Capitulo XV: Tú sangre y mis lágrimas

220 17 7
                                    


A veces la vida puede ser tan frágil como una mariposa, se puede romper o no...

-Mevlana.

Emilio

Después de todo lo que pasó con Joaquín al inicio de la mañana y luego de preocuparme tanto por su accidente con el pendejo del chico nuevo, no podía soportar lo que me decía Mauricio, en el instituto no podía saber sobre mi orientación sexual, así que, conociéndolo a Mauricio, decide enviar un sms a Elisa, ella me debía muchos favores, ya era hora que me pague uno por lo menos.

-Elisa necesito que me hagas un favor- textie-

Luego de un par de minutos ella respondió

-Los que sea, dime, que quieres.

-Necesito que hoy en el receso estés cerca del baño de la primera planta y me sigas la corriente.

-Entendido.

Se que Mauricio hará algo, me retará o algo por el estilo y luego se lo contará a Joaquín así que tengo que decirle lo de mi plan para que no piense mal, en verdad quiero hacer las cosas bien con él. 

Pero debo ser muy certero con lo que haga o diga o haga en este instituto, porque si se enteran de lo que soy, no solo el chisme se quedará aquí, si no saldrá en los medios de todo el País y del mundo entero, yo puedo soportarlo, pero mi padre.....mi padre no podría.

Hablaré con Joaquín cuando vayamos camino a casa, tal vez ahora si podremos ir por otra ruta.

Estábamos en el receso de cambio de materia y tenía todo planeado, estaría ahí metería a Elisa al baño un par de minutos, así solucionaría lo que Mauricio pensase sobre mí.

No contaba con que Joaquín estuviera junto al chico nuevo paseando por los pasillos, mis celos se elevaron, más aún cuando Mauricio me lo dijo y aún peor cuando dijo que Joaquín haría mejor pareja con él.

Así que cogí de la mano a Elisa y la metí al baño, cerré la puerta y pude escuchar el festejo de Mauricio y de Roy.

-¿Qué te pasa? Estás loco, Emilio, por qué me metes así al baño- dijo Elisa muy sorprendida.

-Recuerdas del favor que te pedí, bueno, pues haremos pensar a mis amigos de afuera que tú y yo en este momento tendremos sexo.

-Así que quieres tener sexo conmigo- dijo Elisa, mientras se me acercaba.

-No, lo fingiremos, me debes muchos favores y este los cobra todos.

-Por qué fingir, si lo podemos hacer?- dijo Elisa mientras se acercaba aún más a mi.

-Por qué tú sabes sobre mi secreto y yo se también los tuyos- le dije mientras ingresaba a un cubículo.

-Ashhh siempre le quitas lo divertido a la vida- dijo Elisa mientras ingresaba al cubículo y cerraba la puerta- y que se supone que haga que grite, que me toque para que no suene tan falso- dijo mientras sonría descaradamente.

-Cálmate Elisa, tú sabes que de todas mis amigas tú eres la más cercana y confiable que tengo, estuviste cuando no tenía a nadie y me apoyaste, eres como mi mejor amiga...

-Lo sé tontito, y tú eres mi mejor amigo, aunque todos piensen que somos algo más que eso, nos tenemos el uno al otro y sólo los dos sabemos sobre nuestras orientaciones-dijo mientras me abrazaba.

-Tú eres mi mejor amiga, Elisa, gracias por todo este tiempo, gracias por ayudarme a fingir frente a todos- dije.

-Bueno no nos pongamos románticos, iniciemos, quieres que grite para que escuchen lo bien que lo haces- dijo sarcásticamente.

Mi detestable hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora