Siete jovenes son la reencarnacion de cada pecado capital, condenados a revivir su maldición y a ocultar sus habilidades del mundo viviendo una vida ordinaria, pero una antigua secta tratara de eliminarlos de la faz de la tierra obligandolos a usar...
-Creo que menospreciamos a la secta, siempre nos estuvo vigilando, pero con todo lo que ha pasado surge en mí una duda, ¿Por qué la secta no nos atacó antes, si podía violar el sistema de seguridad de la casa, además ellos creían que le cuchillo nos mataba? ¿Por qué esperaron? –exclamo
-Supongo que sabían que juntos somos fuertes y preferían acabar con nosotros uno a uno – respondió Jungkook
-Sí, pensamos que eso podría ser una explicación, pero se nos ocurrió otra –contestó Jin- ¿Qué tal si ellos no cuentan con suficientes cuchillos? uno para cada uno, por eso no mandan a toda la caballería a matarnos porque no tienen suficientes armas, por eso esperan a matarnos de uno en uno.
Hoseok se tocó la barbilla pensativo y exclamo
-Eso tiene sentido, la obsidiana verde debe ser difícil de encontrar y de combinarla
-Eso solo nos indica que debemos atacar antes de que ellos consigan más obsidiana verde, tenemos dos cuchillos el de Hye y el del otro sujeto – añadió Tae
-Pero no sabemos dónde se ocultan, saben de nuestras habilidades y se esconden bien – dijo Jimin
-Tenemos que pensar como ellos, he recopilado toda la información disponible de la secta, algunos están en lenguas muertas, debemos aprender a pensar como ellos, tal vez asi descubramos en donde se ocultan- exclamo Namjoon
-¡Genial! Tarea- respondió con ironía Jungkook dejándose caer en la silla
Jin se puso de pie fue al sótano y trajo con él una enorme caja llena de documentos, miro a los chicos y les dijo –ayúdenme hay otras seis cajas abajo
Jimin lanzo un suspiro y se puso de pie.
Después de un rato cada uno sostenía documentos que hablaban de la secta, todos leían en silencio, Jimin hablo –vaya, tenía mucho tiempo que no leía algo en griego
-Esto es demasiado aburrido- añadió Jungkook
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Tae había salido a caminar cerca del lago, estaba exhausto de tanto leer cosas sin sentido, decidió ir a la habitación de Suga pero cuando llego se encontró con Jimin quien estaba pasando un trapo húmedo sobre el pecho desnudo de Suga para mantenerlo limpio, le había quitado la ropa dejándolo en bóxer
-Hola Tae – exclamo en cuanto lo vio entrar – estoy dándole un baño, como lo hacía contigo
Tae sintió una punzada en su estómago, no entendía porque, pero ver las pequeñas manos de Jimin acariciando el pecho de Suga lo hacía sentir incomodo, se sentó en la cama y siguió viendo lo que Jimin hacía, pero no podía tolerar que tocara a Suga de esa manera, sin darse cuenta había empuñado su mano y se notaba tenso, asi que decidió hablar.
-No es necesario que hagas eso Jimin, yo lo haré- exclamo poniéndose de pie y arrebatándole el trapo de sus manos
Jimin se quedó sorprendido por su reacción, pero no le tomo importancia