro? 

-Más que caminar al otro lado de la ciudad. 

-Está bien, tú eres la mejor aurora aquí...

Jessica llamó a todos y los reunió, le explicó a Jacob lo que tenía que hacer (pues él claramente no sabía nada de la Aparición) y extendió ambos brazos, de los que todos se aferraron fuertemente. En un abrir y cerrar de ojos, nos encontrábamos en un pequeño departamento con una sala, una cocina, un baño y una recámara. Habían libros, periódicos de El Profeta y otras revistas, notitas para apuntes (llenas de una bella caligrafía, que seguro le pertenecía a Jessica) y pergaminos regados por las mesas. Jessica se apresuró a apuntar con su varita todas las cosas, y éstas desaparecieron. 

-Los que quieran dormir el la habitación son libres de hacerlo -comentó ella, posando sus ojos en todos en la sala-. Yo dormiré en la sala. 

-Claro que no -afirmé yo-. Ya fuiste muy amable en dejarnos quedarnos aquí, al menos duerme en tu propia cama. 

-¿Qué clase de anfitriona sería si no le doy la máxima comodidad a mis invitados, Newt? -me interrogó ella, sonriendo de lado y quitándose el abrigo- Sólo voy a cambiarme y les dejo el cuarto libre.

Le devolví la sonrisa inconscientemente. Ella se dirigió hacia su recámara y yo la seguí con la mirada. Jessica cerró la puerta e su habitación, pero yo seguí mirando la puerta. 

-¿Y ahora qué vamos a hacer? -Jacob, de repente, estaba parado junto a mi, mirándome- ¿Iremos a buscar a Tina en la mañana? 

-No -contesté yo, ante mi propio asombro-, irnos sin avisar sería muy descortés. Además, Tina puede esperar. 

Jessica's POV:

Leta y Jessica durmieron en la habitación de ésta última. Se les hizo lógico a todos que las mujeres durmieran con las mujeres y los hombres con los hombres. Jessica cedió su cama y se acostó en el piso, con una sábana y una almohada. Estaba reviviendo los momentos en Hogwarts, esos momentos que extrañaba tanto, cuando escuchó algo que caía al suelo y se hacía añicos. Jessica se levantó al instante y sacó su varita, elevándola en alto. La Ravenclaw se levantó casi de un brinco (aunque lo más sigilosamente posible) y corrió hacia Leta para despertarla y ponerla alerta, pero se llevó una gran sorpresa al ver que Leta no estaba allí.  Rápida como la luz, Jessica corrió hacia donde debían estar Newt y Jacob, y se dio cuenta de que ellos tampoco estaban allí. "Mierda..." pensó ella. Lo primero que pasó por su mente fue que alguien se lo shabía llevado, seguidores de Grindelwald tal vez. ¡Tal vez habían descubierto sus planes! Pero después cayó en cuenta de que no era así. Lo único que Jessica tuvo que hacer fue practicar la Legeremancia, en la que era muy buena como todo lo demás, y vio lo siguiente: 

-Jacob, Jacob... -esa era la voz de Newt, la que Jessica comenzaba a necesitar oír desesperadamente- Ya es hora. 

-¿Ya? Bueno, bueno... Me iré preparando....

-Iré a despertar a Leta. 

Newt avanzó silenciosamente con la varita en alto hacia la recámara y abrió la puerta. Se dio cuenta de que Leta estaba en la cama, pero no de que Jessica estaba estirada en el piso. Avanzó más, y se tropezó con Jessica, que seguía dormida profundamente. Newt cayó al piso, justo al lado de la Ravenclaw. Se le quedó viendo un tiempo. No recordaba que fuera tan bella, sobre todo cuando dormía, Se veía tan relajada y sin preocupaciones... Notó que tenía cabello en la cara y Newt, con delicadeza, se lo apartó de la cara, rozando su piel con los dedos. 

-¿Newt? -preguntó Leta, susurrando

El Hufflepuff se levantó apresuradamente y observó a Leta. 

-¿Qué haces? -le preguntó ella, sonriente

-Nada -mintió él-. Ya nos tenemos que ir. Jacob ya está listo. 

Leta se levantó de la cama y tomó su pequeño bolso en el que tenía todas las pertenencias que había traído. Se acercó a Newt y caminaron juntos. Cuando estaban a punto de cerra la puerta, Leta observó a Newt a los ojos y preguntó: 

-¿Estás seguro de que es lo correcto?

Newt dudó un poco en contestar. Observó una última vez a Jessica, acostada en el duro piso y sin tener ni la menor idea de que su compañía se habría desvanecido la mañana siguiente. 

-Para ella, sí. -contestó al fin

Newt dio media vuelta y cerró la puerta del dormitorio detrás de él. Dudosa, Leta lo siguió a paso apresurado. 

-Muy bien, vamos a desaparecernos. -comentó Leta

-¡Oh, no! ¡No de nuevo! -se quejó Jacob, haciendo una mueca

Newt tomó el hombro de Leta, al igual que Jacob (de mala gana). En menos de lo que se lo esperaba, ya estaba dando vueltas con esa conocida sensación de asfixia. No se dio cuenta de que una pequeña hoja de pergamino volaba y daba vueltas también con él. Pero en ese entonces no sabía la importancia de esa pequeña hoja. 


Jessica terminó la Legeremancia y se desplomó sobre una silla del comedor. Estaba furiosa, decepcionada, herida. Tenía la sensación de que quería asfixiar a Newton Scamander con sus propias manos, pero a la vez no quería lastimar al hombre que tanto quería. ¿Era incluso posible sentir eso? Lo único que pudo hacer, fue susurrar:

-¡Hijo de su grandísima...! 


Animales Fantásticos: La saga con un Nuevo PersonajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora