Kim TaeHyung es una gran estrella de Kpop, un solista con un gran trabajo, apreciado y amado por la mayoria que lo conoce.
Pero que pasaría si esa gran estrella conociera a unos chicos que le daran una vuelta a todo su mundo.
+82 99914*** creo el...
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"Jiminie y Park Jimin"
-¡Si mama, dormire aqui hoy! ¡A mi no me toca lavar los platos! ¡Dile a la señorita que seguro esta acostada en su cama! ¡Yo estudio, por eso! -
Los cinco chicos miraban al pelirrojo hablando por teléfono haciendo corajes tras él.
- ¿Creen que le den permiso? -pregunto JungKook mientras se llevaba a la boca un papa de su bolsa.
- Seguramente, aunque seguro le pondrán una condición -
-Concuerdo con YoonGi. Es muy difícil que lo dejen quedarse con nosotros -hablo SeokJin mientras se sentaba en el piso junto a Jimin - Para su madre solo somos mala influencia -
Los cinco rieron.
No era tanta verdad. Eran buenos chicos, según las madres de cada uno, pero eran un poco alocados, en pocas palabras unos auténticos pendejos.
- ¡Si mama! ¡Adios! ¡No me grites! ¡Yo no te estoy gritando! -vieron como en pelirrojo colgaba y tiraba su teléfono a Jeon que le dio justo en la cara.
-¡Hey! ¡Cuidado, animal!-
- Lo siento.
Se sentó en el piso para tomar su sabana y enrollarse como un tierno taquito de pastor.
- ¿Tons, que haremos? -todos miraron al menor viendo como volvia meter un papa a la boca.
- No se, pero que se algo interesante. Me pelie con mi jefa por quedarme. Así que sea algo bueno, putos -
NamJoon volteo a ver un rubio bien callado que solo sonreí como idiota a su teléfono mientras tecleaba rápidamente.
Alzo las cejas y lo mire curioso.
-¿Con quien hablas, Park? -
El nombrado se volteo rapidamente mientras salia del chat y apagaba su teléfono mirando al moreno.
- C-con nadie. Una amiga que conoci en la b-biblioteca -sonrió mientras dejaba su teléfono de lado.
Los otros se miraron entre si y asintieron. Claramente estaba mintiendo. El ni sabia donde estaba la biblioteca del Instituto.
- HoSeok, JungKook agarrenlo de las patas. SeokJin y YoonGi tomen sus brazos -
Los chicos obedecieron y corrieron a tomar al rubio mientras este forcejeaba tratando de sacarse.
- ¡Apurate, que muerde el cabrón!- hablo YoonGi mientras tapaba su boca con su mano -¡Hijo de puta! ¡No muerdas, pendejo!-
- ¡Sueltenme, ratas de dos patas! -
NamJoon tomo el celular del rubio y lo desbloqueo. Vamos, la clave era tan sencilla. Larga pero sencilla.
