Estoy viendo los perritos y me los quiero llevar todos, pero veo uno blanco con algunas manchas negras y se ve hermoso.
-Es ciego- dice la empleada
-pobrecito- digo luego procedo a llamarlo, pero no me hace caso
-también es sordo- pobrecito
-Me lo llevo- digo y procedo a agarrar al perrito con cuidado para no asustarlo
-Estas segura?- pregunta- es un perro que es sordo y ciego, requiere un cuidado diferente
-Estará bien conmigo, lo cuidaré- luego de adoptarlo, le compre una cadenita y le hice una chapa nombrándolo "Milo". Le compré una camita y muchos juguetes y tal vez me emocione tanto que le compre mucha ropita de perro, le compre comida como para no volver a comprar en 6 meses y la muchacha mirándome como si fuera una exagerada me cobro y salí por fin.
Al llegar al carro Milo se quedo dormido en mis muslos, así que no lo moleste y lo deje ahí hasta que llegamos a la casa y como pude lo cargue a él y todas las compras. Estando en el apartamento dejo a Milo en su cama, le preparo su plato con agua y comida. Mi celular suena y lo tomo
-Buenas tardes señorita De La Fuente, es para confirmar su cita médica con el Doctor Baker- joder si ni fuera por mis padres cancelaba la cita, pero si lo hago Marcos les dirá.
Me encuentro en el estacionamiento del consultorio, no quiero entrar, pero me lleno de valor y salgo del auto. No le daré el gusto de verme mal. Cuando entro voy donde la secretaria y me hace pasar. Abro la puerta y Marcos se encuentra sentado, la oficina huele a su perfume y no se porque eso me enoja, pero más me enoja tener que estar aquí. Me enoja que todavía lo quiero y que me muero por besarlo.
Me siento y me quedo en silencio, no tengo nada que decir. El me mira muy atento, buscando en mi rostro si he llorado o si estoy triste, pero mi cara está seria.
-Estoy apurada, podríamos empezar, no hice cita para que me estés mirando- dije y me sentí mal educada, pero no podía tenerle pena y tenía que ser fuerte
-Lo siento- dice apenado- voy a hacerte un físico y pruebas de sangre- se acerca para escuchar mis latidos y esta tan cerca que puedo sentir su respiración en mi rostro- Alba, yo lo siento mucho...
-guárdate las disculpas, que si estoy aquí es porque mis padres andan preocupados- me apresuré a decir, pero no miento, no estoy aquí por el
Se queda callado mientras me hace los exámenes, por lo menos entiende que no quiero hablar. Soy tan estupida que me siento mal de que no me hable.
-Voy a sacarte bastante sangre, tengo que hacer varios exámenes- dice y empieza a sacarme sangre, me empiezo a sentir mal y mi visión se nubla hasta que todo se vuelve negro.
Cuando despierto estoy en una cama del consultorio, busco a Marcos con la mirada y está en una esquina velándome. Ahora qué pasó
-Que pasó?- pregunte, ya me quería ir, Milo llevaba mucho tiempo solo
-te desmayaste, llevabas mucho tiempo sin comer y te saque bastante sangre, te bajo la azúcar- me entrega un jugo de China y después de un minuto o dos, me sentí mejor
-Tengo...
No me deja terminar y se apresura en contestar- No, todo bien. Ya puedes irte- me ayuda a pararme y su cara está muy cerca a la mía y por puro impulso junto nuestros labios y el me sigue el juego, no se porque nos seguimos complicando la vida queriendo tener algo que nunca pasará. Me alejo y me disculpo, antes de que pueda decir algo me voy. De camino a la casa ya me estoy arrepiento, tan poco amor me tengo como para estar haciendo esas cosas?
Estando en mi casa, voy a mi cama con Milo, si no me puede ver ni escuchar, que me sienta, porque al igual que yo, jamás volverá a estar solo
-se que tome buena decisión en escogerte a ti- dije aunque no me escuche. Me quedo dormida, pensando en los labios de Marcos, joder cuando te olvidaré.
Hoy es mi día libre y me levanto súper tarde. Extrañamente estoy feliz, pero tengo una hambre de muerte y me preparo desayuno y le doy comida a Milo. Pienso salir hoy para hacer unas compras así que sin pensarlo falsificó un permiso para que mi Milo pueda ir conmigo a esos lugares, se que no es lo ideal, pero no pienso dejarlo solo. Me baño y me visto, luego le pongo una camisa de palmas a Milo y salgo de la casa. Tal vez lo estoy mimando mucho, pero no quiero dejarlo solo y es literalmente el único otro ser en el cual puedo gastar dinero y no es que sea millonaria, pero ya mi armario no aguanta una prenda más.
Voy a Walmart para comprarle un regalo de cumpleaños a Miguel, su cumpleaños es este fin de semana. Le prometí regalarle un Playstation y lo prometido es deuda, lo compro y escojo videojuegos aptos para su edad. Cuando voy a pagar decido comprar algunos alimentos para la casa. Siento que alguien choca mi carrito, asustando a Milo
-¡Cuidado! ¿acaso eres ciego?- cuando miro a la persona me arrepiento de gritar porque se que empezaré una pelea
-Pero mira quien tenemos aquí- dice Estela- la misma perra arrastrada que intento llevarse a mi marido- me mira de pies a cabeza con odio- no duro ni dos días fuera de la casa, al segundo volvió rogándome que lo dejara volver- dice maliciosamente
-No me importa- dije con ganas de arrastrarla por todo Walmart- ahora si me permite, tengo cosas que hacer- intente sacarla del camino y se fija en Milo y burlona dice
- no puedes tener un hombre a tu lado, por eso tienes a un perro y además de feo, defectuoso- siento que cruzo la línea y me enojo tanto que me meto dos cachetadas con la mano abierta, dejando roja su cara
-No te metas en mis cosas, víbora, que no es tu problema ni te incumben- enojada voy donde la cajera y pago las cosas que pode coger. Respiro hondo y decido que eso no dañara mi día.
Voy a la casa y me pongo algo deportivo, voy a caminar por el parque con Milo. Ya no me siento tan sola, su compañía me gusta, y ahora tengo un motivo para ir al parque.
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A tu merced
RomanceAlba no lo ha tenido fácil. Lleva toda su vida enamorada del mismo hombre y nunca consigue olvidarlo, pero y si algún día por casualidad el hombre que ama le hace caso? Qué pasaría? Si lo quieren saber, les invito a que lean mi novela. No se arrepe...