Capítulo XVIII: VERDADES TENEBROSAS

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El oficial Carrión anotó los nombres de Mateo e incluso el número de teléfono y procedió a marcharse, sin antes recordarnos que estará en contacto con nosotros.

-Todo esto parece una pesadilla- dijo Joaquín

-Lo sé, todo es muy confuso- dije

-Tú sabías algo de algún enemigo que haya tenido nuestros padres – dijo Joaquín

No supe que responder ante ello, si menciono algo, se que perderé a Joaquín y ahora tanto él como yo necesitamos estar juntos.

-Emilio - dijo Joaquín mientras movía su mano frente a mi cara

-Si, lo siento, estaba pensando en que debemos hablar sobre el velorio de nuestros padres

-Nunca pensé que este momento llegaría, imaginaba ver a mi madre con sus arrugas en la cara, con su cabello lleno de canas, con su bastoncito, mientras salía a recibir a sus nietos- dijo Joaquín mientras un par de lágrimas caía de sus ojos

-Tranquilo Joaco, estoy aquí- dije

-Sé que estás aquí, pero Emilio...no eres mi madre, no sabes lo que siento- dijo

-Sí lo sé, se como te sientes- dije, el tono de mi voz fue mas duro con esas últimas palabras lo cual percató a Joaquín.

-Perdón, soy un tarado, ¿discúlpame- dijo el mientras agarraba mi mano y le daba un pequeño beso- tú alguna vez hablaste con tú padre de cómo le gustaría que fuese su velorio? - dijo el

-Sí, siempre mencionó que si llegase a morir lo cremara y esparciera sus cenizas en el mar- mencioné

-Mi madre una vez me mencionó que no le gustase que existiera un pedazo de tierra con su nombre, porque siempre a los familiares se les olvida visitarlos y al final esa tumba se llena de hierbas malas y ante los ojos de los demás es como si fuese olvidada- dijo Joaquín.

-Entonces los cremamos? - dije

-Si – dijo Joaquín- pero antes me gustase poder despedirme de ella

-Joaquín, no puedes aún levantarte de esta cama, acabas de salir de una operación muy riesgosa- dije

-Emilio, por favor, necesito despedirme de mi madre, necesito verla por última vez

-Joaco, realmente no quiero que te llegue a pasar algo a ti, si te pasara algo me moriría- dije mientras me levantaba de su cama y me sentaba en el sillón frente a ella.

-Sólo será un momento- dijo él- entiende Emilio es mi madre necesito verla por última vez, lo necesito.

Sabía que si no lo dejaba ver a su madre me odiaría por toda la vida, así que accedí.

-Iré a buscar al médico- le dije

-Vas a decirle que me deje ver a mi madre- dijo él

-Lo haré- los dos necesitamos despedirnos de nuestros padres- dije y acto seguido le di un beso en su frente y salí de la habitación.

Luego de buscar por casi todo el hospital, localicé al médico de Joaquín

-Dr, puedo hablar con usted?

-Emilio, claro dime, en que te puedo ayudar?

-Quiero saber cuando le dará de alta a mi hermano

-Joaquín, verdad?- dijo él

-Sí, pues hoy en la tarde le he pedido una Tc de cráneo para ver como sigue todo y todo va bien, mañana en la mañana ya puede ir a casa

-Mañana, no sabe la emoción que siento, muchas gracias Dr- le estreché la mano y salí de la sala.

Mi detestable hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora