Capitulo XVI: Caos en sala de espera

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Emilio

Una vez que salimos del colegio me di cuenta que el sol se había ocultado y era reemplazado por una fuerte lluvia. 

Por lo tanto la ambulancia iba lento, Joaquín seguía inconsciente, el sangrado había parado, pero algo no andaba bien lo podía notar en las expresiones de los paramédicos

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Por lo tanto la ambulancia iba lento, Joaquín seguía inconsciente, el sangrado había parado, pero algo no andaba bien lo podía notar en las expresiones de los paramédicos.

Luego de unos 20 minutos llegamos al hospital y corrieron hacia la camilla de Joaquín un gran grupo de médicos y enfermeras, unos le sacaban sangre otros le revisan sus pupilas, otros gritaban y pedía que se le realizara una tomografía, me sentía tan inútil.

De un momento a otro Joaquín en medio de tantos doctores empezó a convulsionar y creo que esa fue el signo faltante porque el aspecto de todos los ahí presentes cambió y todos pensaron lo mismo, mi Joaquín necesitaba una operación.

-Preparen un quirófano de emergencia- dijo una doctora.

-Tú eres familiar- me dijo una enfermera- necesito tú firma autorizando la cirugía.

-Que le van a hacer- pregunté mientras veía como ingresaban a Joaquín hacia los quirófanos.

-Tiene un hematoma y una fuerte hemorragia intracraneal, drenaremos todo.

-Se pondrá bien- pregunté

-el médico cirujano cuando termine le dará noticas.

-Señorita, se pondrá bien, no ha respondido a mi pregunta- dije en tono insistente.

-No puedo asegurarle nada, haremos todo lo posible-dijo ella.

-Cómo no me pueden asegurar nada¡¡, ese chico que está ahí sobre su mesa de cirugía es lo único bueno que me pasó en esta vida, antes de que el llegara solo veía oscuridad y peleas, pero desde que el apareció todo fue diferente, así que por favor no me diga que no me puede asegurar nada, no diga ni piense esas palabras, porque si a él le llegara a pasar algo, definitivamente....todo acabaría.

-Le prometo joven que le mantendré al tanto de todo, si desea saldré a avisarle cómo va la cirugía.

-Gracias- dije, se que me estaba comportando como un auténtico idiota.

-Está bien- dijo y se retiró.

Sentía tanta impotencia, enojo y a la vez tristeza, mi corazón latía rápidamente, mis manos sudaban y los minutos pasaban.

Mi celular empezó a sonar en mi bolsillo, cuando vi quien era de la taquicardia que tenía pase a un infarto, era Eli, como le decía que a Joaquín lo estaban operando, ¿Cómo se le dice a una madre que su hijo está luchando por su vida en una mesa de quirófano?.

Al final debía tener el valor de contestar, ella necesitaba saber lo que pasaba y yo no le iba a mentir.

-Eli- dije

Mi detestable hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora