Colores, Matices y Música~

Tercer Verso: Confesiones

Blue Sky llevó a su novia a un karaoke, las salas eran más privadas, necesitaba contarle lo sucedido y lo que él sentía por aquel joven de mirada intensa. Coral se sentó en asiento alargado de cuerina roja, mientras él se sentó sobre la mesa frente a isu novia, tomó las manos de ésta y las miró, no se atrevìa a hacer contacto visual y no sabía cómo empezar.

-Sólo dilo como te llegue ¿Si? Como sea entenderé, porque lo que sea que quieras decirme te está costando trabajo y aprecio que quieras hacerlo, es muy valiente de tu parte -Le calmó, Coral era una chica excepcional, llevaban saliendo 5 años, pero se conocían desde los 6 años, eran amigos de infancia. Ella siempre era comprensiva y paciente, una gran persona.

-Bien... -inhaló profundo y exhaló el aire se una vez, sonoramente. Levantó la mirada hasta encontrarse con los ojos ajenos- Hace dos semanas o tres,no recuerdo bien, estábamos con Yellow, ya sabes, cantando y al terminar se me acerca un chico, me pidió foto, normal, pero cuando lo vi sentì algo extraño, quedamos de hablarnos y no sucedió nada -Coral asentía le daba su tiempo para expresar todo lo que tenía guardado- Nos encontramos en el baño, verlo me hizo sentir un fuerte temblor en el pecho, sin pensarlo le hablé, se veìa agobiado, me urgía el animarlo y creo que lo hice... -Inhaló profundamente- Nos besamos y casi tengo relaciones con él ahì -con la mano diestra se cubrió el rostro, estaba avergonzado y la culpabilidad lo consumía- Hubiese sucedido sino llega Yellow a buscarme.

No se atrevió a mirarla una vez confesado todo, si la chica lo odiaba luego de eso sería lo justo, una infidelidad no tiene excusa alguna, no la compartía ni la justificaba. Unas suaves caricias en su cabeza le sacaron de sus pensamientos de auto acusación. Alzó la vista y se encontró con los ojos más sinceros que él haya visto nunca, mezclado con la comprensión y cariño. Coral era una persona llena de amor para dar a todos.

-Entiendo, no negaré que me duele un poco, pero Sky no soy dueña de ti, no mando tu corazón, además me has contado apenas a sucedido y estás sumamente afligido -acarició el rostro de el joven, secando unas lágrimas que no había notado que recorrían su rostro- Te amo, y no soy quién para juzgarte, eres un alma libre, Mi Príncipe. Ahora lo que me preocupa es sobre tu sentir por ese otro chico, quiero que estés bien, si necesitas hablar de eso sabes que puedes confiar en mí, recuerda también que somos amigos.

Bajó de la mesa para abrazarla, y llorar a sollozos, no merecía ser tratado tan dulcemente después de lo que habìa hecho, Coral era especial en todo sentido. Se quedaron así abrazados por un largo rato, ella dando caricias en la espalda del joven y él aferrándose, tratando de calmarse.

-Coral, creo que me gusta él... ¿Crees qué debemos terminar?, Juro nunca había sentido atracción hacía otro hombre... me siento confundido. No sé si es correcto, no sé si esté bien, además él se casará dentro de poco.

-Creo que debemos seguir siendo amigos, yo quiero apoyarte, si nuestra relación amorosa ha llegado a su fin, créeme que no es un mal final, porque seguiré a tu lado, como tu amiga -le apartó un poco, para mirarlo y mostrarle con una sonrisa que sus palabras eran sinceras- Hablo muy en serio. Si ese chico se casa ahora estará cometiendo un error, porque de amar a su prometida no hubiese esa tensión contigo, y creo que a él le gustas más, intuición femenina.

-Princesa, ¿Por qué eres tan comprensiva?

-¿Debería estar de tóxica? Bien te mostraré algo de enfado -le dio un golpe de puño en el brazo y actuando de la forma más ruda que pudo- ¡Imbécil! Ahora eres gay, más para mi alma fujoshi, sino hacemos trío mejor no quiero nada y te me queda al ladito bien pegado - le ganó la risa, a los dos- Me alegra oírte reír, no te sientas tan apenado, no hay porqué estarlo, en cosas del corazón no se manda ¿Verdad?