Siete jovenes son la reencarnacion de cada pecado capital, condenados a revivir su maldición y a ocultar sus habilidades del mundo viviendo una vida ordinaria, pero una antigua secta tratara de eliminarlos de la faz de la tierra obligandolos a usar...
Raquel se encontraba sentada en uno de los mejores restaurantes de la zona, en la terraza bajo una sombrilla, estaba comiendo trucha con vino tinto, saboreo su bocado y se lo comió, un chico se aproximó a su mesa y se sentó frente a ella.
-Ese platillo se ve delicioso- exclamo
Raquel comprendió que había sido un error comer ese último bocado, reconoció el rostro de Jin en el chico sentado frente a ella
-¿Creíste que ibas a escapar de nosotros?- pregunto Jin sonriendo mordazmente
-Tenía la esperanza- respondió altiva, no quería demostrar su temor
-Este es un buen lugar para morir- argumento Jin mirando a su alrededor y concentrándose para usar su habilidad, Raquel comenzó a sentirse mareada y llevo su mano a la cabeza
-Saluda a mis amigos- Añadió Jin mirando a la mesa que estaba detrás de ella, Raquel giro y vio a los seis pecados sentados sonriéndole ladinamente, alzaron sus copas en señal de saludo, cuando volvió a dirigir su mirada a Jin, él se aproximó a ella y le arranco la cadena del santo grial que colgaba de su cuello.
-Es para la colección de Jungkook- exclamo
-En algún momento ustedes recibirán su merecido- escupió Raquel
-Tal vez, pero tu momento llego, agradece que lo haré yo y no Jungkook, de lo contrario no estaríamos en un lugar público- respondió Jin, enseguida Raquel comenzó a asfixiarse y llevo sus manos a su garganta, su gesto era de desesperación.
Jin se puso de pie y se acercó a su oído- Game over perra- murmuro con una risita, luego se dio la vuelta y se dirigió a su mesa, Raquel cayó al piso, los demás comensales se alarmaron y trataron de ayudarla, pero fue en vano, expiro ahí en el suelo, con los ojos abiertos y un gesto contorsionado por la asfixia.
Los chicos observaron la escena, luego solo continuaron con su plática habitual como si nada hubiera pasado
-Un brindis por nosotros y nuestras increíbles habilidades- dijo Hoseok
Los chicos alzaron sus copas y bebieron, parecían en paz, riendo y bromeando, Namjoon abrazaba a Jin y Tae le sonreía a Suga, eran completamente ajenos a la atmósfera de su alrededor, personas asustadas por lo ocurrido, una ambulancia llegando para verificar el deceso y la multitud murmurando sobre lo sucedido, ellos estaban en su burbuja de paz, beber y celebrar al lado del cadáver de su enemigo no era algo nuevo para ellos y no querían dedicarle más pensamientos a alguien que solo fue una más en la lista de las personas que no lo lograron vencerlos.
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[Dos semanas después, en Busan]
La puerta de la casa de Hye se abrio abruptamente dejando pasar a una pareja ardiendo en deseo, no habían podido resistir más a lo que su cuerpo les pedía, se besaban con pasión, Jungkook metió sus manos por debajo de la blusa de Hye acariciando sus senos por encima del brassier mientras que ella lo acercaba más sujetándolo de los glúteos, dejando besos húmedos en su cuello, lo cual encendía aún más a Jungkook, ambos jadeaban.