Siete jovenes son la reencarnacion de cada pecado capital, condenados a revivir su maldición y a ocultar sus habilidades del mundo viviendo una vida ordinaria, pero una antigua secta tratara de eliminarlos de la faz de la tierra obligandolos a usar...
Sus ojos comenzaron a cerrarse por la gran cantidad de sangre que estaba perdiendo, las gotas caían sobre el pasto no importaba cuanta presión hiciera, sus fuerzas asi como su sangre iban mermando, sintió unas manos cálidas girarlo y abrazarlo con fuerza, pero sus parpados pesaban y no podía abrir sus ojos.
-¿Creíste que te iba a dejar solo?, amor
Reconoció esa voz al instante y tomo fuerzas para abrir sus parpados y contemplar a Suga frente a él, lo tenía sujeto contra su pecho, arrullándolo como a un bebe, le sonreía con amor
-Gatito, ¿eres tú?- su voz salió débil como un susurro
-Soy tu gatito- respondió acariciando su mejilla
-Bésame, por favor antes de que muera y mi alma se aleje de ti para siempre- rogo Tae, no tenía fuerzas para incorporarse y acercarse a los labios de Suga
-No te alejaras de mí nunca más- respondió Suga, y de su espalda salieron dos imponentes alas blancas
-Eres un ángel,- murmuro con asombro Tae
-Venían incluidas con la daga- respondió sonriendo- Vamos a casa, amor
-Pero...no entiendo, yo no puedo- lagrimas brotaron de sus ojos, no quería alejarse de Suga pero sabía que eso era imposible, estaba condenado
-Rompiste tu maldición, me amas y sacrificaste tu felicidad por mi redención, que otra prueba de amor necesitas- respondió Suga acercándose lentamente y juntando sus labios, Tae le correspondió rápidamente, las lágrimas seguían saliendo de sus ojos, pero esta vez era felicidad, un beso salado y dulce, como el ultimo que se dieron pero esta vez no era una despedida era un comienzo.
Suga tomo con fuerza entre sus brazos el alma de Tae, agito sus alas y se elevó por los aires, dejando atrás el cuerpo sin vida.
Jennie estaciono su auto con calma, había puesto un GPS en el vehículo de Tae asi que no tenía prisa, sabía que su herida era de muerte, lo encontró sobre una tumba, había muerto desangrado, con una rosa roja al lado de él, y la sangre escurriendo a los costados cayendo al pasto, había siete tumbas y eso le provoco un mal presentimiento, se acercó a cada una de ellas y vio los nombres de los demás pecados además de el de esa chica a quién había disparado en el estacionamiento, se habían suicidado para reencarnar con otra apariencia lejos del alcance de ella
-¡Maldita Sea!- exclamo furiosa - ¡Los encontraré! No importa como luzcan, los encontraré y acabaré con ustedes malditos bastardos
Se acercó al cuerpo de Tae- Tu porque no te suicidaste- pregunto en voz alta- entiendo, no querías vivir sin Suga, no importa me faltan cinco y los hallaré, no importa cuánto me cueste
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
[Minutos atrás, en la casa de la anciana]
-¡Abuela!..Tae está herido, lo acabo de ver en las cámaras, necesita ayuda- grito Soobin alarmado entrando a la biblioteca de la anciana
